Fuego

Capítulo 10

           
Decidí no responderle, tenía que pensar muy bien mi respuesta  aquél mensaje...
Me senté en mi cama, ya hoy era domingo y mañana tenia exámenes y lo peor de todo es que aún no he estudiado nada, me paré de la cama y sentí mi tobillo mucho mejor ya el dolor era muy débil por lo que me costaba muy poco caminar, así  que podría ir por mí misma a la universidad.
Después de darme una ducha Y prepararme un café, empecé a estudiar, en ese momento llego la enfermera que Diego había dispuesto para mí...

-Señorita disculpe la tardanza, tuve un pequeño inconveniente en casa, espero pueda disculparme.

- Primeramente estoy cansada de decirte que me llames Samantha, y que dejes esas formalidades con migo.

- Está bien bien, Samantha.

-Y segundo no hay ningún problema, además ya no voy a necesitar de tus servicios estoy mucho mejor, eso si te voy a extrañar muchísimo.

- y yo a usted también, bueno iré avisarle al señor Digo fue un placer haberle servido.

Tras tomar su bolso, abrió la puerta y se marchó.
Quedándome totalmente sola en mi pequeño departamento,  todo lo que había pasado la noche anterior volvió a rondar por mi cabeza y empecé a sentir un ligero caliente en mis entre piernas y unas ganas de tener a Diego junto a mi besándome y tocándome...

Sacudí mi cabeza levemente para alejar esos pensamientos tan morbosos y absurdos, ¿cómo es posible que piense y sienta todo eso por alguien del cual sólo se su nombre? ¿A caso era una prueba que me estaba poniendo la vida?

De repente recordé el libro que me había regalado Diego, fui a mi habitación y lo saque de la bolsa, lo analice detenidamente la portada no tenía nada escrito ni siquiera una imagen
O unas iniciales y en la parte de atrás tampoco, cuando lo abrí todas sus páginas estaban en blanco excepto la segunda, que tenía un título y un subtítulo.

             Él y yo
        Primera noche

Solo eso y nada más, las demás páginas estaban en blanco, no logro comprender qué significado tiene este libro o más que libro parece un diario o algo parecido.

Una vez más empecé a pensar en la noche anterior y antes de que me diera cuenta empecé a escribir todo lo que había pasado en el libro, diario o lo que sea, cada vibración de mi cuerpo, cada beso cada caricia, y cómo yo había observado cada uno de sus músculos, como sentí su miembro entre mis manos...
Después de escribir y volver a pensar en Diego, decidí ponerme a estudiar y hacer algo de comer, está noche le responderé a Diego el mensaje que me había enviado.  Era hora de decidir si quemarme en el fuego o quedarme en el tempano de hielo que es mi vida.