Capítulo 53

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Luna's Pov.

¿Entonces estás lista para tener tus recuerdos de nuevo? — preguntó Bryan.
— Creo, no lo sé. Ahora que va a pasar no estoy segura de quererlos de vuelta, es decir, me gustaría poder recordar mi infancia, pero, ahora tengo todo lo que una vez quise y no creo que sea necesario recordar el pasado. — dije jugando con el césped.
— ¿Entonces no convertirás al chico? — preguntó Fredie. Alce mi mirada para verlo, al instante Kendall y Jos le dieron un sape en la cabeza. Fruncí mi ceño.
— ¿Qué chico? — pregunté mirándolos.
— Ningún chico, Luna. Estupideces de José Alfredo. — respondió rápidamente Richard.
— Chicos, quedamos que no más secretos. — los miré seriamente.
— Tu padre planea que conviertas a un humano hoy a media noche en vampiro, así tú clan será más grande para cuando sea la hora de pelear contra Destructor. — comentó Liam.

Entonces recordé al chico detrás de mi en la coronación, con la cabeza tapada, él pudo haber sido un humano asustado, mientras yo recibía una corona felizmente.

Entonces mis inseguridades volvieron, ¿cómo puedo ser una buena alfa de la manada si no puedo identificar olores tan simples como las emociones? Y más en un humano que son más sensibles, ¿que clase de persona seré si ni siquiera reconozco mis propios aromas? ¿Que clase de elegida soy que no me conozco ni a mi misma?

— ¿Cuál padre? — pregunté mirándolos.
— Ambos. — contestó Tom.
— ¿¡Y todos lo sabían?! — grite decepcionada parándome del césped donde estaba sentada. Mi alfa se sentía decepcionada, sabía que yo misma me había prometido dejar de ser tan egoísta y pensar en los demás también, pero en este punto donde creí que podría hacerlo sola es cuando todo se está viniendo abajo.

— En mi defensa, yo no. — dijo Luke.
— Pero los demás si. Todos lo sabían, creí que confiaban en mi. — dije triste. Sentía como un nudo de posicionaba en mi garganta.
— Y lo hacemos Luna, pero... tus padres fueron muy estrictos y...
— ¿¡Mis padres!? ¡Yo soy su alfa, Kendall! Se supone que yo soy la que está a cargo de esta manada y este clan, no Niall, ni José. ¡Yo! — grité con lágrimas en los ojos, di un pisotón en el suelo y la tierra se partió —: No pienso convertir a nadie esta noche y por si quieren ir a darle un mensaje a mis padres, díganles que volví al internado. Mundo Mágico es una mierda. — dije triste limpiando bruscamente mis lágrimas, salí corriendo del lugar sin siquiera molestarme en tomar mis tacones una vez que había llegado de vuelta al castillo.

Odiaba el sentirme de aquella manera, el llorar sin control, odiaba ser débil y llorar por cualquier estupidez. Pero, de alguna manera a mi lobo también le afectaba, yo era una alfa pero mi lobo era más sensible y eso me obliga a serlo de igual manera.

— Luna, cariño, ¿estás bien? ¿Por qué no traes zapatos? Te enfermaras. — dijo Julia cuando me la encontré por el pasillo.

Limpie rápidamente mis lágrimas, sabía que sería inútil porque el maquillaje ya estaba corrido, además mis ojos hinchados y nariz rojiza me delataban. Al igual que el moco suelto que comenzaba a reprimir. No podía ocultar que había llorado.

— Lo lamento, Julia. Puedes decirle a Niall y a José que no convertiré a nadie esta noche. No puedo hacerle más daño a las personas, no quiero arruinarles su vida. — dije dejando salir más lágrimas.
— Oh cariño — Julia se acercó a mi y deje que me abrazara —, no estás sola en esto, Luna. Se lo complicado que puede ser para ti ahora todo esto y todo el estrés y la presión que debes de sentir, pero no estás sola.

Me aferré a mi segunda madre y por un momento me sentí a salvo con ella, llorando sobre su pecho, envuelta en sus brazos.

— Tranquila, cariño. No volverás a sentirte mal o a sentir algo en general. — comentó. Me separé un poco confundida por lo que había dicho, entonces, sin previo aviso sentí una pinchadura.

Me separé totalmente de Julia sintiéndome mareada. Note mi brazo en el cual había una aguja colgando aún de mi piel cuando fue pinchada, miré a Julia y ella ya no estaba. En cambio, una sombra negra la había reemplazado, un strigoi.

Tome la aguja quitándola de mi brazo, gotas de sangre comenzaron a caer. El mareo incrementó volviendo todo borroso para mi y mi lobo.

— Buenas noches, elegida. — susurró el strigoi mientras sentí el gran golpe que se llevó mi cabeza cuando caí.

(...)

— Luna... — susurraban varias voces a la vez — Despierta Luna... — susurraban una y otra vez.

Despierta...

La palabra hacía eco en mis odios, todo parecía extraño a mi al rededor. Ni siquiera había abierto los ojos cuando sentí una mano acariciando mi mejilla.

Antes de que pudiera dar una última caricia, tome la mano y abrí los ojos de golpe. Alonso estaba sentado a mi lado.

— Luna, hola. — sonrió sin importarle su mano que aún la tenía detenida.
— ¿Qué pasó? — pregunté confundida. El hueco en mi pecho era indescriptible y en realidad no me importaba lo que me había pasado, pero tenía curiosidad.
— Un strigoi cambia formas te drogo, aún no sabemos cómo pudo entrar al castillo. José y Julia preparan una poción para ti, estarás mejor en unas horas. — sonrió dulcemente. Rodé los ojos y solté su mano.
— ¿Te importaría traerme una botella de agua? — pregunté amablemente. Estaba en mi camara en el castillo, recostada sobre mi cama y la cercanía de Alonso me parecía totalmente innecesaria.
— Claro. — sonrió separándose de mi, dándose la vuelta para salir de mi aposento.

Rápidamente me levante de la cama acercándome lo suficiente a él, para tomar fuerzas y así romperle el cuello en un rápido movimiento.

Su cuerpo cayó al piso tirando un par de cosas de la cómoda al lado de mi cama. Alonso es un vampiro, estaría bien. Se recuperaría.

Camine hasta el espejo en mi tocador, mi maquillaje estaba corrido porque había llorado horas o minutos atrás, desconocía cuánto había dormido.

Sin embargo, ya no me importaba si mi manada me ocultaba cosas. ¡Al carajo!

Tome toallitas desmaquilladoras y quite todo el maquillaje bruscamente, volviéndolo hacer, haciéndolo quedar más natural.

Cambie el vestido que traía por unos jeans rotos, camiseta negra de tirantes con una chaqueta de mezclilla azul marino y unos tacones altos.

Me miré por última vez antes de irme, la corona en mi cabeza me hacía lucir estupida e ingenua, así que la saqué dejándola sobre mi cama.

Mire por última vez a Alonso y lo hice a un lado con mi pie ya que me estorbaba para salir.

No tenía idea de lo que el strigoi me había inyectado, pero ahora no me importaba nada de lo que me pasara o le pasara a los demás.

Y eso me encantaba.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Where stories live. Discover now