Cosas del destino

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Esta vez tenía que planear un encuentro de la realidad hasta mi departamento. Aunque las mentiras no me parecieran un medio propicio, aún así tenía unir las corrientes filosóficas contemporáneas que afirman que la observación no altera la percepción del objeto, como una suerte de neorrealismo italiano, solo que la percepción de Aura María había que amasarla hasta que leve, como si fuese la masa de una pizza.

Por alguna razón estaba más tremendo que nunca, pensando mucho, sustrayendo cada pensamiento como un cuerpo de doctrina y con una racionalidad que seguramente no me convenía. Mis engaños llegaron parecerse a una forma de exploración de la realidad, aunque esta no era la idea inicial, solo pretendí fotografiar una realidad en la mente de esta muchacha, yo pensé que había que narrarle una realidad y nunca interpretarla.

La interpretación de Ferdinando usando a Angelo iba contra toda mi expresión personal, porque el peligro que implicó y aún implica hace que todo sea un riesgo y todo podría quedarse en la superficie total.

Todo esto se volvió caprichosamente personal, exagerando el contexto del amor sin caer en la frivolidad. Pero aún así, si ella supiese que él, soy yo, podría pensar que toda mi expresión personal fue y es una ridiculez extrema. Esto no se resolvería con una actitud firme de mi parte, porque mi dureza podría hacer que Aura piense que soy un hipócrita o en el peor de los casos un viejo demente que no tiene ninguna ocupación que andar engañando a mujeres en la web.

Aunque el último intento de conocerla resultó desastroso, al final me sentí totalmente apabullado. Esto no era lo que quería que sucediera. Pero mi hijo dice que yo estoy sumido en un refugio mental para evitar luchar y que tengo que saber muy bien lo que yo deseo para proyectar la seguridad en mí mismo porque si no la mente no se acoplaría con la realidad y la película de la vida estaría rodando sin ningún guión.

Yo soy el director de mi filme imaginario, pero como las cosas están saliendo bastante retorcidas y es algo que no puedo corregir, yo ya me siento paralizado de cuerpo y mente. Sentía que mi prejuicio y mi manipulación me iba a terminar matando por dentro.

—Vamos papá —chilló mi hijo al entrar por la puerta, tenía la aplicación de citas instalada en su celular para poder leer todo lo que hablaba con la blonda.

—Shhh, calma. Habla tranquilo, ya te voy a explicar la situación.

—Escucha, es lo siguiente hijo —dije, y empecé a caminar hacia el escritorio, pero luego decidí preguntar: ¿Revisas las conversaciones a cada rato?

—Te sugiero que dejes los reproches —replicó Angelo— cuéntame todo.

—La verdad que no hay mucho que explicar —repuse— ¿entiendes?... fue una cosa que surgió y fue rápido. Aura María dijo que estaba en el vecindario porque la habían enviado a la clínica privada que está cerca de la avenida, de acuerdo...

—Entonces tuviste el deseo de aproximarte a ella y la invitaste a esta casa —cuestionó Angelo enfurecido—. Cuando leí su conversación en el chat casi vomité del susto.

—Así es —admití—. Le dije que era tu padre. Ella lo creyó sin saber que tú nunca ibas a aparecer por aquí.

—Claro, aprovechaste que después del trabajo iba ir a la casa de Gloria para llevarla a ver a su abuela. Se nota que tenías todo bajo control, la hora y el momento perfecto.

—Lo sé, pero esto surgió de imprevisto, tuve que meterme en la ducha para bañarme en cinco minutos, tuve que ordenar la casa a toda prisa, bajar a comprar café y masitas, planchar mi camisa y mi pantalón en cuestión de segundos —expliqué hasta quedarme sin aire por la presión del momento.

Mi hijo mientras escuchaba, retrocedió con los ojos abiertos como platos, como si quisiese reprimirse frente a mí.

—Ahora ella cree que sos mi padre, porque padre es el cría ¿no?

—¿Qué insinúas?

—Nada, vos sos mi padre ¿entiendes? —añadió sospechosamente—, mi familia está aquí, contigo y con Gloria, ¿de acuerdo?

—Hijo yo sé... yo sé que este asunto no es justo para ti y sé perfectamente que estás decepcionado conmigo, pero yo te pido disculpas y solo te voy a pedir una cosa desde el fondo de mi corazón: si tienes un secreto sobre tu madre por favor dímelo, ¿puedo confiar en ti?

—Puedes —hizo una pausa para tomar un mate—, ¿y yo, puedo confiar en ti?

—Ay, hijo —dije calmadamente— , ¿no hice todo lo que estuvo a mi alcance para cuidarte y criarte?, ¿no fui siempre un buen padre para vos?

—Claro que sí, papá.

—Entonces... hijo. Yo te amo, ¿lo sabés?

—Yo también, papá, pero ¿cómo es que hiciste para que Aura María no se percate de lo que estaba pasando?

—La verdad que nada se planificó y no se programó —repliqué. Y Angelo asintió con la cabeza.

—¡Esto es una puta locura, viejo! —chilló llevándose las manos a la cabeza.

—Yo me quedé pensando en lo que significa mostrar y ocultar una imagen y una verdad, porque aquí la verdad esta omitida —murmuró mi hijo sin dominio de si mismo.

—Es todo tan surreal. Cuando tocó el timbre mi corazón palpitaba fuerte, pensé que me iba a desmayar cuando oí el barullo del ascensor subiendo al séptimo piso.

—¿Y que le dijiste al verla frente a frente por primera vez?

—Le dije que era una princesa y sus ojos pardos se abrieron, sus pestañas tupidas se desplegaron y sus labios pintados de rojo carmesí se curvaron. Una sonrisa pícara revoloteó en su rostro e hizo que tomara coraje para invitarla a charlar conmigo mientras supuestamente te estábamos esperando.

—Fua... eres diabólico, papá —dijo Angelo sumamente fatigado.

—¿Por qué? —pregunté con voz débil.

—Es tan simple —explicó tranquilamente mientras ponía la sopa al fuego—. Quisiera tener ese desenvolvimento y esa seguridad que vos tenés.

—No es así, esto es cosa del destino.

Un profundo surco se grabó en la frente de Angelo.

—No creo en el destino y por cierto no terminar en la cárcel porque vos le estás haciendo un Catfish a esa muchachita —dijo enojado—. Me parece mejor que te vuelva a desenchufar la pc hasta que la batería se acabe por completo, porque siempre vuelves al mismo punto de partida.

Al oirlo dejé de vagar con mi inconcebible pensativo. Pero por otro lado estaba muy feliz porque Aura María conmigo no había mostrado ninguna señal de timidez.

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CATFISH (Novela trash)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang