capitulo 24

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Sasuke llegó a la hacienda de su hermano, pero se llevó una sorpresa al ver todo tranquilo, no había rastro de que alguien pudiera forzar la cerradura de la puerta, cuando estuvo a punto de tocar la puerta esta se abrió y se sorprendió y relajo mucho más al ver a Itachi en perfectas condiciones incluso estaba a punto de salir. — ¿Qué haces aquí? – Preguntó su hermano mayor —Recibí una nota de que habías sido atacado por alguien – explicó Sasuke — ¿Yo? – Itachi arqueó una ceja y negó – Cómo vez estoy en perfectas condiciones, seguramente alguien te jugó una mal broma —Si ya lo creo – asintió, había cabalgado por nada incluso perdió tiempo con Sakura justo cuando recibió la noticia de su hermano ella lo había perdonado — ¿Te vas a quedar callado toda la mañana? – Dijo Itachi haciendo que su hermano reaccionara — ¿Y a dónde vas? —Tengo que ver a Ino, bueno nos vemos luego – le dio una palmadita en el hombro y cuando estuvo a punto de subir a su carruaje escuchó la voz de su hermano — ¿Seguro que estás bien? —Por supuesto Sasuke no te preocupes – Itachi se encogió de hombros y esbozó una sonrisa – Será mejor que me vaya, voy tarde Sasuke observó cómo su hermano subía al carruaje y se marchaba, algo no cuadraba aquí ¿Por qué lo habían engañado de esa manera? Que él supiera no tenía enemigos pero esto era muy extraño, así que decidió caminar por las calles a ver si de casualidad encontraba a ese niño y lo interrogaría hasta sacarle información. Y así fue, tomó las riendas de su caballo con decisión de encontrar a ese pequeño niño. Sakura se había dado un baño de agua caliente ya había pasado media hora y Sasuke no llegaba aun, estaba impaciente, nerviosa, quería que regresara sano y rezaba porque también Itachi estuviera bien, después de todo la idea de un padre ausente para su hijo la hacía palidecer. Así que mejor regresó a los establos, esta vez sólo para observar a los caballos, no había nadie, ni siquiera se encontraba Danzo cuidando o cepillando los caballos como siempre lo hacía, Sakura se acercó al caballo favorito de su padre, un semental de un intenso color negro como la noche, le acarició la frente y tal parecía que el caballo le correspondía su gesto dulce, pues movía la cabeza de arriba abajo, de pronto el animal se sobresaltó y relinchó, Sakura retrocedió un paso y no sabía por qué había cambiado de humor tan rápido. Y fue cuando todo pasó en un segundo, alguien le tapó la boca con un pañuelo blanco y la arrastraba hacia las colinas, Sakura trato de forcejear pero ese extraño era más fuerte que ella, entonces ella tiro de una cadena que ese extraño llevaba al cuello y lo dejo en el suelo sin que él se diera cuenta, pero para ella en ese momento todo se volvió oscuro y no supo nada más. Sasuke no había tenido suerte con la búsqueda de ese niño y mejor regresó a casa de los Namizake, le había prometido a Sakura que regresaría pronto, además no quería pasar más tiempo lejos de ella, esta vez las cosas ya eran diferentes, ella se había rendido y le daba gracias a dios porque así hubiera sido ya que ni él mismo no sabía cuánto tiempo iba a soportar estar lejos de ella. Cuando entró a la casa, caminó por la recepción hasta llegar a la sala de estar, ahí se encontraban Hinata, Matsuri y Karoru, esta última caminaba de un lado a otro de la habitación, tenía su semblante lleno de preocupación mientras jugueteaba nerviosa con los dedos de sus manos. — ¿Qué pasa? – preguntó al entrar a la sala —Sasuke que bueno que llegas – dijo Karoru preocupada acercándose a él y agarrándolo de su saco – Ha pasado algo terrible – los ojos de la anciana estaban llenos de lágrimas — ¿Sakura? – Fue lo único que le vino a la mente y la anciana asintió — ¿Qué le pasó? – tomó los hombros de Karoru y la zarandeó un poco —Alguien la secuestrado... – explicó la anciana y ya no puedo decir nada porque la misma tristeza había cerrado su garganta —Al parecer alguien entró a los establos, golpearon al anciano Danzo y lo encerraron en una bodega y aprovecharon para llevarse a Sakura cuando ella salió a dar un paseo – explicó ¿Dejaron una nota, algo? – preguntó preocupado —No, nada – Matsuri negó con la cabeza – Pero encontramos esto Matsuri le entregó un medallón, era extraño alguna vez lo había visto en alguna parte, en una persona que conocía perfectamente y que sólo lo había utilizado en un par de ocasiones cuando él iba a verla, sabía perfectamente que Natsumi le daría información. Sasuke apretó el medallón contra su mano, nadie se atrevía hacerle daño a Sakura, ahora si las piezas ya encajaban, alguien quería verlo fuera de la casa de los Namizake para poder secuestrar a Sakura pero... ¿Con que propósito? Sakura no le había hecho nada malo a nadie, era una mujer dulce, buena y tierna, entonces recordó que en un principio había tenido un duelo con un hombre al cual mató, tal vez alguien buscaba venganza y lo quería hacer utilizando a Sakura. —Quédense aquí y no salgan por nada del mundo – ordenó – Prometo que traeré a Sakura sana y salva Sakura parpadeó un poco y luego abrió los ojos, se encontraba sentada en una roca, con los brazos pies y manos amordazados, se encontró con una mirada negra la cual la hizo sentir pánico, nunca había visto a ese hombre en toda su vida y su sola presencia le desagradaba, estaba reunido con un par de hombres y al verla despertar se le acercó a ella. —Veo que ya despertó señora – comentó el hombre quitándole la mordaza de la boca — ¿Quién es usted? – Preguntó Sakura nerviosa — ¿Qué quiere? — ¿Quién soy? – Repitió la pregunta el hombre – Me dicen Madara ¿Qué es lo que quiero? Le aseguro que con usted nada, todo es una trampa para traer a su esposo — ¿Qué quiere con él? — ¿Nadie le ha dicho que hace muchas preguntas? – dijo en tono molesto Madara – Pero en fin, lo único que quiero es acabar con la vida de Sasuke Uchiha, ese hombre asesino a mi hermano y debe pagar – acercó un dedo a las mejillas de Sakura y ella cerró los ojos debido al asco que sentía – Aunque si por mi fuera, me vengaría exactamente de la misma manera o mucho peor Sakura abrió los ojos de par en par al escuchar la declaración de ese hombre. —Pero descuide, mi único interés es terminar con él. Pero tal vez después de enterrarlo tres metros bajo tierra, tú y yo podríamos celebrar de otra manera —No se atreva a tocarme – dijo desafiante la joven —Como usted ordene my Lady – asintió y volvió a cubrirle la boca con la mordaza El corazón de Sakura se le oprimió, en estos momentos era cuando más odiaba sentirse indefensa, pero en el fondo de su alma deseaba que el viniera a su rescate y acabara con ese hombre. Sasuke llegó a la posada donde Natsumi se hospedaba, aun no sabía si ella seguía allí o no pero nada perdía con intentarlo, no saludó a nadie y subió las escaleras de dos en dos para llegar cuanto antes a su habitación, cuál fue su sorpresa que la encontró cepillándose el cabello. Entró a la habitación y cerró la puerta de golpe, Natsumi se había sobresaltado y dejo caer el cepillo al suelo mientras se levantaba de una silla y daba unos pasos hacia atrás al ver la cara de Sasuke. —Ahora en estos momentos – la tomó del antebrazo derecho – Me vas a decir de quien es esto – sacó la medalla y la paso por los ojos de la joven Natsumi reconoció al instante esa medalla ya que era de Madara, de hecho ellos dos eran los únicos que tenían esa medalla parecida, pero lo que no se explicaba había dado a parar a las manos de Sasuke. —No sé de qué hablas – Natsumi trató de fingir demencia —No caeré una vez más en tus mentiras – dijo con voz severa y mirándola con unos ojos rojos – Ya es tiempo de que me expliques todo ¿Quién demonios eres? Y sobre todo ¿Quién se llevó a mi esposa? —No puedo decírtelo —Claro que me lo dirás – Sasuke sacó una daga y la paso justo en la garganta de la mujer – Nunca me ha gustado maltratar a una mujer pero tú cariño, eres una excepción en mi lista. Así que si no me dices quien se llevó a mi esposa, juro que no veras la luz del día nunca más Natsumi tragó saliva, estaba muerta de miedo, nunca había visto a Sasuke tan violento y tan amenazante, pensaba que tal vez estaba jugando, pero cuando acercó más la filosa daga a su garganta supo que no era juego, o traicionaba a Madara o se despedía de su vida. —Esa medalla le pertenece a un hombre llamado Madara – prefirió traicionar a Madara — ¿Y quién diablos es Madara? – Preguntó aún más molesto —Probablemente a él no lo conozcas, pero tal vez a su hermano lo llegaste a conocer – Natsumi tragó saliva y prosiguió — ¿Te acuerdas de un hombre llamado Orochimaru? Sasuke asintió – Como olvidar a ese perro infeliz, estuvo culpándome de tramposo así que nos retamos a duelo y lo maté como el cobarde que era —Bueno – Natsumi asintió – Era el hermano de Madara, cuando él se enteró que tú habías matado a su hermano ideo un plan para vengarse, pensó en asesinar a tu hermano mayor... entonces una noche escuchó a un amigo tuyo decir que habías conocido a una enmascarada en un baile y te habías enamorado de ella al instante, por los detalles que le dieron de esa desconocida Madara pensó en mí y junto con él decidí pasarme por esa enmascarada, pero poco después te diste cuenta de la farsa así que el resto es historia Sasuke al ver que era un poco sincera le retiró la daga del cuello y la soltó, retrocedió un paso. — ¿Sabes de casualidad donde la tiene? —No – ella negó – Pero creo que tiene un campamento fuera de la ciudad El ojinegro asintió y cuando estuvo a punto de salir por la puerta, Natsumi lo detuvo. —Perdóname El hombre la miró de arriba abajo – Solo si mi esposa y mi hijo salen con vida — ¿Tu hijo? – Dijo sorprendida —Así es – asintió Sasuke – Mi esposa está embarazada y un maldito lunático la tiene bajó su poder ¿Tienes idea de lo impotente que me siento el no saber a dónde se la llevó? – Esbozó una media sonrisa – Pero que puedes saber tú Sin decirle nada salió de la habitación y de la posada, se llevó las manos a las sienes mientras trataba de pensar que es lo que haría ahora, todas las piezas se habían unido. — ¿Ha sí que ha dejado una vez más a Lady Sakura? Lo que le faltaba, se decía por sus adentros, en estos momentos tenía muchas cosas en que pensar como para detenerse y discutir con Damián Dupont. — ¿Y nadie te ha dicho que meterte en los asuntos de las personas es de mala educación? —Sólo me intereso por el bienestar de Lady Sakura – dijo Damián— Es una mujer que aprecio – pero el francés observó que en los ojos de Sasuke había preocupación — ¿Le paso algo? Sasuke asintió y en ese momento sintió un golpe que lo obligo a caer al suelo, se llevó una mano a su labio inferior a sentir un líquido cálido correr por su mandíbula, se limpió la sangre con la manga de su chaleco, aun no podía creer que el francés se había tomado la libertad de golpearlo. —Eso es por Lady Sakura —Escucha – Sasuke se levantó y no quiso pelear con él – En estos momentos estoy más preocupado por encontrarla que tener una riña contigo, tal vez cuando la encuentre ajustamos cuentas Damián bajó los brazos y asintió, quiso saber lo que le había pasado a Sakura y Sasuke le explicó todo, así que él decidió unirse a la búsqueda de la joven, esa misma noche ambos partieron en la búsqueda de Sakura, tal vez había hecho mal en no darle parte a las autoridades o incluso a su hermano Itachi, pero él estaba tan desesperado en llegar hacia a Sakura, que tuvo que aceptar a Damián en la búsqueda. Ambos iban en sus caballos justo hacia la dirección que le había dado Natsumi, una cosa pasaba por la mente de Sasuke, encontraría a su esposa y acabaría con ese desgraciado de Madara pero... ¿Qué tan peligroso era? ¿Acaso perdería ante él?

Continuara

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Dejame Quererte~♡ [Sasusaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora