Khimaira [Fanfiction]

Herencia [ChenKaiDo- EXO]

Música: Dark Ambient playlist

 Personajes: Chen, Kai, Do [EXO]

    —¡Carajo! ¡Mierda! —exclamó cuando su auto dio un brinco que casi lo levantó del asiento. Luego se mantuvo haciendo muecas de desagrado aunque Jongin no podía verlo desde el otro lado de la línea telefónica.

    —¿Estás bien, Jongdae?

    —Repíteme otra vez por qué carajos estoy manejando solo en medio de la nada.

    —Porque debes acompañar a Kyungsoo. Le da miedo estar solo en esa hacienda que heredó, pero debe limpiarla y encargarse de ella antes de venderla.

    —Entiendo que él tema y aun así deba hacerse cargo, pero, ¿por qué debo ser yo el que viene y no tú que eres su novio?

    —Ya te dije que llegaré mañana, se atrasó la práctica del grupo de danza... A veces pasa.

    —¿Por qué no llamaste a Luhan?

    —Lo hice, pero en cuanto escuchó que la gente rumoreaba que ahí asustaban, no hubo manera de convencerlo. Todos son unos cobardes, excepto tú y Minseok, pero Min está fuera del país, así que... Sé un buen amigo y avísame cuando estés con él. ¿Te falta mucho?

    —No —contestó de mala gana—, ya veo la hacienda, voy a colgar.

    —Gracias, Jongdae, eres el mejor.

    Pero Jongdae sabía que él estaba muy, muy lejos de ser el mejor amigo de Jongin o de Kyungsoo. Él era tan consciente de eso que dolía.

    Tomó aire antes de entrar, la puerta estaba abierta. Era una hacienda bastante grande. Optó por pasar hasta la cocina antes de subir las escaleras a lo que suponía serían los dormitorios, su intención era encontrar a Kyungsoo en primer lugar.

    Las cosas estaban en perfecto orden, para ser una hacienda que pasó sola medio mes desde que la abuela de Kyungsoo falleció, no había ni una mota de polvo en los estantes. Una de las ventanas estaba abierta, lo que le dio la peor de las corazonadas a Jongdae quien empezó a preguntarse si alguien entró a ese sitio aprovechándose de la falta de vigilancia.

    —¿Kyungsoo? —llamó en voz alta— ¡Soy Jongdaeee! ¡Ya lleguéééé! —Sin embargo, no hubo ni un solo ruido. El joven tomó de la alacena un vaso de vidrio para beber un poco de agua. Incluso la vajilla estaba reluciente. —Al menos no me van a poner a limpiar —murmuró. 

    Una vez que su sed fue saciada, se decidió a inspeccionar en busca de Kyungsoo o de cualquier ladrón, lo que fuera. Antes de girar por el pasillo, dio de frente con su amigo y obtuvo un buen sobresalto, algo que no era fácil de conseguir en él. No creía en fantasmas, difícilmente se asustaba por naderías como los cobardes de sus amigos.