Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]

Capítulo 65

Maratón 3/3
.
Luna's Pov.

— Así que cuéntame elegida, ¿Qué te trajo hasta este mundo? — preguntó cortando un trozo de pavo para después llevárselo a la boca y saborearlo.
— Creí que había dicho que sabía mi situación actual. — comenté y él sonrió de lado.

La cena estaba llena de comida real, un banquete para alimentar al menos, cien bocas si así se quisiese.
No mentiría si dijese que moría de hambre, porque así era. No recordaba cuando había sido la última vez que había comido algo o había bebido una botella de sangre, probablemente el enojo y la adrenalina de la situación con los fénix había sido el causante de mi escasez de inanición.

Además, aún no me fiaba del todo de aquel rey que tenía frente a mi. Si bien, parecía una buena persona, pero hoy en día ya no me fío de nadie. Así que, en vez de comer me dedicaba a jugar con las aceitunas y la pasta de mi platillo.

— Si bien majestad, creo que para que entienda mi situación debería de contarle de mi pasado. — dijo dejando con delicadeza los cubiertos y tomando de su copa para después limpiar las comisuras de sus labios con una servilleta de tela —. Le comenté que había estado indispuesto estas últimas décadas, sus padrinos de bautizo son los causantes de ello. Ahora, se que usted me despertó aunque no sepa como lo hizo; todo se resume a aquella profecía impresa en mi pared, seguro la ha escuchado.

Mi mirada sin control se dirigió rápidamente a la pared con letras por doquier. Si bien, era cierto que todo aquello formaba parte de mi profecía, pero no entendía como todo aquello se relacionaban con Shawn y conmigo.

— Veo que no has tocado tu comida desde que comenzamos, majestad. No la culpo, yo tampoco confiaría en mi. — añadió para después levantar su muñeca una vez más y girar dos de sus dedos en el aire.

De pronto, el lugar volvió a cambiar. Esta vez, dejándonos una sala de estar cómoda. Como aquellas clichés en una casa norteamericana con chimenea y sillones de terciopelo, sin embargo, no pude evitar sentir un sentimiento de conformidad con el escenario. Parecía que yo ya había estado ahí, pero simplemente no lo recordaba. Todo parecía tan familiar.

— ¿Reconoces el lugar, majestad? — preguntó dando vueltas de un lado a otro.
— ¿Qué hacemos aquí? — pregunté a la defensiva.
— Aquí es donde comienza mi historia, Luna. — dijo sonriendo.

Entonces, se convirtió en materia blanca. Como una pequeña nube que corría por doquier. Salté del susto al verlo y tan pronto como lo vi, él salió por la chimenea.

Extrañada, corrí hacia su lugar de escape, pero no había nada más que carbón y ceniza.

— ¡Estoy en casa cariño! — gritaron de pronto y mi mirada viajó a la puerta de entrada de lo que ahora parecía más una casa.

Un pequeño niño ante el grito corrió hacia él, seguido de dos niñas más. Una más grande que la otra y sentí como una de ella me traspasó. Yo no estaba aquí realmente, solo era un recuerdo más. Uno que se sentía más real que los demás.

— ¡Papá, papá! ¡Celestia me llevó a jugar con Michael! — alegaba la pequeña.
— Eso es increíble cariño, ¿Cómo te fue? — preguntó.
— Los fénix lo castigaron por usar sus poderes, pero él solo quería enseñarme cómo podía hacer una burbuja de agua, ¿puedes hablar con ellos? No quiero que Michael esté castigado por mi culpa. — explicó con un tono triste.

¿Michael tenía poderes?

— No te preocupes, Luna. Seguro papá los convencerá. — ánimo la otra niña.

Esperen un segundo. De pronto toda aquella situación se hizo más interesante.

— Hablaré con ellos, cariño. Tranquila. — respondió el hombre.

Su voz era conocida, pero era muy joven para reconocerlo. Podría ser José o Niall, además con la vuelta de mis recuerdos ambas caras se interponía y no distinguía quién era quien.

— Hola cariño. — saludó una mujer acercándose al hombre — ¿Qué tal la reunión? — preguntó.
— Niños, ¿Por qué no van a jugar con Anthea? Recuerden, no salgan. El invierno aquí no es bueno. — advirtió el hombre. Los niños felices y sin entender lo que ocurría se fueron dejando solos a los mayores.

Aquí. ¿Eso significaba que estábamos en el bosque mágico? No recordaba haber vivido en este sitio, de igual manera no es como que recuerde mucho de mi infancia en estos momentos.

— Fire esta demente. — bufó con frustración — ¿Tú sabías que ellos la enlazaron con el rey desolado?
— ¿Cómo? — preguntó la mujer. De igual manera no sabía si era Sol o Julia.

Una rama rompiéndose se escuchó por fuera de la casa y sus miradas rápidamente viajaron a mi, pero sabía que no podían verme, lo más lógico era que vieran la ventana detrás de mi.

— Vamos, te contaré todo abajo. Aquí no es seguro. — dijo el hombre para después tomar la mano de la mujer y dirigirse hasta lo que parecía ser un sótano. Era obvio que los seguí.
— Luna no puede estar enlazada con el rey desolado, José. Eso tan solo son malas noticias de lo que pueda pasar en el futuro. — comentó.

Las miradas de ambos dejaron de cambiar entre Julia o Sol y Niall o José y se quedaron estáticas con Sol y José.

— Era algo inevitable, está en la profecía Sol. — dijo masajeando sus sienes.
— Eso es imposible. — comentó Sol.
— Si bueno, yo también creí eso, pero los fénix saben lo que hacen y Michael no tiene la culpa.
— ¿Cómo un niño puede escribir una profecía? Eso es imposible, José.
— Es un niño prodigio, Sol. Esa profecía estaba escrita mucho antes de que alguno de los dos estuviéramos con vida. Michael simplemente reencarna. — explicó José.

¿Michael escribió mi profecía?

— Iré a hablar con él, le pediré que me explique cómo es que mi hija apagará sus emociones. — dijo Sol dispuesta a salir.
— No — dijo José tomándola de la muñeca impidiendo que se fuera —. Es un mago poderoso que reencarna, pero no por ello significa que recuerde todo lo que vivió en vidas pasadas. Michael ahora es un niño que está aprendiendo si llegas ahí y le reclamas solo lo harás llorar, por eso sus padres lo dejaron con los fénix. Solo ellos lo harán sacar su total potencial, ahora solo podemos crear un plan para el futuro.

Michael, ¿un mago? ¿Merlín acaso? No entiendo ni un carajo.

— Bien, en caso de que todo se vaya a la mierda la traeremos aquí. Si está enlazada con el regreso del rey desolado solo el podrá... — Y antes de que mi madre terminara la oración, un chasquido se escuchó a mi lado haciendo todo desaparecer.
— Hora de irnos majestad. — dijo Shawn detrás de mi — Es hora de regresarle sus emociones.