Capítulo 74

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Luna's Pov.

Mi pecho comenzó a doler en mis sueños, me levante rápidamente con mi cabello hecho un asco por el sudor que caía por mi cuello y mi respiración cortada.

Mi pecho se reprimió cuando sentí un dolor inexplicable dentro de mi, sentía mi corazón parar y el dolor llegar hasta mi mente. Algo no estaba bien.

Me acerqué al gran ventanal de mi alcoba, abrí con esfuerzo las cortinas y noté el clima siendo un asco. Las nubes grises parecían estar llenas de agua lista para ser arrojada y los truenos a lo lejos solo eran señal de una tormenta, sin embargo, el chillido del viento llegó a mis oídos con un dolor inexplicable. Los pinos se movían con mucha agresividad hacia los lados cuando el viento chocaba con ellos y el grito de este solo hacía doler mis tímpanos a pesar de que no fuese tan fuerte.

Me puse una bata y salí de mi alcoba lo más rápido posible, el collarín que aún traía puesto comenzaba a quemar contra mi piel y dudaba mucho que fuese normal. Tenía que encontrar a mamá Julia.

Al salir al pasillo este estaba desierto, toda luz o pista de alguien había desaparecido. La energía se sentía pesada y el lugar parecía triste por una capa de color grisáceo que adornaba el lugar.

— ¿Qué carajo...?

Comencé a caminar por el lugar desierto. No había ni una sola alma y comenzaba a asustarme porque no podía sentir el lazo de mis betas, pero, había algo más palpitando de mi pecho y en una esquina de mi mente.

Era un nuevo estilo de lazo que jamás había sentido. Era diferente al de mis betas o al que compartía siendo alfa de mi manada, era más cálido y se sentía oscuro, pero tenía algo que me hacía acercarme a él y apreciar su color rojo con café.

Entonces cuando estaba a punto de tocarlo para saber a quién le pertenecía aquel lazo, escuché pisadas rápidas. Más específicamente, eran patas de perro corriendo hasta mi ubicación. Por un momento me sentí esperanzada que fuesen mis betas, pero me equivoqué notablemente cuando un lobo siberiano, más grande que cualquier perro husky, me miraba detenidamente una vez que llegó hasta mi y sin dudarlo se lanzó contra mi.

Lo esquive a tiempo cuando sentí que su colmillo alcanzó a hacer un rasguño en mi hombro derecho. El lobo se detuvo cuando otros dos se le unieron. Uno de ellos siendo del mismo tamaño que el siberiano que me atacó recién con la única diferencia de que era de color rojo, mientras que el otro era un lobo ártico con pelaje preciosamente blanco. Juraría que su lobo se parecía al mío, con la diferencia de que yo sería muchísimo más grande.

El trío lobuno me gruñó antes de volver a correr hasta mi y yo por delante de ellos comencé a hacer lo mismo con la esperanza de que alguien viniera a salvarme. No podía convertirme, ¿Qué carajos se suponía que debería hacer contra aquel trío salvaje sin mi lobo? Rápidamente me encerré en una habitación sin ser vista por el trío, me apoyé en la puerta recuperando la respiración e intentando pensar en ideas. El lazo se volvió de un color más vivo cuando la vaga idea de tocarlo pasó por mi mente.

Eres una hibrida, Luna. No seas estúpida. Sabes lo que debes hacer, entonces hazlo. Escuché una voz en mi mente, que no era mía y se escuchaba más como una voz grave. De algún lado la conocía yo.

El lazo volvió a brillar en mi mente cuando lo toque sin esperar nada a cambio, sentí un revoltijo de emociones en mi estomago y lo solté. De pronto, mi mente se nublo y plenamente creí que sería mi final cuando escuché los rasguños detrás de la puerta, cada vez más desesperados.

Me separé de la puerta para buscar un lugar en donde esconderme, era obvio que si no lo hacía, sería su próxima comida y no tenía planeado serlo.

Debajo de la cama en la que estaba en se momento cerré mis ojos y lo único que veía era aquel maldito lazo. Me armé de valor y lo tomé con fuerza estrujándolo entre mis dedos desesperadamente cuando escuché que los lobos habían logrado entrar y había un lobo blanco más con ellos.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Where stories live. Discover now