15.- You can come to my place if you want to

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[Estaba escuchando Dance Tonight y pues esto se me vino a la mente]

James ya se había ido a su casa, su mamá lo había estado llamando para que se fuese, y bueno, en cuanto a mí, me quedé sola, en toda la residencia.

Prácticamente tenía todo el lugar para mí, aunque no del todo, pero sí podía ponerme a cantar, y no necesariamente tenía que ir al studio.

Me senté en la cama y agarré mi guitarra, diez y diez de la noche, estaba sacando de mi cabeza los pensamientos ridículos d que saliese algún fantasma, hace tiempo no pasaba eso de todos modos, y bueno, solía ponerme muy paranoica, eso y que donde vivía antes me solían penar... Como sea, comencé a tocar el bajo del medley del Love, era siempre el mismo de Drive My Car, pero la voz era la que cambiaba, por lo que eso me complicaría, como estaba acostumbrada a la típica voz de Drive My Car, me iba a costar más, pero aun así lo intentaría.

Comencé a tocar el bajo en la guitarra, con los ojos cerrados y comencé a cantar, a todo pulmón. No tenía mucho sentido porque no necesitaba hacer eso, no requería mucho esfuerzo.

Cuando iba a la mitad, me detuve, alguien golpeo la puerta, y mi primera reacción fue poner mi guitarra a la defensiva, y me acerqué a la puerta. Aclaré mi voz y tragué saliva.

—Quién es?– pregunté en inglés, claramente.

—Hola?– oh Lennon mío —Soy Paul, Paul McCartney

Abrí la puerta sin pensarlo dos veces y sí, Paul estaba ahí fuera, por poco y grito de la emoción

—Creo que te emocioné– me dijo riendo

Yo reí nerviosamente, no sabía que decir, incluso sentía que me iba a desmayar.

—Eh sí, ah...

—Tranquila, veo que te emocionaste demasiado– y rió —Tranquila, si no te salen palabras no te preocupes, sólo no te desmayes

Es era lo que no quería, pero sentía que me iba a morir.

—Intento no entrar en un colapso fangirl– dije nerviosamente y enredando las palabras —Ah lo siento

—Oh tranquila, entiendo que estés nerviosa, pero no entiendo porqué estás acá

—Pues... Porque no tengo dónde ir, estoy sola acá... Pero feliz

—Hey, si quieres, puedes venir a mi casa, conmigo, no me hace problema

Miré con un brillo en los ojos, y en mi interior gritando, como en un concierto de The Beatles en los años sesenta, estuve a punto de soltar un grito.

—Me encantaría! Perdón, me emocioné– y reí un poco

—Tranquila, además, necesito hablar contigo, en la oficina de mi casa

—Claro!

—Eres muy entusiasta– y rió —Lleva las cosas que quieras.

Asentí y le dije que pasara si quería, y que disculpase mi poster de él, a lo cual sólo rió, agarré mi mochila y saqué algo de ropa, lo cual metí en una maleta, y mi infaltable guitarra. Miré mi poster y lo saqué, era el que más me gustaba y bueno, el único que tenía.

—Eso es todo?

—Y casi todo lo que traje... Y un par de regalos que me dieron...– mentí, porque esas cajas aparecieron de la nada

—Oh está bien, vamos

Salí de mi habitación y apagué la luz. Paul me comenzó a dar cháchara, y yo me puse nerviosa, no sabía cómo reaccionar ante un Beatle de todos modos...

Mi padre es Paul McCartney.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora