Epílogo

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Sobrevivimos de ron y pescado luego de la muerte de casi toda la tripulación. Acabamos en México por no saber leer los mapas ni manejar la brújula. Lo mejor de esos días fue la manera en la que Camila me consentía en las noches, primero se culpaba por dejarme caer y luego me masajeaba donde dolía, para terminar poniéndose más cariñosa de la cuenta.

Si hubiera sabido que esto pasaría no hubiera arriesgado mi vida y la de Camila, probablemente Izolda y Marta estarías muertas, sí, y tampoco hubiera manchado mis manos de sangre en Honduras. Nos habíamos quedado con todo el oro y demás cosas de lo otros tripulantes, está mal que lo diga pero esa masacre soluciono parte de mi vida. Sin darme cuenta, en cuanto dejé de afanarme por obtener el capital suficiente para construir una casa para nosotras, fue cuando todo Dios lo puso en nuestras manos.

Estuvimos una semana en México, los tres éramos nuevos ricos, aún así no despilfarramos todo lo que teníamos en cosas innecesarias. El primer día vendimos el barco a la primera oferta que oímos, muchos recuerdos se fueron, junto a esos recuerdos dejaba ir el lugar donde la conocí y donde nos dimos nuestro primer beso. Cubrimos nuestras necesidades de vestido y calzado sin ser exagerados y nos marchamos en una embarcación a América del Norte, para tomar otra flota que nos llevara a Londres, no directamente, pero algo cerca.

Conocí a la madre de Ethan en sus últimos días, me llamó Emily en cuanto me vio y no me sentí capaz ni en derecho de negárselo por el hecho de que el retrato que Ethan tenía de Emily era el mio algo más joven. También interpretó que Camila era la esposa de Ethan y le agradecía a Dios que se alejara de Rudd, que según ella sólo le importaba el dinero. Si supiera lo que hicimos luego.

Navegamos varios días hasta España, cumpliendo la palabra de Camila y la mía de buscar a Emily en los puertos más visitados por el ejército español. El viaje no nos dio ningún fruto en la búsqueda, lo que hizo fue darle más decepciones a Ethan y más cosas para que Camila y yo nos preocuparamos.

—Disculpe ¿Sería tan amable de decirme qué está pasando?— le pregunté a una señora que se encontraba entre la multitud.

Nos encontrábamos en el centro de la ciudad, había un punto exacto donde muchas personas estaban reunidas abucheando y lanzando cosas hacia no se qué o quién. Era una escena bastante extraña, en las dos semanas que estuvimos en España nunca se vio una situación irregular ni algún motín por parte del los habitantes, no se presentó nada hasta ese día que nos marchamos.

—Se está aplicando la sagrada ley de sodomía— ¿Ley de Sodomía? ¿Cómo Sodoma en la Biblia?

—Como puede notar soy extranjera y no estoy enterada de estas leyes ¿Qué es la ley de sodomía? Si no es ninguna molestia que pueda responderme— halé a Camila del vestido y ella llamó la atención de Ethan.

—La ley establece que si se llegara a reunir las pruebas suficientes para desenmascarar a los fornicadores del diablo la consecuencia será la pena de muerte— explicaba de lo más natural aquella señora, como si estuviera dándome alguna receta de cocina.

—¿Los fornicadores?— pregunta Camila a mi lado. Habíamos formado un pequeño círculo en medio de toda la muchedumbre.

—Hombres de mantienen relaciones sexuales con otros hombres, también se les castiga a las mujeres que mantienen relaciones con otras mujeres,  a éstas no las matan, las mandan a los prostíbulos a que se les cure la enfermedad. Sus actos son imperdonables ante los ojos de Dios y por eso deben pagar y ser eliminados antes de que les contagie su enfermedad a otros— esta señora soltaba las palabras con mucho odio, sin ser consciente de que estaba hablando de otro ser humano.

Vi a Camila arrugar su cara con notable molestia sobre las palabras que soltaba aquella señora, molestia que yo también sentí, ella no sabía nada sobre el asunto como para decir tales tonterías, porque eran tonterías, ella no sabe nada de nosotras ni de cuán enamorada estoy de Camila. Es por eso, de que antes que Camila cometiera una locura actúe de la manera ignorante en la que ellos actúan, yendo en contra de lo que creo, para mantenernos a salvo.

Mar Dorado | Camren.Where stories live. Discover now