Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]

Capítulo 30

Maratón 1/?

Luna's Pov.

- Luna, hermanita, despierta. - susurraron en mi oído.

Rápidamente solté un puñetazo hacia la persona que estaba a mi lado derecho, me paré rápidamente de la cama y vi a Ian sobando su nariz de la cual empezaba a salir sangre y a Tom riendo sin cesar.

- Ay Dios mío, Ian. Lo lamento tanto. - me acerqué a él, hice que mirara hacia el techo apretando el tronco de su nariz mientras iba al baño por un poco de papel y ponerlo como tapón.
- No te preocupes, Luna. Supuse que era una mala idea teniendo en cuenta que subiste de nivel y tu lobo está alerta a toda hora - sonrió -, de cualquier manera me da mucho gusto verte, te extrañe. - me abrazo.
- ¡Ey! Yo también estoy, eh. - se quejó Tom dejando de reír.

Ian lo jalo para tener un abrazo familiar si se le podía decir así.

- Te dijimos que vendríamos. - sonrió.
- ¿Y Liam? - pregunté.
- Llegará más tarde, tenía unos asuntos que atender con ya sabes quien. - contestó esta vez Tom. Asentí.
- Bien, les mostraré el internado. - sonreí y ellos negaron.
- Hablamos con José, nos habló de tus insistentes faltas. Necesitas ir a la escuela, Luna. - regañó Tom.
- Por dios, no hagas como si eso fuera algo importante Thomas. Los tres sabemos que tengo asuntos más importantes que atender antes de la escuela.
- El saber que era un híbrido te cambio, ¿eh? La antigua Luna jamás se hubiera saltado una clase, mucho menos no ir a la escuela por una semana. - habló esta vez Ian.
- Si bueno, la antigua Luna era una estupida porque no sabía la verdad, todos le ocultaban cosas y al parecer lo siguen haciendo. - mire hacia el piso recordando lo que pasará con Sol.
- Si nosotros vamos contigo a clases, ¿tu vendrás? - preguntó Tom, Ian lo miró mal y Tom le dio un codazo en el estómago antes que dijera algo.

Mire a mis hermanos postizos y si lo llegaba a pensar bien, no estaría mal que eso pasara.

- Acepto. - sonreí.
- Bien, entonces báñate mocosa. - sonrió Ian hacia mi lanzándome una toalla que estaba colgada detrás de mi puerta.
- Te esperamos en la cafetería. - habló Tom antes de salir de mi habitación con Ian detrás de él.

Era bueno tener a mis hermanos conmigo, pero será mejor cuando Liam también lo este.

(...)

- Hola Luna, milagro que vienes a clases. Creí que te habían cambiado o algo así. - Jack llegó sentándose a un lado de mi.
- Hola Jack. - sonreí -, he tenido varios problemas pero se podría decir que estoy de regreso.
- Increíble y por cierto, ¿quiénes son los dos chicos con los que has estado? - preguntó con intriga.
- Mis hermanos. El alto se llama Ian y el bajo es Tom. También son híbridos, pero, ellos son mitad licántropo, mitad hechicero. - sonreí señalando a cada uno.

Ambos estaban sentados unas dos mesas delante de nosotros, José los inscribió temporalmente con la excusa que solo estarían de prueba, dándoles casi el mismo horario que el mío.

Cuando baje de mi habitación cambiada y arreglada para la escuela, me dirigí a la cafetería encontrándome con el clan de vampiros, mi manada y mis hermanos. Presente a todos y cada uno de ellos, supongo que todos se llevaron bien.

- Increíble - mencionó Jack sin dejar de ver a Tom.

Por mi mente pasó la idea de que Jack fuera homosexual, a veces hasta bi, sin embargo, no me gustaba hacer suposiciones de las personas que aún no conocía bien.

La señorita Brooklyn entró y la clase comenzó.

(...)

- ¿qué tal les fue en su primer día? - preguntó José.
- Creo que la señorita Brooklyn me odia. - mencionó Ian con un sonrisa.
- Lo interrumpiste seis veces, Ian. Hasta a mi me caerías mal. - comentó esta vez Tom. Yo solo reía.

José nos cito a los tres en su oficina junto a Sol y Carlos, mi hermano.

Era extraño estar en una oficina con ambas familias, pero, si estábamos nosotros era porque el tema es delicado.

- En fin, ¿de qué querías hablarnos? - pregunté yendo directo al grano.
- Se que no te hemos explicado bien las cosas que están pasando, Luna. Pero, es porque no hay muchas cosas que necesites saber, sabes a cerca de tu coronación y el eclipse de sangre; sabes que ambos serán en un solo día en el cual matarás a Destructor, pero, en este periodo de tiempo hay varios solsticios que tenemos que atender, pero, no son cualquier solsticio, ¿sabes lo qué es? - preguntó.
- Un solsticio, quiero pensar que te refieres al de invierno, es cuando el sol está en su máximo esplendor para no hacerlo tan largo, es mi explicación en resumen. - solté un bufido -, alguien me explica, ¿qué tienen que ver los solsticios?
- Por eso estamos aquí - la puerta de la oficina de José se abrió dejando ver a Liam. Sonreí al verlo -, en el solsticio Destructor y tú tienen una pelea, no los involucra a ustedes pero si a su ejército. Necesitas un vampiro, un licántropo, una bruja, una hada, un fénix y un híbrido. Todos pelearán contra las mismas criaturas que Destructor elija, gana el que mate a las criaturas del otro. Si tú ganas se te otorga un regalo especial, al igual qué pasa si Destructor gana. - sonrió Liam explicando.

Sonreí ante él, tenía mucho que no lo veía y ahora estaba muy cambiado. Lo había extrañado demasiado; corrí la poca distancia que había entre nosotros y lo abracé.

- Te extrañe mucho. - susurre. Enterré mi cara en su cuello olfateando su olor. Café y menta. Siempre sentía ese aroma, sin embargo ahora lo hacía más que entendía mi naturaleza.
- Y yo a ti, pequeña. - me atrajo más hacia él sin dejar un espacio libre entre nosotros y copió mi acción -. Tu aroma es más fuerte, es dulce pero es fuerte. Me gusta.
- Ejem. - Ian exclamo. Ambos sonreímos y nos separamos. José se acercó a nosotros, nos tomó de un hombro a cada uno y nos separó aún más.
- Entiendo que hacía mucho que no se veían y que tuvieron historia, sin embargo, tenemos que arreglar lo del solsticio. Así que por favor, un poco de seriedad.

Seria una charla larga.