Capítulo 25

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Luna's Pov.

Empece a buscar a Bryan y comencé por su habitación, corrí hasta ahí, pero no lo encontré, así que me arriesgué y fui hasta sus clases, puede que él haya sido el único que fue a clases y dejó a los demás.

Me convertí en lobo y me dirigí a las clases vampiresas, me detuve un momento al ver las grandes puertas que dividían un simple pasillo de la entrada de todo un edificio en donde los vampiros estudiaban.

Escuche un aullido de un lobo llamando a su manada, estaba segura de que era José tal vez era un impostor que creó Destructor, así que sin pensarlo más, entre por las grandes puertas al siguiente edificio.

Al entrar la mayoría de las personas que estaban cerca se me quedaron viendo, con diferentes expresiones; temor, valentía o hasta repugnancia, todos con una expresión diferente. Sin embargo, nadie hizo nada por instinto y lo único que hicieron fue abrirme paso entre ellos y así pude correr por los pasillos con el olor de Bryan en mi, solo seguía el rastro. Sabía que estaba en clases, pero no sabía en cuál exactamente, así que solo confié en mi olfato.

Este me guió hasta la clase de caza, mire por una ventana y pude ver a Bryan anotando todo lo que el maestro dictaba, pero, ninguno de los maestros o alumnos había notado mi presencia, así que solo me tranquilicé un poco, me convertí en humana y saqué un traje de conserje de un armario. Regule mi paso hasta la puerta del salón, cambié mis ojos de color y traté de esconder por más que pude mi lado licántropo para que así nadie sospechara y al final toque.

Pude sentir un silencio al momento que toque y se acercaron a paso rápido hasta la puerta, al instante la maestra de caza me miró con una ceja en alto y preguntó: — ¿Qué se le ofrece señorita?

La miré y respondí: — ¿Me permite al joven Mouque? Por favor.
— ¿Para que lo necesita? —preguntó y la mire directo a los ojos.
—Escúcheme bien, maestra. Usted me permitirá al joven Mouque o si no habrá serias consecuencias... —sonreí mientras le mostraba mis colmillos y la hipnotizaba.
— Claro que si, señorita. —la maestra sonrió y miró al grupo de nuevo.
— Mouque, por favor, tome sus cosas y venga para acá, lo solicitan.
— ¿Qué ocurre Luna? — preguntó una vez fuera del salón.

No podía creer que Bryan tuviera el descaro de preguntarme qué es lo que pasaba cuando él ya lo sabía.

— Te contaré una vez que salgamos de aquí, todos me miran raro, no lo soporto. — dije con una expresión de asco.
— Estoy seguro de que ellos tampoco soportan el olor de un licántropo y menos en luna llena. — respondió en su defensa rascando su nariz.

Salimos del edificio y nos dirigimos a la azotea del internado, tenía algunas ideas para torturar a Bryan hasta que me dijera en donde estaba mi padre, no lo dejaría ir hasta que me dijera toda la verdad.

No le dije a Bryan a donde nos dirigíamos solo le dije que me siguiera y él sin ninguna duda lo hizo. Que tonto.

Tomamos el elevador hasta la azotea, él me miró extraño y sin que él me viera tapé todas las entradas, para que así no pudiera escapar.

— Crea una barrera invisible por toda la azotea, así no podrá escapar.

Entonces, le hice caso a mi padre e hice lo que me pidió, ahora si, no habría escapatoria.

— ¿Qué ocurre Luna? ¿Qué hacemos aquí? —preguntó desconfiado.
—Escucha Bryan, no quiero hacerte daño, así que será mejor que me digas ahora en donde tienes a mi padre o habrá consecuencias y muy graves.
— ¿De qué hablas? —preguntó inocentemente.
— Sabes perfectamente de que hablo, Kevin, no te hagas el idiota. ¿Dónde está mi padre? Tú y los chicos lo raptaron. — respondí con furia mientras sentía como mis garras y colmillos salían.
— En serio, Luna. No se de que hablas. —volvió a decir.
— Te arrepentirás, Mouque. Juro que te arrepentirás. —gruñí para después convertirme en lobo.

(...)

— ¿A donde vas Bryan? — pregunté acercándome al borde de la azotea a paso lento —. Vamos, no te haré más daño, solo dime donde está mi padre y te dejaré ir... solo te pido eso. — casi rogué.

Bryan miraba hacia abajo, imite su acción y divise a la manada, al parecer se habían podido controlar, pero, eso no me detendría.

Obligué a Bryan a mirarme, lo tome del cuello de su camisa que antes era blanca y lo acerqué al borde, estiré mi brazo para que su cuerpo quedara colgando y mi mano deteniendo el cuello de su camisa era lo que definía si moría o vivía.

— ¿En dónde está mi padre? — la sangre del labio y boca de Bryan se empezaba a escurrir por mi brazo y goteaba al llegar a mi codo.
— E-en el bo-bosque.
— ¿tan difícil era decirlo? — reí y lo solté.

Salte desde la azotea hasta el suelo, corrí hasta el bosque y de pronto paré en un lugar en donde no había árboles y lo único que alumbraba el lugar era la luna.

— Luna, por aquí —escuche una voz y volteé a todos lados pero no veía a nadie —. Muéstrate  en tu forma humana y me verás.

Hice lo que me pidió y pude ver a mi padre justo en frente de mi y a su lado una mujer.

— Gracias por haberme salvado. — sonrió —Ahora podrás...

Casi no ponía atención a lo que decía mi padre ya que mi completa atención estaba en la mujer, de pronto escuche una rama romperse, voltee a todos lados pero no vi a nadie.

— Ven conmigo. — quería preguntarle quién era la mujer que lo acompañaba pero no me atrevía.

Me acerque un poco a él, lo suficiente para tomar su mano, sin embargo una voz me interrumpió: — ¡No Luna!¡ No lo hagas! —escuché gritar detrás de mi a Jos.

Genial, me habían encontrado.

— ¿Cómo tienes el descaro de venir después de que tú y tus amigos secuestraron a mi padre? —pregunté y lo miré con odio.
—Él no es tu padre, Luna. —dijo ahora Alonso
— Dios, son unos tontos si creen que les creeré. —sonreí y reí.
— No es una mentira, Luna. Él no lo es. — dijo ahora Kendall.
— ¿Tú? Creí que no podías controlarte en luna llena, solo eres un beta incrédulo que no pudo controlar ni a su manada. — respondí con odio.
— Luna, te están diciendo la verdad. —entonces un hombre idéntico a mi padre entró a la escena.
—Vamos, Luna. Seguro es alguno de tus amigos que se convirtió en mi para distraerte. Ven conmigo y estaremos a salvo. —dijo papá.
—Tienes razón, no se que seguimos haciendo aquí, hay que irnos papá — entonces tome su mano.
— ¡Luna, solo escúchate! ¡Jamás me has llamado "papá"! — gritó lo que parecía ser la réplica de mi padre.

José.

Demasiado tarde, el desconocido me tomó de la mano y desaparecimos. Intente moverme pero al querer mover la mano no podía, no sabía en dónde estaba, era un cuarto oscuro como un calabozo.

La única luz provenía de la ventana, la luna seguía en su máximo esplendor y yo no podia evitar el sentirme la persona más estupida del universo. Herí a tantas personas que ni siquiera sabía cómo podría pedir un perdón, arroje a Bryan por la azotea y lo único que esperaba es que estuviera vivo.

Perdí la noción del tiempo por un momento hasta que escuché pasos por detrás de la pared, el sonido de las llaves chocando unas con otras y un cerrojo siendo abierto fue lo que me hizo despertar. La mujer que estaba con aquel hombre apareció en mi campo de visión

— Tranquila Luna, te sacare de aquí. — saco una llave de su bolsillo quitando el candado de la cadenas y dejándome libre.
— ¿Quién eres? — pregunté sin quitarle la mirada a cada uno de sus movimientos.
— Tengo mis razones para ayudarte y no creo que quieras saber quien soy.

¿Quién demonios era?

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora