Esa persona

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- Vaya! Esa mujer es bastante cruel- la voz despreocupada de la enfermera hizo molestar un poco a oikawa, ella se encontraba moviendo el rostro de mahiro de un lado a otro para comparar la hinchazón- La inflamación no parece tan mala, tienes un corte en la boca y el cardenal se hizo mas grande-

-mas grande?- el susurro de oikawa llego a los oídos de la mujer, ella voltio a verlo, estaba parado a un metro de ellas, tenia una cara de espanto y sus puños apretados.

-Oikawa no hay nada de que preocuparse, desaparecerá en unas semanas- volvió a prestar atención al rostro de mahiro, tocando delicadamente el hematoma- Te duele mucho?-

-n..-

-Que no me preocupe! Una mujer acaba de venir y sin razón alguna a empezado a golpear a Mahiro-chan. Como no quiere que me preocupe!!?- sin querer había alzado la voz por el coraje y la mujer de bata blanca lo miro con una media sonrisa en su rostro.

-bien dicho chico! Me has convencido- el castaño fruncido en ceño, no era el momento para estar jugando- la persona que viste, esa mujer es la madre de mahiro por si no te diste cuenta-

Oikawa quedo en silencio por unos minutos y entonces recordó lo que le había dicho esa mujer antes de irse " existes solo por que la ley me impidió abortarte, se me útil por lo menos una vez en tu vida" apretó sus puños con más fuerza, mahiro no le había dirigido la palabra desde que se calmó, ni siquiera lo miraba a la cara.

Por otro lado la violeta solo pensaba en lo malo de la situación, su madre ya sabia la existencia de oikawa, lo había visto y lo había marcado. No eran buenas noticias.

-Oikawa- alzó la voz para para que él le prestara atención- no debes mencionarle a nadie lo que has visto hoy, ni siquiera a hajime-

-que!? Iwa-chan debe de saber esto y mas importante que eso, por que actúas de esa manera, vamos a denunciarla! Por abuso, no puedes quedarte sentada- la violeta no se movió de su sitio.

-prometeme que no le dirás nada a nadie, hoy no ha pasado nada-
-no voy a olvidar esto-

-oikawa...- su voz sonó como una advertencia, pero el castaño no estaba dispuesto a ceder.

-si usted no esta dispuesta a actuar, yo si lo estoy- tomo su teléfono marcando el numero de iwaizumi, estaba seguro que entre ambos podrían proteger a mahiro de esa hiena, mahiro corrió hacia él y rápidamente le quitó el teléfono colgando la llamada entrante.

-oikawa esto...- sus labios se apretaron, no quería decirle nada,, no quería implicarlo.

-esto siempre ha sido así- la enfermera hablo, llevándose la atención del castaño- su madre siempre ha abusado de ella desde que era pequeña, no es algo que tu puedas cambiar de un día para otro- El castaño miro a mahiro, ella estaba con la mirada ensombrecida y no le dirigía la mirada- Los abusos disminuyeron cuando la hermana de esa persona se quedo con la custodia de mahiro, eso fue en secundaria. Pero cuando mahiro se hizo un nombre con el seudónimo de Saiko, esa persona volvió a aparecer y lleva tiempo queriendo quitarle la custodia a kage-chan. Mahiro le hizo prometer a esa persona que pagaría sus deudas y le daría un abono de su trabajo si dejaba de pelear la custodia, pero lo que hizo fue pactar con el diablo- el ceño fruncido de la mujer demostró su molestia.

-entonces ella estaba aquí por...-

-porque yo había cancelado todas la transacciones, seguramente notó que ya no había dinero en su cuenta. Pensé la primera vez que funcionaría, que por fin me alejaría de ella, estaba equivocada- toco su rostro golpeado haciendo una mueca de dolor- esta vez iba a hacerle entender que ya no la mantendría, ya que la custodia solo podría ser posible hasta los 18 años, están cerca de ser libre. Pero en cuanto te vi aquí... Yo...-desvío su mirada frunciendo los labios- me acobarde-

Se abrazo así misma para contener las lágrimas, se sentía tan miserable de que oikawa la viera en esa situación, estaba apenada, avergonzada y se sentía humillada. El castaño se acerco a ella para rodearla en sus brazos, pero ella lo alejo, rechazando su cariño.

-es hora de que vuelvas a casa, oikawa- ella abrió paso a la entrada principal y él la siguió en silencio, abrió la puerta esperando a que se fuera tranquilamente- nos veremos luego-

La mueca de frustración no había desaparecido del rostro del setter, los cardenales se veían mucho mas graves de lo que le había dicho la enfermera, el rostro sereno de mahiro no le quitó los nervios que aun estaban a flor de piel. Sus labios se apretaron haciendo una linea recta, y tomo los brazos de mahiro con fuerza acercándola a su rostro, le dio un beso casto en los labios, sorprendiéndola y luego beso sus mejillas moradas.

-da por hecho que esto no se quedara así, mahiro-chan- dijo con sus ojos fijos en los de ella, y luego de otro beso salió del apartamento, dejándola atónita.

VolleyBoyWhere stories live. Discover now