Días de verano

Aquí estoy yo

AROA=

La gente cambia o eso dice, con los años perdemos personas y ganamos a otras. Cuando la vi, no sabía que pensar, tal era mi sorpresa. Habían pasado muchos años y muchas mudanzas, muchos errores y pocos aciertos. Había cambiado, tenía un brillo diferente. Me quedé parada, quizá por inconsciencia. 

- Hola - me dijo ella

- Hola - dije

- ¿Cómo te va la vida? - me preguntó 

- Genial - dije por inercia

- Me alegro, ¿la tuya?

- Bueno, estoy en un hospital asi que todo no va tan bien... 

- Ya, bueno

- ¿Quién eres? - dijo mi hermana que no piensa

- Me llamo Vera - dijo intentando forzar una sonrisa - ¿y tú?

- Soy Irene, la hermana de Aroa 

 -No sabía que tenías otra hermana aparte de... - dijo Vera y se calló

- No pasa nada, dilo, aparte de la que está en coma. Pero sí, han aparecido niños de repente. Esta es mi hermana con medio cerebro

- Oye - dijo Irene ofendida 

- Ellos son niños abandonados que acompañaban a mi hermana y bueno es una historia bastante larga de contar y no es un buen momento - dije con un bufido 

- Podríamos vernos algún día, creía que te habías mudado en Valencia - dije extrañada

- Pues no - dije incómoda

- Hola, guapa - dijo Diego

Vi como Vera se reía. Entonces les cogí a todos los niños esos de la mano para irme lo antes posible de ese espectáculo. 

VERA=

Pasaron bastantes horas y no había ninguna noticia. Estaba inquieta y nerviosa por todo en general, por el encuentro de antes, por el estado de Clara y simplemente porque sentía que era de esos momentos que te cambia la vida. Como cuando salió ese doctor y sabía que dijese lo que dijese todo iba a marcar. La familia de Clara vino, llevaban un buen rato sentadas en frente de nosotras pero sinceramente tampoco me había dado cuenta, probablemente porque estaba en mi mundo. 

- Hola

- ¿Qué ha pasado? - preguntó su madre entre lágrimas

- Está estable lo que no quiere decir que esté fuera de peligro. El impacto fue muy duro, es un milagro que esté viva. A pesar de todo, su compañero se ha llevado la peor parte, no sabemos si conseguirá sobrevivir y si vive probablemente tenga secuelas graves. No he podido contactar con su familia, si sabéis algo de este chico...

- No, no teníamos ni idea de nada - dijo con voz ronca su padre 

Cuando se fue, pudimos ver gestos de alivio aunque yo todavía estaba preocupada. 

- Sé que suena extraño, pero hacia tiempo que no lo pasaba tan mal - dije a Carina

- Es normal, casi muere una persona a la que llevas viendo desde hace semanas - dijo Carina serena 

- Es que parece que no, pero la vida pasa tan rápido y en vez de vivirla vivimos pensando en las cosas que nos hacen daño. Vivimos poniendo fecha de caducidad a todo, sin simplemente dejarnos llevar porque algún día las cosas se terminan. 

 - Sí - dijo Carina y apoyó su mano sobre el hombre - cuando salgamos de esta ya verás como nos acordaremos de este día con una sonrisa 

AROA=