capitulo 14

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Sasuke la tomó entre sus brazos antes de que Sakura cayera al suelo, la llevó a la sala en donde la recargó en uno de los sillones, poco después entró Ten­ten con un frasco y lo pasó por la nariz de la joven. El pelinegro estaba preocupado al ver que no despertaba, debía haber sido más cuidadoso en sus palabras, pero de todos modos no sabría cómo iba a reaccionar su esposa, se relajó al ver como su esposa comenzaba a reaccionar hasta abrir sus bellos ojos jades. —Dime que no es cierto – dijo la joven al verlo, sus ojos estaban llenos de lágrimas —Quisiera decirte que es mentira – Sasuke retiró las lágrimas de las mejillas de su esposa – Pero es verdad amor —No—negó y se lanzó a los brazos de su esposo y comenzó a llorar de nuevo. —Desahógate – le susurró al oído mientras acariciaba la espalda de la joven –Es lo mejor que puedes hacer Y así lo hizo, se desahogó en los brazos de Sasuke, aquellos brazos que le daban fuerza y la hacían sentirse segura y protegida.— ¿Qué vamos hacer, Karoru? – Preguntó Hinata triste —A seguir adelante hijas – le respondió Karoru abrazando a Hinata y Matsuri – En estos momentos tanto Naruto como Gaara nos necesitan mucho — ¿Ya le avisaron a Sakura? – preguntó Matsuri recargando su cabeza en los hombros de la anciana —Gaara fue esta mañana a darle la notica – Karoru miraba más allá hacía el vacío – Solo espero que mi niña lo tome bien, es muy sensible En ese momento apareció Naruto, llevaba puesto un traje en color negro y sus ojos azules reflejaban su mirada, deshecha y desencajada, ahora tenía que hacerse cargo él solo de su familia y de los negocios de su padre, jamás pensó que ese momento llegaría tan pronto y la noticia le había caído como balde de agua fría, ya que fue él quien reconoció el cuerpo de su padre y del cochero. —Karoru – pronunció el nombre de la anciana – Necesito que todo esté listo, en unos momentos traerán en cuerpo de mi padre y...— suspiró – No tardara en llegar mi hermana y su esposo —Si señor – asintió la anciana Naruto miró a Hinata, quería estrecharla entre sus brazos, quería sentirla cerca de él para hacerse más fuerte pero solo giró sobre sus talones y salió de la cocina, tanto Karoru como Matsuri observaron a la peli azul y ellas al verla arqueó una ceja confundida. — ¿Qué? – preguntó encogiéndose de hombros —Ve con él – dijo Matsuri – Te necesita en estos momentos —Si – la ojiperla asintió pero antes de salir de la cocina observó también a Matsuri – Creo que también Gaara te necesita en estos momentos —Yo creo que ambos las necesitan hijas – interrumpió Karoru – Vayan con ellos Ambas salieron de la cocina, Hinata fue a buscar a Naruto en el despacho con la esperanza de encontrarlo y allí estaba, su corazón latió con fuerza al ver su cabeza recargada en el escritorio de su padre y sus brazos rodeaban su frente, se acercó con cuidado hacia él, acarició su cabello y él pareció sentirla cuando se reincorporó. — ¿Pasa algo? – Dijo secándose las lágrimas —Sólo quería ver si estás bien, ¿cómo te sientes? Naruto inhaló profundamente y exhaló por la boca – Siento lo mismo cuando perdí a mi madre De pronto Naruto la miró, tomó sus manos y la sentó entre sus piernas, recargando su cabeza en el hombro de la joven. Hinata recargó su cabeza en la de Naruto mientras acariciaba sus cabellos rubios. —No me dejes Hinata La joven al escucharlo pronunciar esas palabras levantó la vista para encontrarse con esos ojos azules que tanto amaba. —No me dejes – volvió a pronunciar esas palabras mientras sus lágrimas caían una tras otra –Aparte de Sakura y Gaara eres lo más valioso que tengo —No te voy a dejar nunca Naruto –esbozó una débil sonrisa y acarició el rostro del joven —Te amo Hinata —Yo también te amo Naruto Aun y a pesar del dolor que lo embargaba no pudo contener el impulso de besar a esa joven, la amaba más que a su propia vida y si algo o alguien se atrevía hacerle daño a su amada lo pagaría caro. Gaara se encontraba recostado en su cama, tenía un brazo sobre su frente y un sinfín de pensamientos venían a su mente, ¿Cómo estaría su hermana? Seguramente a estas alturas Sasuke le había informado a su pequeña hermana la trágica noticia, y agradeció a su cuñado por haberle hecho ese favor, ya que él no podría hacerlo, en ese sentido Naruto era más fuerte que él. La puerta de su habitación se abrió y miró para ver quién era y ahí estaba la mujer de su vida, llevaba un ligero vestido en color negro y un listón en su cabeza del mismo color. —Aquí estas – dijo la joven acercándose un poco a él — ¿Ya llegó mi hermana? – Preguntó mientras se levantaba de la cama —No – la joven negó – Te estaba buscando — ¿Qué pasa? – volvió a preguntar acerándose a ella —Quiero saber cómo te sientes – Matsuri también avanzó un poco hacia él – Me duele todo lo que está pasando y más porque él era tu padre Gaara la rodeó por la cintura y la atrajo hacía él, en donde unieron sus frentes. —Mal – respondió al final – Porque él era... —Ya – Matsuri puso uno de sus dedos en los labios de Gaara, ya que las palabras se habían quedado atoradas en la garganta del joven – No hace falta que me lo digas, se cómo te sientes, pero quiero que sepas que aquí estoy Gaara alzó la mirada hasta perderse en los bellos ojos de Matsuri. —Prométeme que nunca me vas a dejar Matsuri – dijo Gaara aferrándola más a él – Prométemelo, porque si me dejas, esta vida no tiene sentido —Jamás te voy a dejar – La joven tocó las mejillas de Gaara con ambas manos – Siempre estaré contigo Gaara la estrechó entre sus brazos, recargó su cabeza en los hombros de Matsuri y respiró el dulce aroma de la joven. Minutos después ya se encontraban velando el cuerpo de Minato Namikaze, el ataúd fue adornado con flores blancas y cuatro velas a los lados, Sakura se acercó para ver por última vez el rostro de su padre, no pudo contener las lágrimas al verlo, era increíble que de un momento a otro él ya no estaba más a su lado, sentía como si otra luz dentro de ella se hubiera extinguido para nunca más volver a encenderse. Sasuke, quien permanecía recargado en el marco de la puerta de sala observaba a su esposa, quería acercarse a ella, estrecharla entre sus brazos y hacerle saber que estaría a su lado siempre, pero cuando estuvo a punto de hacerlo se acercó a él Karin. — ¿Es una lástima no? – preguntó mirándolo a los ojos, pero Sasuke sólo movió la cabeza de arriba abajo, pero luego un brillo se cruzó por los ojos rojizos de la pelirroja, se acercó más a él y le susurró al oído – He oído, que la hacienda de los Namikaze tiene rincones ocultos donde uno puede pasar un momento romántico ¿No te gustaría averiguarlo? Indignado la miró a los ojos de una manera tan fría ¿Cómo era posible que pensara en eso cuando estaban velando al padre de su esposa? —Creí que habías dicho que lo nuestro terminó – fue su única respuesta hacía el comentario que hizo la joven —No fue mi intención decirlo – dijo la joven – Nada me complacería más que estar en estos momentos entre tus brazos — ¿Cómo puedes decir eso? – inquirió Sasuke aún más molesto – Por favor, por lo menos compórtate decentemente, ¿Se te olvida que estamos en el velorio de mi suegro? – Suspiró y por ultimo dijo – Disculpa, pero en estos momentos mi esposa me necesita a su lado Se alejó de ella y avanzó hacia el féretro, donde se encontraba aun Sakura, la abrazó por la cintura y la atrajo hacía él. —Ven, necesitas descansar un poco – le susurró al oído al sentir como ella recargaba su cabeza en su pecho —No quiero – ella negó —Aunque no quieras E ignorando las protestas de su esposa la apartó del féretro y la llevó a un rincón de la sala, Karoru les ofreció un poco de té pero la joven no quiso, así que solo permaneció abrazada a su esposo, en esos momentos necesitaba sentirlo, ya que sentía que en cualquier momento podría quebrarse en mil pedacitos. Quienes habían ido al velorio los observaban sorprendidos por las muestras de cariño para con su esposa, incluso entre algunos hombres apostaron que ese matrimonio no duraría en un mes, pero la que sin duda se moría de celos era Karin, cuanto mataría por estar en el lugar de ella, pero si bien no podía tenerlo, mínimo podría aparentar, ya que, con la muerte de Minato a Naruto le correspondía la herencia y sin duda era un buen partido que no podía dejarlo escapar, ya una vez lo había rechazado pero esta vez no. Lo buscó por todos lados de la sala, y ahí estaba, conversando con algunos hombres, así que espero el momento indicado para acercarse a él, y así lo hizo. —Hola Naruto – dijo dulcemente pero con cierto tono de seducción en sus labios —Hola Karin – saludó indiferente al mismo tiempo que bebía una copa de coñac —No deberías de tomar, te hará daño – intentó apartarle la copa pero Naruto se opuso — ¿Desde cuándo te importa lo que me pase? —Me importa mucho lo que te pase —Ay por favor – hizo una mueca de disgusto – Deja de fingir. Si me disculpas tengo que atender a unas personas – inclinó su cabeza y giró sobre sus talones para retirarse pero Karin lo tomó de un brazo haciéndolo volver — ¿SI? —Tu indiferencia me duele Naruto – fingió haber estado herida —Lo siento En ese momento se acercó Hinata, y Naruto la tomó de la cintura y la atrajo hacía sí. —Karin, te presento a mi prometida, Hinata Hinata se sonrojo de pies a cabeza al escuchar las palabras de Naruto y se puso nerviosa al instante. — ¿Tu prometida? – La pelirroja arqueó una ceja, quiso reír pero sabía que no era el lugar indicado— Y ¿Desde cuándo estas interesado por.... — la miró de arriba hacia abajo con profundo desagrado se notaba a simple vista que era una sirvienta, era igual que ella, sí, pero no más hermosa –...la servidumbre? – concluyó su pregunta Un coraje invadió a Naruto y sus ojos azules se ensombrecieron – Mas respeto hacia la mujer que va ser mi esposa – miró a Hinata y le dijo – Vamos amor, tenemos que saludar a unas personas Sintiéndose indignada se fue a tomar asiento a un lado de su madre, estaba furiosa, el fuego ardía en sus ojos, ¿Cómo era posible que perdiera a dos hombres? ¿Cómo? Su antiguo amante casado y dando señales de estar enamorado, y el otro hombre que la pretendió hace mucho tiempo ahora estaba comprometido, sólo esperaba que este maldito día terminara pronto para irse a su casa y nunca más salir. Horas después la carroza llegó para trasladar los restos de Minato hacía el panteón donde descansaría eternamente, el cochero avanzaba lentamente, mientras los demás lo seguían a pie, Sasuke no se separó ni un instante de Sakura, así como Hinata con Naruto y Matsuri con Gaara. Al llegar al panteón los restos fueron enterrados junto a su esposa ya que eso era lo que siempre les había dicho a sus hijos "el día que parta al otro mundo, quiero que me entierren a lado de Kushina". Cada uno pasaba y le lanzaba una flor blanca, y por último fue el turno de Sakura, besó la flor y la lanzó por los aires hasta caer en el ataúd. Estaba agotada y eso lo pudo ver Sasuke, así que se despidieron de todos lo que habían asistido y por último de sus hermanos, subieron a un carruaje, en el trayecto Sakura cerraba los ojos y se recargaba en una base del carruaje pero por los movimientos no podía conciliar un poco el sueño, Sasuke al verla esbozó una sonrisa, pasó una mano por su cintura y la atrajo hacia él, la joven suspiro, se recargó en su hombro y cerró los ojos. El cochero se detuvo justo en la entrada de la casa. —Sakura – le susurró al oído – Hemos llegado Sakura abrió y asintió, Sasuke abrió la puerta del carruaje, bajó y tendió una mano para ayudarla a bajar, pero antes de que bajara el último escalón su esposo la tomó entre sus brazos. —Puedo caminar – dijo recargando su cabeza en el hombro —Lo sé – asintió – Pero en estos momentos estas muy cansada Así que si decir nada más, avanzó con Sakura en sus brazos, Sarutobi les abrió la puerta y Sasuke subió las escaleras hasta llegar a la habitación de ambos, entró y recargó a Sakura en la cama, la cubrió con una sábana, permaneció unos momentos observándola, esbozó una sonrisa y salió de la habitación. Bajó nuevamente con dirección hacía su despacho pero en el camino vio a Ten­ten quien llevaba una taza de té en una pequeña bandeja, Sasuke le preguntó para quien era y ella le respondió que era para la señora, así que el ojinegro negó y le ordenó que no se le molestara en todo el día, ya que la joven necesitaba descansar. Continuar

Dejame Quererte~♡ [Sasusaku]Where stories live. Discover now