capitulo 15

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El cielo estaba completamente nublado, las nubes estaban completamente grises y la luz de los relámpagos las iluminaban un poco más, así que las primeras gotas no tardaron en llegar, Sakura se levantó de la cama y miró a su alrededor, la habitación estaba en penumbras y no supo en qué momento se había puesto su camisón, seguramente Ten­ten se lo puso mientras ella dormía, pero un dolor le atravesó el corazón al ver que Sasuke no se encontraba a su lado, seguramente estaba abajo en su despacho. Así que tomó una pequeña manta y se la pasó por los hombros ya que comenzaba a hacer un poco de frio, salió de la habitación, caminó por el pequeño pasillo que la conducía hacía las escaleras, bajo los escalones uno por uno y en ese momento se encontró con el mayordomo y lo retuvo unos segundos solo para preguntarle donde estaba Sasuke, a lo que Sarutobi le respondió de inmediato que el señor se encontraba en el despacho. El anciano inclinó la cabeza y se retiró, la joven avanzó hacía la puerta del despacho, pero los nervios se apoderaron de ella, quería verlo pero también quería estar entre sus brazos, sentirse protegida en su ancho pecho, cerró los ojos un momento mientras recargaba su cabeza en la puerta, pero pocos segundos después se armó de valor, giró la perilla y entró al despacho. Pero no se encontraba sentado en la silla que estaba en el escritorio, observó el fuego que había en la chimenea y el sillón que estaba en frente de esta, se vislumbraba el brazo del pelinegro fue hasta allá y se recargó en el borde del sillón, después Sasuke se levantó y la miró a los ojos, le dedico una sonrisa tierna pero a la vez sensual, se veía radiante y la luz del fuego hacían que su piel brillara a un más, y en ese momento el deseo por volverla tener entre sus brazos, besar cada rincón de su piel, deslizar sus dedos en esa hermosa melena se hizo presente. Pero sabía que no podía hacer nada de eso, no sería justo ya que aún estaban a flor de piel las emociones de su esposa debido a la pérdida de su padre, así que tuvo que reprimir ese deseo. Se levantó y avanzó hacía. — ¿Se puede saber qué haces levantada? – su pregunta era más que un regaño Sakura se mordió el labio inferior debido a los nervios que comenzaban a apoderarse de su mente por el simple hecho de tenerlo cerca de ella – No podía dormir Había sido un error por parte de él acercarse a ella, ya que esto provoco un dolor intenso en su entrepierna ¡Con sólo verla! —Mal día ¿No crees? – mejor mantuvo la conversación ya que estaba seguro que la tomaría entre sus brazos y le haría el amor —Si – ella asintió mirando a través de las cortinas los rayaos que iluminaban la habitación — ¿Qué se puede hacer en un día como este? —Veamos – Sasuke se llevó una mano a la barbilla – Se podría jugar cartas, ajedrez Sakura soltó una pequeña risa – Mucho me temo que no se jugar ajedrez y de cartas.... — roló los ojos – Sólo se jugar Black Jack Sasuke esbozó una sonrisa al verla — ¿Tus hermanos no te enseñaron? —No – ella negó – Según Naruto dice que si aprendo a jugar cartas dejare en la ruina a toda Konoha ya que siempre ganó en Black Jack — ¿Siempre, eh? – Preguntó divertido — ¿Y si jugamos? —No quiero ganarte Esas palabras para Sasuke fueron un reto, él también era bueno en todos los juegos de cartas incluyendo el Black Jack, no había nadie que le ganara y al parecer esa chiquilla que tenía en frente suyo se veía muy confiada de su suerte. —Muy bien – asintió — ¿Qué quieres apostar? — ¿Apostar? – Sakura arqueó una ceja confundida – No tengo nada que apostar Una sonrisa burlona dibujó el rostro de Sasuke, la miró de arriba abajo y se le acercó a ella para susurrarle al oído. —A mí me parece que si – dijo divertido — ¿Qué tal si el que vaya perdiendo se despoja de una prenda? Esto hizo que la joven se sonrojara y el corazón le latiera mucho más fuerte que de costumbre, pero si buscaba provocarla lo había conseguido y aceptaría el reto. — ¿O tienes miedo perder? – la retó aún más divertido y se alejándose de ella para verla a los ojos Acepto el reto – ella también lo miró a los ojos – Espero que no pierdas rápido —Lo mismo te digo yo a ti – esbozó una sonrisa Y así si giró sobre sus talones para ir al escritorio y de un cajón sacó un paquete de cartas, mientras le decía que tomara asiento en el sillón, poco después él se acercó con una mesita y la acomodo en frente de Sakura, barajeo muy bien las cartas y luego las repartió en dos en dos, tomó asiento en el piso miró a su esposa. — ¿Lista para jugar, esposa? – preguntó al ver sus cartas —Por supuesto, esposo El Black Jack o Veintiuno es un juego de cartas en la que cada jugador deberá sumar 21 con las cartas que tenga a la mano, los ases equivalen a 1 u 11, las figuras como 10 y las demás cartas su valor numérico. Sasuke miraba sus cartas, tenía un as y el número siete, que al sumarse seria 8 o 17, mientras que por el otro lado, Sakura tenía una figura y un 5, formando únicamente 15, si se arriesgaba y tomaba una carta podría arriesgarse a que está le saliera baja o alta pero no podía darse el lujo de perder, así que tomó una carta. — ¿Tan rápido estás perdiendo, amor? – preguntó divertido Sasuke —Eso quisieras – respondió con una sonrisa y al ver su carta un alivio le recorrió el cuerpo ya que le había salido el 6 y formaba el Black Jack Sasuke tomó una carta y también se alegró ya que con ella formaba un 20 y por un instante se confió en que su adorada esposa no tendría un 21. —Muy bien, la hora de la verdad – dijo Sasuke enseñando sus cartas – Tengo 20 amor, y dudo que tú tengas un 21 — ¿Estás seguro? – Preguntó Sakura– Me parce quien se va a despojar primero de una prenda eres tú —y le mostró sus cartas esbozando una sonrisa de triunfo – Black Jack — ¡Bruja! Sasuke se quitó el saco y así continuaron jugando, no cabía duda, Sakura era buena jugando ya que en todas las rondas o sumaba 21 o tenía un número más arriba que él, obligándolo a quitarse ya varias prendas y solo se quedó con sus pantalones. —Black Jack – volvió a decirle su esposa Pero en lugar de quitarse los pantalones hizo a un lado la mesita y le quitó las cartas que tenía Sakura entre sus manos y las tiró al suelo, la miró a los ojos y un brilló de deseo cruzó por esos hermosos ojos negros, a la joven se le fue el aliento, al ver su pecho desnudo frente a ella, su respiración se aceleró y su corazón latía a una velocidad intensa. De pronto él se acercó más a ella y se inclinó un poco más para capturar esos labios que tanto había ansiado probar, pero a medida que fue durando se hizo más intenso, más apasionado lleno de deseo por parte de los dos. —Te deseo – el ojinegro susurró en su oído Pasó una mano por la cintura de su esposa para atraerla hacía él y ponerla de pie, sus manos recorrían cada delicada cuerva de sus caderas, Sakura con sus brazos lo rodeó mientras lo atraía más a ella, también lo deseaba, deseaba que la hiciera suya, ahí, en ese momento. —Hazme tuya Sasuke...— susurró la joven con la voz agitada – Hazme el amor Eso fue lo que quería escuchar todo el día. Así que deslizó un poco más sus manos hasta llegar al borde del camisón y comenzó a subirlo poco a poco hasta llegar por sus muslos, después un poco más arriba deteniéndose por un momento en sus pechos y por último se lo quitó por encima de la cabeza. Pero antes de hacer algo más, el ojinegro tomó sus mejillas con ambas manos y la miró no con una mirada de deseo, si no con una llena de amor, si, ahora se daba cuenta que amaba a esa mujer y que sin ella estaría seguro que él no podría vivir, pero aún no estaba seguro de hacerle una confesión de ese tipo a Sakura ya que seguramente ella pensaría que sería mentira por la mala fama que cargaba en sus hombros, pero de una cosa estaba seguro, le demostraría cuanto la amaba. Sakura lo miraba a los ojos pero por más que trataba de adivinar la expresión en el rostro de Sasuke no podía. Si tan sólo él también adivinara su mirada, se metiera en su interior y se diera cuenta de cuánto lo amaba, porque lo amaba. Se acercó lentamente a ella y la besó dulcemente, esos labios carnosos y deseables que llevaba tanto tiempo pensando en ellos, en probarlos, deslizó una mano hacia la cintura de la joven y la atrajo aún más a su cuerpo, la deseaba más que cualquier cosa en este mundo. Sakura se estremeció al sentir la perturbación en la entre pierna de Sasuke, con sus manos temblorosas desabrochó los pantalones de su esposo. — ¿Tienes idea de cuánto de deseo? – Sasuke le susurró al oído al mismo tiempo que besaba el lóbulo Una vez desnudos, el joven tomó a su bella esposa entre sus brazos y la tendió sobre la alfombra, así a la luz del fuego hicieron el amor en donde cada beso, cada entrega iban enredando sus corazones en los brazos de cada uno. Exhaustos y con sus cuerpos sudados se durmieron a la luz del fuego que había en la chimenea, Sasuke pasó un brazo por la cintura de Sakura y la atrajo hacia él y recargó su cabeza en la de la peli rosa, el aroma de su cabello y cuerpo lo embriagó al punto de hacerle sentir una inmensa paz. Minutos después la respiración de Sasuke se fue acompasando poco a poco, pero Sakura aún no podía conciliar el sueño, acariciaba delicadamente el brazo del pelinegro, el cual rodeaba su cintura. Giró lentamente sobre si hasta estar frente a frente de él, lo miraba dormir, el fuego arrebataba destellos dorados en los cabellos negros de su esposo, una profunda curiosidad curso por su mente, ese rostro lo había visto en alguna parte, sólo que no se acordaba en donde, o más bien lo había visto pero... con un antifaz. Así que, temblorosamente cubrió con sus manos el rostro de Sasuke sólo dejando al descubierto sus ojos, pero Sasuke al sentirla abrió los ojos, y el corazón de Sakura dio un pequeño salto al darse cuenta de quién era en realidad su esposo, ¡era él! ¡Siempre fue él! Aún mantenía fresco el recuerdo de esa noche en donde ella, sofocada por el ruido y el calor de las velas había salido a tomar aire fresco al jardín encontrándose con Sasuke, tenía en frente de él no sólo al hombre que la había besado en aquella velada sino que también le robó el corazón y además ¡Era su esposo! — ¿Qué haces? – Preguntó curioso Sasuke —N—nada – Sakura retiró las manos del rostro de Sasuke y una lagrima resbaló por sus mejillas, recargó su cabeza en el pecho del pelinegro El ojinegro tomó la bravilla de la peli rosa y la alzó delicadamente, al encuentro de sus ojos él esbozó una sonrisa y la besó una vez más. La tomó de los brazos para tendera sobre él, sus senos quedaron justo en frente de su rostro y no pudo resistirse a probarlos, besó un pezón mientras que con una mano masajeaba dulcemente el otro, Sakura se arqueó contra su cuerpo al sentir esa oleada de calor que corría por todo su cuerpo. Sasuke la penetró con cuidado y de nuevo hicieron el amor, pero esta vez Sakura se entregó aún más a él, se entregó con más amor, con más pasión. Agotada por el clímax, Sakura recargó su cabeza en el hombro de Sasuke, y esté la rodeo con sus fuertes brazos y la atrajo hacia él, mientras acariciaba su espalda, la joven alzó la vista y Sasuke al verla se preocupó, ya que sus mejillas estaban empapadas en lágrimas. — ¿Qué pasa? – Preguntó dulcemente secando las mejillas de su esposa — ¿Te hice daño? —No – Sakura negó con la cabeza, entrelazo sus brazos alrededor del cuello de Sasuke y una vez más se recargó en su hombro – Te amo – le susurró al oído mientras otra lagrima resbalaba por sus mejillas

Continuara

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Dejame Quererte~♡ [Sasusaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora