capitulo 13

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Este matrimonio fue un error, no sé por qué acepte casarme contigo, nunca podría estar casado con una mujer que no amó". Media noche y no podía dormir, su habitación estaba en penumbras, solo podía escuchar en su mente las frías palabras que le había gritado a su esposa y se sintió desgraciado pero no supo por que reaccionó de esa manera, era como si algo se apoderara de su mente y no lo dejara ver más allá. Además él no estaba exento en su comportamiento, si no la hubiera dejado sola para satisfacer su estúpido deseo, ese francés nunca se hubiera acercado a su esposa y sobre todo no hubieran bailado, ese lugar le correspondía a él y nada más que a él y a ninguno otro más, pero en el fondo no quería admitir que se estaba enamorando de su esposa que de hecho ya estaba enamorado de ella desde la primera vez que la vio, que incluso esa dama enmascarada que buscaba podía quedarse en el olvido, entonces si amaba a Sakura ¿Qué rayos hacia ahí solo en esa habitación? Sin su compañía, sin sus besos, sin sus caricias, no solo la estaba extrañando con el pensamiento y el corazón, sino también en deseo. Así que se levantó de la cama y entró al pequeño cuarto de baño, ya que esa habitación compartía el pequeño cuarto en donde estaba Sakura, abrió un poco la puerta y echó un vistazo, la habitación estaba en penumbras, miró más adentro hacia la cama y ahí estaba la figura de su esposa, al parecer no podía dormir ya que se movía de un lado a otro, cerró con cuidado la puerta del baño y avanzó con paso ligero hacía la cama. Aun llevaba puesto su traje, pero ella se había cambiado el vestido por un camión, permaneció ahí, inmóvil observándola dormir, los rayos plateados de la luna acariciaban la suave piel de su esposa y la hacían verla radiante y hermosa. Tomó asiento al borde de la cama, sus manos acariciaron uno de los mechones que estaban recargados en su frente y como por arte de magia Sakura abrió los ojos al sentirlo, se reincorporó en la cabecera de la cama temerosa de lo pudiera pasar. Vio sus ojos Jades rojos, seguramente eran a causa de las lágrimas, lagrimas que fueron derramadas a causa de sus palabras y se sintió un completo idiota por haberla hecho sufrir. — ¿Qué haces aquí? – Preguntó Sakura cubriéndose con una sábana su cuerpo — ¿Se te olvido algo? Sakura al verlo le latía el corazón, era verdad que las palabras de Sasuke le dolían en el alma pero no podía ocultar que en el fondo de ella estaba naciendo un sentimiento fuerte hacia su esposo. —Yo – vaciló un poco, no sabía cómo disculparse, jamás en su vida se había disculpado con una mujer ya que le resultaba difícil pedir una disculpa — ¿Qué pasa Sasuke? – Interrumpió — ¿Se te olvido algo que decirme? Si es así vete por favor El ojinegro se llevó una mano a la nunca, no sabía cómo comenzar tenía un discurso preparado pero al ver a Sakura se le olvido en un segundo. —Quiero pedirte una disculpa por lo que te dije Al escucharlo, Sakura estaba a punto de llorar nuevamente, nunca llegó a pensar que él le pidiera una disculpa, agachó la cabeza pero Sasuke tomó su mandíbula y fue levantando poco a poco su mirada. —Me comporte como un estúpido en esa fiesta y sobre todo al llegar a casa, no era yo en ese momento Sakura, era mi ira, el coraje que hablaba por mí, cuando te vi bailando con ese hombre...— contuvo sus palabras para no soltar una grosería delante de ella – Lo siento, jamás quise decir que este matrimonio sería un error Cada palabra estaba llena de sinceridad, Sakura no pudo reprimir más el impulso de llorar y sus lágrimas salieron una tras de otra. Sasuke al verla en ese estado, se acercó más a ella, la sentó en sus piernas y recargó la cabeza de la joven en su pecho. —No quiero verte así – rogó recargando su cabeza en la de la peli rosa —Tus palabras dolieron Sasuke – alzó la cabeza para verlo a los ojos – Y más porque yo no tuve nada que ver —Lo sé – Sasuke asintió y retiró unas pequeñas lágrimas de su mejilla – Fui un completo estúpido al comportarme de esa manera y más contigo, por eso estoy aquí, pidiéndote perdón Sakura lo miraba y en sus ojos Negros pudo ver sinceridad y algo de dolor en ellos, bueno si admitía que tuvo la culpa y que su comportamiento estaba fuera de lugar lo más conveniente era perdonarlo, total en el matrimonio siempre iban a ver altas y bajas. La joven asintió y lo abrazó, pero Sasuke no se conformó con un abrazó si no con un beso, buscó los labios de su esposa y los besó con ternura pero sin querer llegar a algo más. —Vamos a dormir – dijo el ojinegro después de interrumpir beso y recargó su frente en la de Sakura Ambos se acostaron en la cama, Sasuke con su mano la rodeó por la cintura y la atrajo hacia él una vez más, recargó su cabeza en ese cabello ondulado color Rosa, no cerró los ojos hasta que su bella esposa hubiese quedado completamente dormida, escuchaba su respiración calmada y esbozó una sonrisa, acarició su frente, sus mejillas, la comisura de sus labios, el calor de Sakura era intenso y lo inundaba a él también, sentía ese impulso de protegerla de todo y sobre todo ser el único hombre en su vida y ella la única mujer en su vida. —Me perteneces – susurró en su oído – Solo a mí me perteneces Después, cerró sus ojos y la acompaño en sus sueños. Esa madrugada, Minato se preparaba para hacer un viaje con destino a Cornwall, ya tenía todo lo que iba a llevar incluso el poco equipaje que llevaba ya estaba en el coche, sus dos hijos mayores lo acompañaron hacía la salida, pero Naruto no quería dejarlo ir, tenía un presentimiento de que algo iba a pasar. — ¿No quieres que te acompañe, padre? – preguntó Naruto —No hijo – negó Minato – Me eres más útil en esta casa, ya que Gaara no podría solo — ¿Y por qué Itachi no va contigo?— Preguntó Gaara, ya que al igual que Naruto experimentaba el mismo presentimiento —Iba hacerlo, pero le surgió un compromiso, bueno hijos cuiden la hacienda hasta mi regresó, los quiero Minato los abrazo y los beso en la frente se subió al carruaje con destino a Cornwall ya que tenía que arreglar unos asuntos pendientes, el hermano mayor de los Namikaze observaba a su padre irse. —Cuídate padre Y así sus dos hijos permanecieron ahí, observando como el carruaje de su padre desaparecía en la oscuridad de la media noche. Minato iba revisando unos documentos cuando de pronto el cochero freno de golpe los caballos, se golpeó fuerte contra la pared del carruaje, comenzaron a escuchar risas de hombres, era probable que estaban siendo atacados por bandidos y no se quedó adentro para averiguarlo si no que salió del carruaje y fue testigo de cómo un hombre le daba muerte a su cochero, iba salir huyendo de ahí, pero un hombre de ojos color purpura se le adelanto y lo tomó del cuello y lo azotó contra la puerta del carruaje. — ¿Se va tan rápido señor? — ¿Qué hacemos con este, Madara? – Preguntó un hombre que se acercaba en ese instante —No queremos testigos – Madara dejo a Minato a merced del otro hombre — ¡Mátalo! – ordenó El sol comenzaba a filtrarse por la ventana de esa habitación, el pelinegro abrió poco a poco sus ojos, miró a la joven que dormía a su lado y esbozó una sonrisa al verla, ella aún permanecía dormida, mantenía su cabeza recargada su ancho pecho, si, no había duda era la mujer más bella y dulce que jamás haya visto, y por ella cambiaria, ya no vería a otras mujeres e incluso esa enmascarada podía quedarse en el olvido ya que estaba seguro que ella había sido una completa ilusión, cambiaría su estilo de vida con tal de permanecer los días y las noches a lado de Sakura, ya que estaba seguro que serían las más hermosas de su vida. Pero en sus sueños los mismos pensamientos tenía Sakura, que tonta había sido en pensar en querer huir o elegir la opción del internado en lugar de casarse, al principio no había confiado mucho en Sasuke pero ahora podía decir que lo hacía, ya que se había enamorado por completo de él, no solo por la forma tan tierna que le hacía el amor, si no por los detalles que tenía con ella y el modo tan dulce de tratarla. Sasuke se levantó con mucho cuidado de la cama para no despertarla, se dio un baño y bajó hacia su despacho, mientras que Sakura aún permanecía en la habitación descansando, en ese momento entró Sarutobi informándole que Gaara Namikaze quería hablar con él y con la señora, de inmediato Sasuke dijo que lo dejara pasar. Una vez dentro Sasuke pudo notar que había algo raro en la expresión de Gaara. — ¿Qué te trae por aquí, Gaara? – Preguntó — ¿Esta mi hermana? —Sí, pero ella aun duerme ¿Qué pasa? Gaara no sabía cómo comenzar, de hecho la primera vez que su hermano Naruto le había dado la noticia de que su padre fue asaltado y asesinado no quiso creerlo pero sin duda a él le tocó la peor parte, comunicárselo a Sakura, sabía que era una mujer sensible y en cualquier momento ella se rompería. —Sasuke...— pronunció el nombre del esposo de su hermana – Tengo que hablar con ella —Puedes hacerlo conmigo, total somos familia ¿Te pasa algo? Gaara asintió – Así es, mi padre tuvo que salir de viaje la madrugada de hoy, pero resulta que en el camino unos bandidos lo asaltaron y...— no pudo concluir con el relato No hizo falta que Gaara terminara la frase ya que Sasuke sabía perfectamente lo que había pasado, esto sin duda iba a ser un golpe terrible para Sakura, pero ahí estaría él apoyándola en todo momento. —Tengo que verla y decirle lo que paso – dijo Gaara —No te preocupes, ve con Naruto y ayúdalo estoy seguro que necesita de tu ayuda, yo me encargo de decirle a Sakura El joven asintió – De acuerdo, pero por favor, se delicado, Sakura es muy sensible —No te preocupes, buscare la forma de decírselo Gaara salió del despacho y fue a ayudar a su hermano con los preparativos del funeral, poco después Sasuke también lo hizo pero en ese momento Sakura iba bajando de las escaleras, se veía tan hermosa con esa sonrisa que por un momento no quiso decirle lo que había pasado pero tenía que hacerlo. —Escuche a mi hermano – dijo la joven bajando el último escalón —Así es, él estuvo aquí – asintió Sasuke — ¿Qué quería? – Preguntó mientras se acercaba a su esposo —Sakura tenemos que hablar – contestó Sasuke, ya que estaba listo para darle la desafortunada notica a su esposa —Me estas asustando Sasuke ¿Qué pasa? – Dijo la joven preocupada aseándose más a él y apoyando sus manos en el pecho de su esposo —Esta madrugada, tu padre salió de viaje...— se le cortaron por un momento las palabras – Pero en el camino unos bandidos lo asaltaron tanto a él como a su cochero y... — ¿Está bien verdad? – su respiración comenzaba a agitarse, sus lágrimas comenzaban a brotar El pelinegro agachó la cabeza y negó – Lo siento Sakura —No...no....mi padre...no Y lo único que supo Sakura es que todo se volvió negro para ella.

Continuara    

Dejame Quererte~♡ [Sasusaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora