La mitad de lo que hemos vivido

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CLAUDIA=

Si tuviera que hablar de la experiencia que más me ha marcado durante estos años probablemente diría que fue el año en el que me besé por primera vez. Quizá porque no estaba preparada, porque me pilló por sorpresa, o quizá porque el beso fue un desastre pero me marcó, fue como el cambio que necesitaba. En realidad nunca me he enamorado, estoy esperando el momento o quizá mi corazón es el que me está esperando. Quien sabe.

Ya habíamos llegado hace tiempo a Barcelona, estábamos aparcados en una casa, era una casa de esas que salen en las películas pero mucho más cutre. Mis padres estaban hablando entre ellos, orgullosos de la casa aunque a mí no me gustaba, le faltaba el cariño que tenía la anterior casa. De repente decidí bajarme del coche, quizá porque me estaba mareando o porque simplemente quería observar el terreno donde iba a tener que vivir. Cuando me bajé, en frente mía estaba un niño, era de la edad de mi hermano. Y tenía unos ojos muy bonitos. Me cayó simpático al instante quizá por esa sonrisa que me daba confianza y es lo que ahora mismo necesitaba. 

- Hola - dijo

- Hola - sonreí amablemente

- ¿Eres nueva? Nunca te había visto - me dijo

- Sí, me acabó de mudar.

- Un placer - y me dio la mano

- Tengo un hermano de tu edad- dije

- Sí, lo he visto aunque está dormido

- Sí, tiene una facilidad para dormirse impresionante 

- Te va a gustar Barcelona 

- No sé yo, estaba acostumbrada a Madrid y es duro 

- Bueno, con el tiempo seguro que te adaptas. Tengo una hermana que también tiene tu edad. Se llama Carol. Y no suele estar por aquí, siempre está con su novio dando vueltas.

Me reí por su ocurrencia.

- Claudia - gritaron mis padres - despierta a tu hermano que ya viene el camión de la mudanza con todas vuestras pertenencias 

- Va - dice- bueno, un placer conocerte... ¿cómo te llamas?

- Gónzalo 

- Ah sí, Gónzalo. Pronto nos veremos.

Desperté a mi hermano que respondió con un bufido. Pero se levantó, y observó la casa como si estuviera haciendo un análisis exhaustivo. Entramos ante la mirada continua de nuestros padres. Cuando entramos simplemente nos quedamos de piedra, era gigante. Y muy moderna, a pesar del exterior. Lo primero que vimos fue un salón grande, con una televisión gigantesca, una mesa de pim pom... En seguida busqué mi habitación. Mi habitación era rosa, amplia y con un armario y un escritorio que combinaban perfectamente con el color de las paredes. Me senté, miré en el móvil y puse un par de mensajes a mis amigas para avisarlas de que ya había llegado. Miré la ventana que daba a la calle. 

- PUM PUM - oí un golpe - era en la ventana, miré y de repente vi a un chico, tenía el pelo despeinado y tenía unos ojos verdes profundos. 

- ¿Quién eres?

- Soy tu vecino - dijo sonriendo - y siempre que golpeó a la ventana nadie me respondía hasta hoy, por fin alguien se ha alojado aquí 

- Sí, me llamo Claudia. ¿Y tú?

- Yo me llamo Álex. 

- Ah - dije 

- ¿Quieres darte una vuelta por el vecindario?

Días de veranoWhere stories live. Discover now