Lo que ella logró ocultar 5/5

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Oikawa estaba congelado en frente del apartamento 29, no era propio de él estar tan tímido en ocasiones como esta, él era bastante seguro de si mismo, pero sentía que aun no tenia las agallas para enfrentarla se maldijo así mismo al no aceptar la propuesta de iwaizumi de acompañarlo, así ella estaría menos alerta y mas relajada. Una punzada de dolor lo enfrió y con determinación tocó el timbre, se escucharon pisotones, el pánico volvió, la puerta se abrió con fuerza y vio a su amada con el ceño fruncido y su ya habitual tapa bocas.

-Ya te he dado suficiente! Que mas deseas de m...- entre gritos se quedo estática al ver que frente a ella estaba otra persona y no la que esperaba. Palideció- o..oi...oikawa que haces aquí?-

-vine a traerte los apuntes, como tu resfriado ha empeorado mikageSensei me ha pedido que te pusiera al día-

-no es buen momento...- dijo ella mientras agarraba su cara con expresión de pánico, su cara estaba blanca como la de un fantasma- oikawa podrías venir mañana? Hoy no es buen momento, debes irte-

-sucede algo malo?- lo había discutido con iwaizumi días atrás, el moreno le había contado lo que ella le había dicho cuando tuvo lugar el malentendido con takeru, ella miraba el pasillo por donde había llegado él- tal vez... Tenga que ver con esa persona?-

Ella lo miro sorprendida, estaba estática, pálida e inerte parecía una estatua en medio de una plaza. Notó entonces que su cuerpo comenzó a temblar ligeramente.

-que sabes... Sobre esa persona- su voz era suave y entrecortada, como si estuviera a punto de llorar- debes irte-

-Maldita mocosa!- el grito sobresalto a ambos, oikawa dirigió su mirada a la mujer que había visto hace minutos en la recepción, mientras que mahiro se quedo contemplando el piso con los ojos sombríos- Como te atreves a cancelar la transacción!-

Ella tomó con fuerza el cuello de la camisa de mahiro y la alzo para que pudiera ver su rostro, el alboroto hizo que otra mujer salieran corriendo del apartamento 29, era muy guapa e incluso parecía extranjera, sus ojos cobrizos dilataron preocupación y asombro al ver a oikawa.

-Tu zo*** mánager eres quien le ha estado metiendo esas porquerías en la cabeza?- la azabache desprendía veneno con cada palabra, oikawa apenas podía asimilar lo que estaba ocurriendo frente a sus ojos.

-Ritsuko lleva a oikawa a la sala- la mánager parecía contrariara en dejarla sola con esa persona tan peligrosa- Ahora! Oikawa anda con ella!- la mujer tomó al castaño por el brazo y comenzó a guiarlo dentro del apartamento, la azabache la zarandeo fuertemente.

-Estoy aquí, escoria. No intentes ignorarme, sabes lo que sucede si me haces enojar-

-Oiga! Que le sucede? Dejé a mahiro-chan en paz- ese asunto parecía personal, pero aun así era mahiro con quien se estaba metiendo, sus dientes estaban apretados producto de la rabia que había acumilado recién- usted no tiene nada que ver con ella- la mujer lo miró asqueada y con una expresión de odio puro.

-Ese mocoso también te ha estado metiendo porquerías en la cabeza?- soltó el cuello de la camisa, para ahora tomar el cabello violeta de chica alzándolo hacia arriba, mahiro dio un quejido de dolor- estas teniendo una vida cómoda, escoria-chan. Yo también hubiera tenido una vida cómoda si tu no hubiera nacido!- con la mano libre la abofeteo fuertemente, oikawa iba a parar la rudeza innecesaria, incluso creía que si no se controlaba iba a ser capaz de moler a golpes a esa mujer, los brazos de la mánager lo pararon, él la miro y ella solo negó en silencio mientras lloraba de impotencia.

Después dos abofeteadas mas, cada vez mas fuertes la mujer la soltó suspirando mientras se limpiaba las manos como si hubiera tocado algo sucio.

-No vuelvas a cancelar la transacción o tendré que venir otra vez a explicarte en que posición estas- Mahiro estaba en silencio y sin mirarla- Recuerda basura-chan existes solo por que la ley me impidió abortarte, se me útil por lo menos una vez en tu vida-

La mujer dejo el resintió como si no hubiera causado gran alboroto. Oikawa aun seguía sostenido por la mánager y mahiro aun estaba mirando a la nada.

-No desistes de haber venido, ver algo tan lamentable...- sus hombros comenzaron a temblar frenéticamente y sus lágrimas no dejaron de caer

Oikawa se acerco a ella y la envolvió en sus brazos, empezó a darle besos en la cabeza como forma de consolarla, ella no dijo nada mas, acepto el calor reconfortante del cuerpo del castaño y siguió llorando sacando toda su frustración acumulada.

VolleyBoyWhere stories live. Discover now