capitulo 7

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Itachi se había retirado y de tras de él dejaba a un Sasuke muy pensativo. A lo que él se suponía un matrimonio era lo peor que en su vida había pasado ¿Qué se supone que le ofrecería a su futura esposa? ¿Amor? No – él negó para así mismo – Lo único que podía ofrecer era placer, pero si ella buscaba algo más Sasuke no estaba dispuesto a dar más, Sakura Namikaze solo se tenía que conformar con un esposo que cumpliera los placeres más íntimos ya que jamás cambiaría su estilo de vida, aun si estuviera casado o no. Pero sus pensamientos no estaban con su futura prometida, si no con la hermosa y bella enmascarada, ¡Rayos! ¡Maldita sea! Eran las palabras que se repetía una y otra vez, si tan solo la hubiera alcanzado aquella noche en la que ella se escapó de sus brazos en estos momentos ya sabría su nombre e incluso la tendría en su lecho, pero por alguna razón no supo porque se quedó como piedra al verla irse. ¿Quién era ella? ¿Alguna vez se encontrarían en otra ocasión libres de máscaras? Tanto pensar en su enmascarada le provocó un fuerte dolor de cabeza, aún tenía algo de sueño así que subió a su habitación para descansar un poco. Pero no lo pudo hacer, así que sacó el collar de un cofre y lo observó. —Primero debo encontrarte a ti y después lo que decida el destino Si quería investigar quien era esa enmascarada debía ir primero a la casa de los Wells para pregunta si a ninguna dama se la había perdido un collar. Y así fue, en lugar de dormir, tomó un baño, se arregló y por ultimo salió con dirección a la mansión Wells. Un hombre entró a una taberna en busca de su hermano, pero nadie le daba razones era como si ocultaban algo. — ¿Dónde está Orochimaru? – tomó a un hombre del cuello —N—n—n.... — no podía decir nada debido al miedo que ese hombre le causaba —Ah largo de aquí – soltó al hombre y lo dejo caer al suelo – ¿Es que nadie sabe dónde está mi hermano? – Gritó con fuerza para que todos los presentes lo escucharan —Yo sé dónde está, Madara La misma mujer con quien había estado con Sasuke se acercó a él. — ¿Dónde está, Jazmín? – Preguntó aún más furioso —Muerto – respondió de una manera tan fría, era como si no le importara la gravedad del asunto — ¿Cómo dices? – Dijo y se dejó caer en una silla – Pero si hace unos días lo vi bien. ¿Quién lo mató? La joven dudo un poco antes de revelar quien había matado a su hermano, sabía quién fue y ese era Sasuke Uchiha. —Sasuke Uchiha – revelo la identidad del asesino – Hace dos días tu hermano y él estaban jugando cartas, Orochimaru lo llamó tramposo y este lo reto a duelo, donde ganó él — ¿Cómo sabes su nombre? —Pregúntale a quien sea, todos saben que fue él — ¿Sabes dónde vive? – Preguntó nuevamente, pero sólo tuvo como respuesta una negación por parte de la joven — ¿Cómo era? —Pues... alto, digamos que de tu estatura, pelo y ojos Negros Con las características que le había dado esa mujer salió furioso de la taberna, jamás había escuchado ese nombre pero estaba dispuesto a dar con ese él y vengar la muerte de su hermano, si tenía que correr sangre inocente para eso, así sería. Sakura en lugar de haberse ido a su habitación a descansar, salió de la casa a escondidas y fue hacía aquel viejo sauce, tomó asiento y se recargo en el viejo tronco del árbol, el sonido del pequeño arrollo la tranquilizaban un poco, aunque no lo suficiente. ¿Así que todo ya estaba decidido? Así era como su vida iba a terminar, casada con ese hombre que con el solo hecho de pronunciar su nombre le provocaba asco. Pero sus esperanzas se habían perdido cuando su propio padre le prohibió huir, si lo hacía ¿A dónde irá? No podía huir pero tampoco quería casarse con Sasuke Uchiha. No lo amaba, de hecho no sentía nada por él. Sus pensamientos se encontraban con una sola persona, un hombre que la había besado la noche anterior y con un simple beso le había robado el corazón. Lo primero que tenía que hacer era ir a la casa de los Wells para preguntar por su collar y así lo hizo, acompañada de Hinata fue a la mansión de los Wells. —Hinata– dijo la joven mientras caminaban por la calle — ¿Puedo hacerte una pregunta? —La que usted quiera Sakura – respondió la chica — ¿Qué sientes por mi hermano Naruto? —Señorita yo...— Hinata agachó la cabeza y se sonrojo al momento – No puedo contestarle eso —Vamos, no seas tímida – la animó la peli rosa, para ella tanto Hinata como Matsuri eran sus amigas, por eso cuando no estaba su padre cerca de ellas se hablaban de tu unas a las otras – He visto como lo miras y como él te mira —Sakura, tú bien sabes que no puedo permitirme sentir nada por Naruto, recuerda que yo soy solo una empleada y el señor Minato no aceptaría tal relación, soy inferior a ustedes —Por favor, eso es una tontería – dijo Sakura molesta – Si ambos sienten lo mismo ¿Por qué ocultarlo? —Sakura... creo que ya llegamos a la casa de los Wells – se interrumpió a si misma al verse en frente de la casa de los Wells —Bueno, pero recuerda que tú y yo no hemos terminado nuestra platica —Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí La voz masculina de un hombre las interrumpió, Sakura alzó su vista y se encontró con su peor pesadilla hecha realidad. —Si es nada más ni nada menos que mi futura prometida —Sasuke Uchiha– Sakura pronunció el nombre de ese tipo entre dientes — ¿Qué haces aquí? —De visita – respondió el joven esbozando una sonrisa – ¿Y tú, que haces aquí? —Eso no te incumbe —No me conteste así jovencita – Sasuke se acercó un poco más a ella – Si en un futuro quieres que nuestro matrimonio funcione será mejor que me hables en un tono más... dulce —Falta ver si yo quiero casarme contigo —Quisiera decir lo mismo, pero lamentablemente ya está decidido, tu padre y mi hermano acordaron nuestro matrimonio así que mañana o en un par de día iré a pedir tu mano Un coraje invadió el ser de Sakura, quería darle una cachetada pero lo que hizo fue tomar de la mano a Hinata y retirarse del lugar, ya en otra ocasión vendría a preguntarle a la señora Wells por su medallón. —Así me gusta – gritó Sasuke para que Sakura lo escuchara – Directo a casa amor Quiso darse la vuelta pero Hinata se lo impidió. —Es un idiota – gruño Sakura — ¿Y con ese imbécil me van a casar? —Sakura, será mejor que cuides tu vocabulario – sugirió Hinata – No vaya ser que alguien te escuche y se lleve una mala impresión —Pues no me importa, ese hombre me saca de mis casillas. Ni tiempo medio de hablar con la señora Wells Sasuke se encontraba en la sala de estar de la mansión de los Wells, para su fortuna Karin no se encontraba en casa. Tomaba un café cuando apareció la señora Wells en la entrada, Sasuke se levantó de su asiento y le dio un beso en la mano a la señora. — ¿Qué te trae por aquí, Sasuke? – Preguntó la señora Wells al mismo tiempo que tomaba asiento en un sofá —No sé cómo empezar señora Wells – Sasuke se aclaró la garganta La señora Wells esbozó una sonrisa de felicidad, por fin Sasuke venía a pedir la mano de su hija. —Pues tú dirás – fingió interés —La noche anterior en el baile, ¿No recuerda a una joven de un vestido color turquesa? —Sasuke, senito decírtelo pero no recuerdo a nadie – mintió ya que sabía perfectamente quien era esa joven... Sakura Namikaze, quiso decirle, pero no se lo diría, tenía pensado casar a su hija con Sasuke Uchiha y nadie se lo impediría – A lo mejor fue una alucinación tuya —Puede ser – Sasuke asintió — ¿Pero ninguna dama ha venido a preguntar por algo que se le haya extraviado? —La verdad no— la señora Wells negó — ¿Por qué lo preguntas? ¿Pasó algo? —No, no es nada, simplemente curiosidad – el joven Uchiha se levantó del sofá – Bueno señora Wells, creo que me voy — ¿No te quedas a comer? – Preguntó ilusionada – Karin llegara en cualquier momento y se alegrara de verte Eso era precisamente lo que estaba tratando de hacer Sasuke, evitar a toda costa a Karin desde que había ido a verlo en la mañana. —Será en otra ocasión –Sasuke inclinó la cabeza – Tengo que arreglar unos pendientes —Bueno, que tengas buen día Ambos se despidieron y Sasuke salió rápidamente de la mansión de los Wells, no había tenido suerte en saber tan siquiera el nombre de esa joven, su única esperanza era la madre de Karin pero ella no le había ayudado en nada. ¿En dónde más buscaría a esa joven? ¿Estaría tan cerca de él que era posible que no se diera cuenta? Al día siguiente Sasuke e Itachi iban rumbo a la casa de los Namizake. El hermano mayor le entregó una pequeña caja su hermano. Sasuke la abrió y en el encontró un anillo de compromiso, ese anillo significaba su condena. —Gracias – asintió su hermano – Pero no eres mi tipo – bromeó esbozando una media sonrisa —Tú tampoco eres mi tipo – Itachi le siguió el juego – Por si no lo ha notado, es la misma sortija de compromiso de nuestra madre. Se supone que yo se la daría a mi prometida, pero como serás el primero en casarte, le corresponde a tu esposa usarla — ¿Y por qué no te casas tú con ella? – Preguntó frustrado, cerró la pequeña caja y la guardó en el bolsillo de su pantalón —Por qué no puedo Sasuke. Además le di mi palabra a Minato que tú te casarías con su hija Sasuke hizo una mueca de disgusto, no le complacía verse casado con Sakura, aunque el día que la vio de sorprendió, esa joven había crecido demasiado y se puso realmente hermosa, pero eso no lo haría cambiar nunca de parecer ya que su principal objetivo era buscar a su enmascarada. Ambos llegaron a la casa de los Namikaze, había luces prendidas y tal parecía que los estaban esperando, Sasuke sintió ese impulso de darse media vuelta y salir huyendo, pero no era un hombre cobarde, si su hermano le dio su palabra a Minato Namikaze de que él se casaría con su hija tendría que aceptarlo para no dejar en ridículo a su hermano. Itachi llamó a la puerta y una joven de pelo castaño los atendió y al ver quiénes eran de inmediato los dejo entrar y los llevo a la sala de estar donde ya los esperaba Minato y sus dos hijos. Sasuke contemplaba cada habitación de la casa, en ella se sentía una especie de tranquilidad era como si la palabra "hogar" se viera reflejada en esas paredes y más con los integrantes de la familia. —Itachi – dijo Minato al verlo– Los estábamos esperando – le dio un abrazo a Itachi y cuando el posó los ojos en Sasuke, extendió una mano hacia él – Me alegra de verte hijo, has crecido mucho —Señor Namikaze – Sasuke estrechó su mano con la del hombre que tenía en frente y que se convertiría en su suegro —Hola Sasuke, ha pasado mucho tiempo—Saludo Naruto —Naruto, Gaara —Saludo el pelinegro—Si es cierto hace mucho que no los veía Su hermano mayor le dio una palmada en el hombro a Sasuke y este compendió lo que le quería decir. — ¿Y su hija? – Sasuke preguntó por Sakura y después miró a su hermano Itachi quien mostraba una mirada complaciente ¿Acaso quería que se mostrara interesado en Sakura? —Está arriba, bajará en un momento – comentó Minato Pero Minato no tuvo necesidad de mandar a buscar a su hija, ya justamente en ese momento entraba. Sasuke al verla se le abrieron más los ojos al verla con ese vestido color rojo, se moldeaba perfectamente a las delicadas curvas de la joven y qué decir del pequeño escote, aunque era discreto dejaba mucho a la imaginación cuando sobresalía el nacimiento de sus sensuales pechos.

Continuara

Dejame Quererte~♡ [Sasusaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora