Capítulo 2

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Luna's Pov.

Desde niña he tenido sentidos muy agudos, puedo oír conversaciones a grandes distancias, mi fuerza es demasiada para una chica escuálida como yo, mi velocidad ni se diga; tengo demasiadas medallas para ello, mi olfato está muy desarrollado y mi vista es muy buena, además que mi tacto y gusto son demasiado para mi.

Estos nuevos chicos olían diferente a cómo un chico de su edad suele oler, ya saben perfume caro o barato, sudor, talco para los pies; lo básico. Estos chicos olían a madera, shampoo para perros y a las galletas que hace mi abuela para mi cumpleaños. Una combinación rara, creo que la definición que estaba buscando era perro; olían a perro.

Algo diferente y extraño.

Por un momento olvidé que el director estaba con nosotros hasta que su voz me trajo al mundo otra vez. —. Les presento a Kendall Francis Schmidt.—apunto a un chico alto de tez blanca, alto, ojos verdes y cabello rubio —. Él es James David Maslow Burge — chico guapo a primera impresión; tez morena, cabello castaño, ojos marrones y una hermosa sonrisa.

Podía sentir la energía que emanaba su cuerpo; había algo de felicidad, nerviosismo, furia, enojo y una gran carga de emociones.

—¡Hey! Luna —susurro Andrés —. ¡Deja de babear!—le saqué la lengua en respuesta para después reír.
—Él es Logan Phillip Henderson.— apunto a un chico de bajá estatura, cabello negro, ojos del mismo color y tez blanca —. Y por último pero, no menos importante Carlos Roberto Pena Vega. —Carlos era un poco chaparro, tez morena y ojos cafés —. Bien señorita... —vio hacia los lugares y pensó —, Martínez y usted, joven Larrañaga, les van a presentar el instituto a los nuevos chicos. Con su permiso. —se fue.

El olor que emanaban los chicos, se me empezaba a hacer conocido, no sabía de donde pero lo hacía.

—Bien, Maslow y Schmidt ustedes pueden sentarse atrás de la joven Martínez y el joven Larrañaga.
Henderson y Vega atrás de Maslow y Schmidt. —junto sus manos—. Bien espero que hagan que estos chicos se sientan bien —dijo el profesor refiriéndose a todos los demás; nadie dijo nada, pero podía adivinar que era lo que pensaban.

El maestro tomó un libro y empezó a escribir su contenido en el pizarrón.

—Con mucho gusto. —dijo una de las más odiosas y populares chicas del instituto. Victoria.

Victoria es la típica chica plástica que en ningún instituto puede faltar. Es la chica que usa mini faldas, maquillaje en exceso, su voz es demasiado chillona, es capitana del equipo de porristas y su color favorito es el rosa.
Ella y su clan asustan a todo el internado, ha echo que expulsen a la mitad de los estudiantes. Tal vez ella hizo que expulsaran a Sandy.

Tiene mucha lógica, ella siempre obtuvo lo que quería, además siempre le gustó Francisco.

Sobre los chicos nuevos no tengo mucho que decir, sin embargo, me llamo la atención el tatuaje que tenía uno de ellos detrás del cuello. Creo y si mi memoria no me falla era Kendall quien portaba el tatuaje, se me hizo conocido y muy extraño dado el caso que yo tenía el mismo tatuaje pero en mi muñeca izquierda.

El tatuaje no era muy común y era de una forma extraña, no se porque decidí hacérmelo simplemente, me sentía de una u otra manera atraída hacia este cuando el tatuador me lo mostró en su planilla y sólo lo decidí.

(...)

La clase termino, los estudiantes salieron como una manada de cuervos huyendo por un león, el cual los perseguía y entre ellos se encontraba Andrés.

Deje que ellos salieran para que no me tiraran o algo por el estilo. Al final salí yo, me dirigí a mi casillero y en este deje los libros de Literatura y saque los de Física.

Me quedé pensando un momento en los nuevos chicos y su aroma extraño, no olía mal, pero el olor se me hacía familiar; al igual que el tatuaje que Kendall portaba en su cuello. Además, ¿a quién se le ocurre entrar a una escuela justo en la semana antes de los exámenes finales y de vacaciones? Es decir, es una completa locura; si yo hubiera hecho eso, seguro que mis padres me ahorcaban.

—Hola, Luna —llego Diego a mi lado.
—¿Qué pasa Muñozcano? ¿Volviste a reprobar álgebra? —reí.
—Ja-Ja-Ja, que graciosa Martínez ¿Qué clase te toca? —preguntó abriendo su casillero, el cual estaba al lado del mio.
—Física ¿Y a ti?
—Química —se quejó y cerró su casillero de un portazo.
—¡Muñozcano! —llamó la atención la maestra de español —. ¡Detención!

Diego bajo la mirada y me susurro un adiós para después irse a detencion.
Yo solo lo mire y cuando nadie me veía empecé a reír a carcajadas.

Cuando al fin pude controlarme, fui corriendo al salón de Física.

Entre y para mi suerte la maestra aún no llegaba.
Me senté en los lugares de hasta el fondo, prepare mis cosas y me puse a dibujar en la parte de atrás de mi libreta.

Empecé con simples garabatos, que al final fueron tomando forma de la maravillosa vista de esta mañana.
El gran bosque encajaba a la perfección con la luna y una que otra pequeña estrella que fui agregando.

Sin darme cuenta, empecé a escuchar pasos de tacones.
Levante la mirada y era la maestra, así que regrese al inicio de mi libreta.

—Buenos Días —saludó la maestra cerrando la puerta de madera—. Hoy veremos las diferentes fases de... —tocaron la puerta.

La maestra camino enojada hacía la puerta, abrió solo un poco y pudo ver a Victoria y sus amigas.

—Victoria, Susana y Dacota ¡Otra vez tarde! —gritó abriendo completamente la puerta —¡No van a entrar a mi clase! ¡A detención!

La maestra volvió a cerrar la puerta y siguió con su clase, pero tuvo una que otra pequeña interrupción de Victoria por no querer ir a dentencion.

Ya saben, lo típico; al menos Diego no estará solo, pero justo ahora siento pena por él.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Where stories live. Discover now