Mi padre es Paul McCartney.

26.- El parque

Después de un tiempo, más o menos el de Echoes, llegamos a la salida del túnel, aunque si cuento todo el tiempo, fue más o menos como ir escuchando The Wall, de principio a fin, pero al fin habíamos llegado. James abrió la entrada y salimos a un callejón, bastante oscuro, como si hubiese sido el callejón Knockturn...

—Pregunta, vinimos a dar al parque directamente?

—Sí, y éste es el callejón Knockturn.

—Bueno yo quiero ir al callejón Diagon...

James me agarró de la mano de sorpresa y yo quedé casi petrificada, comencé a caminar por inercia, algo recorrió por mi espalda, pero no hice caso, se me fue de un segundo a otro, y seguí caminando con James, la verdad es que no podía creer que estaba en el parque temático de Harry Potter, era uno de mis tantos sueños si venía a Londres, el otro es recorrer todos los lugares en los cuales estuvieron mis ídolos, aunque, para ver sobre The Beatles, tendría que ir a Liverpool... Y no creo que en un fin de semana logre recorrer toda la ciudad. 
Salimos al fin del callejón Knockturn y dimos con la entrada al callejón Diagon, estaba completamente asombrada.

-Supondré que quieres ir por tus materiales de estudio, no? — me dijo sacándome de mis pensamientos

—Yo eh... Sí.

Sonrió y me llevó de la mano a Flourish and Blotts, lo cual no supe si reír o molestarme, ya que, aunque no hubiese estado acá nunca en mi vida, sabía perfectamente por dónde estaban las tiendas.

—Oye, sí conozco el callejón Diagon, no es necesario que me lleves como una niña de siete?

—Es que como nunca has estado acá...

—Bueno, no habría pedido venir si no conociera el lugar?

Reímos los dos y fuimos hasta la tienda, entramos y yo quedé boquiabierta, era hermoso, me encantaba el haber llegado a Londres...
Me acerqué a un estante y saqué los libros que quería, James estaba por otro lado, viendo otros libros, no sé, hice caso a lo que James me dijo y saqué muchos libros, de lectura, de Hogwarts... Estaba demasiado emocionada. Seguí mirando por la tienda y encontré un par de mochilas bastante rústicas, quise llevarme una.
James se me acercó y me agarró del hombro, él tenía otro par de libros en los brazos, y al verme a mí, se rió un poco.

—Pareces Hermione con tantos libros— me dijo riendo

—Bueno, me gusta mucho leer— le respondí con una sonrisa

—Bueno, vamos a pagar ésto.

Fuimos a la caja registradora y puse todo encima, la vendedora me miró con una sonrisa y luego miró a James, y miró los libros. Comenzó a pasar los códigos de barras a través del lector de precios. Al final, llegó al último libro y miró a James.

—Son ochenta y dos libras. Cuál es su forma de pago?

—Tarjeta.

James sacó una billetera negra y sacó una tarjeta, la deslizó por el lector e hizo todo lo que correspondía, yo casi sabía el proceso de memoria. Con las cosas ya pagadas salimos de la tienda y James no dijo nada.

—Gracias por haberme comprado eso...— dije tímidamente

—No es nada Trish, ven. — y volvió a tomarme la mano

Eso me causaba un revuelo en el estómago, era una sensación que no podía describir fácilmente, pero era muy lindo de su parte. 
Iba mirando a todos lados, fascinada, emocionada, no sabía qué decir o qué hacer, quería todo simplemente, pero no tenía casi nada de dinero, y no quería pedirle más a James, ya se había gastado un montón en los libros! Bueno, he de suponer que el precio sería alrededor de... Bueno, no sé exactamente bien el precio de la libra en éstos momentos... Bueno, no importa, después veo bien.
Sentí un giro, no tan brusco como para hacerme caer, pero sí para hacerme reaccionar y salir de mis pensamientos. Era la tienda de túnicas...