16.-: Press

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Llegamos a la casa de Paul y yo casi me caigo de espaldas, estaba entrando a la casa de Paul McCartney, quería gritar, gritar a todo pulmón, a lo que mi garganta diese a basto, no sé, era hermoso.

—Hemos llegado, supongo que ya sabías como era mi casa, pero quizá no por dentro– me dijo entre risas

—Cavendish, lo leí en una biografía– y reí

—Así que sabes eh? Cuál de todas las biografías tienes?

Me quedé un rato sin decir nada, ni siquiera tenía el pdf, me habían prestado el libro, así como muchos otros sobre bandas de rock.

—Ninguna– solté—Me la prestaron, no me alcanzaba la plata para comprarme libros, además, los libros en Chile eran extremadamente caros... Más que sus conciertos– eso último lo murmuré, me daba nervios de que me haya escuchado.

—Bueno, en la biblioteca de la escuela hay una sección con biografías de música y libros sobre la música.

—El paraíso– y reí —Oh, hablando de música, no me harán problema por no saber leer una partitura?

—Claro que no, cada alumno usa su técnica para la música, no es una obligación eso de las partituras, ya sabes, muchos músicos de tus favoritos no componían con partituras

—Que alivio, en mi otro colegio me retaban por eso... Siempre he sacado a oído, desde que recuerdo.

Entramos a su casa y yo quedé boquiabierta, era enorme, donde vivía antes, era apenas un cuarto de la casa, me quedé ahí estancada unos minutos, hasta que reaccioné y me moví. Eso era sólo la "pequeña" sala de estar, Paul me dijo que esperase mientras iba a hacer algo. Yo sólo me quedé ahí, mirando, cerré la boca para no babear, estaba realmente en la casa de Paul McCartney? Era real, miré a mi alrededor y me senté en una pequeña silla, todas mis cosas cerca de mí, me daba algo de nervios aún.

Miré hacia el otro sofá y vi una guitarra, sentí el impulso de querer pararme y ponerme a tocarla, aunque tenía la mía conmigo, pero no sé, esa guitarra se veía muy bonita, la mía lo era, no me quejo, pero, ya ni recuerdo qué marca era, una baratilla simplemente... No tenía la mejor del mundo, y tampoco tenía la pero del mundo, aunque, quién sabe.

Luego de un rato me llamó para decirme que lo siguiera, simplemente lo hice, me dijo que podía dejar mis cosas en donde quisiera, y que la guitarra, si quería, la llevara conmigo. Técnicamente no me despegaría de mi guitarra si estoy en otro lugar, o en otro país.

Entré siguiendo a Paul a una oficina, sí, la casa era tan grande que hasta tenía una oficina dentro, o es que yo nunca en mi vida estuve en algún lugar como este? Eso debe ser.

—Por favor, toma asiento.

Me senté en la silla del frente de su escritorio y miré un poco alrededor, y me topé con un cuadro con una foto de ellos cuatro, que nunca en mi vida había visto. Sonreí como estúpida y me emocioné un poco, tanto así que solté un pequeño "aw".

—Oh esa foto, linda no?

—Me encanta, es muy linda, no sé, porqué se tenían que separar!? Si Brian no hubiese muerto quizá seguirían juntos!– y me llevé las manos a la cabeza, siempre hago un drama así si se trata de mi banda favorita.

Paul solamente suspiró y alcancé a ver que asentía, eso era que era cierto? Si Brian no hubiese muerto ellos no se habrían separado?

—Lo siento, es que, si se trata de The Beatles, suelo perder la cabeza– y reí

—Oh tranquila, a veces pienso que me hubiese gustado salir con ellos en estos tiempos, o haber vuelto a armar la banda...

—Me gustaría retroceder el tiempo y evitar que maten a John, y evitar que George muera...

Mi padre es Paul McCartney.Where stories live. Discover now