Momoe

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Las clases transcurrieron con mucha normalidad, mahiro se había dado cuenta de que ambos jugadores le habían tomado mas confianza hablaban mucho más en conjunto, en los descansos se iban cerca de su asiento y comenzaban a charlar animadamente, las chicas de su clase no parecían afectadas por esto, tal vez porque oikawa estaba respetando su espacio personal y no era muy mimoso con ella o porque simplemente las otras chicas no la consideraban rival ni una amenaza.

La repentina llegada de makki al salón no pareció alarmar a nadie, pero se le notaba algo indeciso de la situación, se acerco a oikawa con paso rápido y se planto justo en medio de mahiro y él, esto no parecía hacerle mucha gracia al setter pues lo miro reprochante.

-Oikawa... Alguien quiere hablar contigo- el castaño arco una de sus cejas confuso sin dejar de mirar a makki- Es Momoe Sayu- puntualizó.

Mahiro no parecía sorprendida, en realidad ya se había hecho extraño que Momoe no se le hubiera confesado a oikawa cuando Makki le había informado hace unos meses.

-No iré a hablar con ella...-

-Ya ella esta aquí, en la puerta- hablo con cautela para que no se escuchara lo suficientemente alto- si quieres rechazarla hazlo, pero no quiero ser yo quien le de la noticia-

El setter suspiro y se dirigió a la puerta junto con el jugador, mahiro no hizo ni un movimiento para detenerlo o intentar seguirlo, pero iwaizumi notó que estaba un tanto nerviosa.

-No te preocupes- colocó una mano en su hombro para tranquilizarla sonriendole- Oikawa puede ser un imbécil, tarado, mujeriego, estúpido, cerebro de maní...-

Ella río suavemente.

-me das muchas esperanzas, hajime- le sonrió y el le devolvió el gesto.

-pero hay algo que debes saber, si el se propone hacer algo lo cumple. El quiere estar contigo Mahiro, no dudes de sus sentimientos-

Antes de irse el setter volvió a ver como mahiro reía con iwa-chan, cerró sus ojos por un momento y negó con la cabeza continuando su camino, no debía ponerse celoso por tonterías confiaba en iwa-chan y en mahiro. La hermosa Sayu estaba frente a él, sus dorados cabellos semi ondulados y ojos de un azul cielo tan Claros que eran de alguna manera hipnotizantes.

-Oikawa-kun- llamo melosamente mientras batía sus largaspestañas postizas- podríamos hablar en un sitio mas... Privado- el castaño estuvo a punto de decirle que no, pero sayu eran de las chicas que le gustaba la atención y seguramente haría un escandalo.

-Claro-

Se ubicaron en la azotea en donde mahiro se le confeso por primera vez, río para sus adentros sentía que era el karma que jugaba con él. Había rechazado a Mahiro por que estaba enamorado de Sayu y estaba enamorado de ella por que de rumoreaba que era Saiko.

-Oikawa-kun siempre he estado enamorada de ti. La primera vez fue en primaria, luego cuando te vi de nuevo aquí en el Aoba Johsai...- comenzó mientras jugaba con sus dedos toda sonrojada- sentí que era el destino, que estamos conectados de alguna manera... Eso hizo que me enamorara aun mas de ti, por favor... Sal conmigo-

El castaño no esperaba algo tan emotivo de parte de la rubia, siempre era tan segura de si misma y radiante, que nunca imagino verla así de nerviosa, estaba pensando rechazarla lo mas tosco posible, para que no viera posibilidades con él, pero se arrepintió instantáneamente en cuanto la vio esperar su respuesta temblando ligeramente.

-Yo...- no sabía que decir, como rechazarla, empezó a formular otra respuesta... Pero eso solo implicaría herir aun mas a mahiro- porque a mi?-

-Yo..yo... Siempre te he observado, cada partido, cada práctica. Siempre he estado observándote iba a declararme antes pero... No había tenido el valor de estar frente a ti- sus Lágrimas comenzaron a brotar acercándose al castaño y dejando caer su cuerpo contra el de él, no espera tal contacto físico, no noto el leve crujido de una puerta.

-Sayu-chan, escucha yo...- ella lo abrazo con fuerza intentando que no se escapará.

-por favor... Sal conmigo-

Detrás de la puerta era el azabache quien estaba decidiéndose si abalanzarse y moler a golpes a oikawa o esperar a que pasará la situación y preguntarle si todo había sido un malentendido. Él y la violeta habían decidido subir a la azotea a comer el almuerzo juntos mientras esperaban al castaño, para la insufrible sorpresa oikawa y sayu se estaban poniendo cariñosos frente a él, mahiro no podía ver que sucedía ya que el As del equipo le obstruía el paso.

-Hajime, que sucede?- preguntó confusa al no saber que era lo que ocurría, solo podía adivinar por el rostro sombrío del azabache que no era nada especialmente divertido.

-N-No es nada, es mejor que bajes, comeremos en el salón- le dio la comida que había comprado en el cafetín del instituto y empezó a arremangarse las mangas.

-pero... Porque? Que sucede?- su curiosidad siempre era muy insistente, no le gustaba no saber ni enterarse de nada, avanzo con paso decidido hacia la puerta el azabache la tomo firmemente de los hombros para que no siguiera su camino- Hajime! Que pasa? Dejame pasar-

-son unos tórtolos solamente, están... Ellos...- volvió la mirada a la puerta semi abierta y quedo paralizado por unos momentos.

-hajime si solo fueran tórtolos no estuvieras actuando de ese modo...- en su momento en que el azabache se distrajo, ella avanzo hasta la puerta y miro lo que posiblemente no hubiera querido ver en toda su vida.

Oikawa estaba besando a Sayu la tomaba de la cintura y de vez en cuando le acariciaba la espalda, su boca hizo una forma de O! Y algo muy dentro de su ser comenzó a quebrarse, el azabache la agarro de la muñeca para que ella no comenzara a correr, pero ella fue mas rápida que él y se zafó, salio disparada a cualquier sitio, quería estar en cualquier lugar menos en ese sitio, no quería volver a ver el rostro de oikawa o de sayu.

VolleyBoyWhere stories live. Discover now