4.- Sarah Angie Favrè

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-Señorita, despierte, hemos llegado-

Moví mi cabeza, abriendo mis ojos con dificultad, acaso me había dormido? Me saqué los audifonos y agarré mi mochila, el chofer me abrió la puerta y yo me baje, miré completamente deslumbrada la fachada de la escuela.

-Por favor sigame- me dijo

Estaba cargando todas mis cosas, y yo sólo llevaba mi guitarra y a mi misma, me sentí algo culpable en cierto modo, vengo de una casa donde la gran mayoria de las cosas las hago yo

-Yo también puedo ayudar, si quiere-

-Oh no se moleste, señorita, es mi deber-

-Esta bien- me encogí de hombros

-Por favor sigame, la llevaré a su habitación-

Acaté, no quería parecer mal educada, por lo que seguí al señor, sólo cargando mi mochila, en la cual tenía uno que otro libro o cuaderno, mi estuche, mis entradas de los conciertos a los que he ido, me gustaba tenerlas conmigo, las había sacado del marco en el cual las tenía, y me las había traído, también tenía mi poster conmigo, era mi favorito, y antes de venir, había preguntado si podía traerlo, a lo cual me respondieron que sí, también tenía mi cepillo de pelo y mi cepillo de dientes, entre otras cosas.

Finalmente llegamos a un edificio ubicado en la parte de atrás de la escuela, era de tres pisos, y al parecer, estaba dividido en dos, me quedé un rato contemplandolo hasta que decidí avanzar, también porque me sentía observada, alcancé al chofer antes de que me dijera algo, entramos y el se detuvo en la puerta de la entrada.

-Hasta acá puedo llegar señorita, que disfrute de su estancia en Londres- me dijo -Si necesita algo, el número del auto esta en todas las habitaciones de los estudiantes- 

-Muchas gracias- le dije y asentí

Este se retiró y yo agarré las pocas cosas que traía, me habían dicho que mi habitación estaba en el último piso y que era el treinta y tres. Con las cosas en la mano subí, estaba algo nerviosa, no sabía nada de nada, por suerte, sé inglés y eso tal vez me ayude a defenderme, si no supiese, estaría jodida, y mucho.

Llegué al tercer piso, busque con la mirada algún número y lo encontré, me acerqué a la puerta cargando mis pocas cosas, y abrí la puerta con la llave que estaba ahí, y entré.

-Por la chucha- dije al entrar, y me aseguré de que no hubiese nadie alrededor

Entré, era morada, tenía una cama baja al costado derecho de la puerta, un pequeño velador al lado de este, un escritorio al lado de la ventana y un closset con un espejo, en la cama cabe decir, había una caja relativamente grande, por lo que me sorprendí bastante. Deje las cosas a un costado de la cama y cerré la puerta.

-Que... Que demonios, todo parece ir bien de repente...- susurré para mí

Agarré la caja y la abrí con cuidado, habían unas cuantas bolitas de plumavit, la vacíe con cuidado y adentro había algo de ropa y zapatos, los saque, un par de jeans, un par de zapatillas converse, y otro más que era de botas converse, de cachascanista como diría allá en chile alguien, unas cuantas poleras tanto de Paul como de The Beatles y The Rolling Stones, negras todas, y un par de chaquetas de jeans con parches cosidos en las mangas. Y la guinda del pastel, un tocadiscos con dos vinilos dentro, y esos vinilos eran Help! y Rubber Soul, a lo cual yo me impresioné, quien me daría estas cosas? Sobre todo con estos dos álbumes que son de mis favoritos...
Alguien golpeó la puerta y guardé las cosas de nuevo y las deje detrás de la cama, y me paré a abrir la puerta. Había una chica rubia, blanca y de ojos verdes afuera, algo más baja que yo.

Mi padre es Paul McCartney.Where stories live. Discover now