capitulo 17

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Esa tarde Sakura no habló más del tema con Sasuke de hecho trataba de evadirlo a toda costa y cuando se llegaban a encontrar por casualidad ella simplemente se daba la vuelta y se iba. Se había arreglado para la sencilla ceremonia de sus hermanos, aun no podía creer que tomaran tan repentinamente la decisión de casarse sin habérselo dicho a ella primero, ese par le debían muchas explicaciones, pero sería después de la boda, ya que ese día era el más importante de sus vidas y no podía echárselos a perder, Naruto y Gaara amaban tanto a Hinata y a Matsuri y por fin su sueño de tenerlas en sus vidas se estaba por hacer realidad. Si tan sólo Sasuke demostrara el mismo amor como lo demostraban sus hermanos otra cosa sería, si él tan sólo se diera cuenta que ella es la mujer a la cual besó, miró por un momento el closet, se acercó a él para abrirlo y lo primero que quiso ver era el vestido color turquesa que llevaba ese día que conoció a Sasuke. Y por un momento hizo reflexionó, entonces si él fue quien la besó seguramente tenía el medallón de su madre, pero era obvio que no podía decirle así porque si "oye, me regresas el medallón que encontraste en la casa de los Wells" no, sería muy tonto, además una idea se cruzaba por su mente, dejaría que él se diera cuenta quien era ella en realidad y después que le entregara el medallón, total, estaba en buenas manos. Cerró el closet y salió de la habitación pues ya era hora de que partiera hacía la casa de sus hermanos para llegar a tiempo a la ceremonia. Esbozó una sonrisa mientras bajaba por las escaleras, se encontró al mayordomo Sarutobi y ten­ten que la estaba esperando para ir a la boda de su hermana pero antes de irse le preguntó por Sasuke. —Lo siento señora, pero el señor Uchiha salió hace unas horas Sakura suspiró ¿Tan temprano tenía que ver a Itachi? – Gracias Sarutobi – la joven asintió –Si pregunta por mi...— hizo una pausa, sabía que él no preguntaría por ella – No le digas nada —Cómo usted ordene señora Sakura salió de la casa junto a Ten­ten, subieron al carruaje y partieron hacia su destino. Cuando llegó a la casa de los Namikaze, esa casa que la vio nacer, que vivió grandes momentos cuando era niña, ella y sus hermanos jugando alrededor del jardín mientras eran vigilados celosamente por su padre, su padre, si tan sólo él estuviera a su lado, seguramente la tomaría entre sus brazos y le diría "no te preocupes corazón, todo estará bien. Además, yo estoy contigo". Tocó la puerta y Karoru fue quien la recibió. —Mi niña – la abrazó – Que bueno que has llegado. Te estábamos esperando a ti — ¿Dónde están mis hermanos? – preguntó —Están en la sala de estar, con Hinata, y Matsuri – comentó la anciana —Señora si me disculpa quiero ir a ver a mi hermana —Claro Ten­ten ve —ten­ten fue hasta la sala en busca de su hermana, la anciana la miro y le comento —El joven Itachi ha venido para estar presente y trajo con él a un hombre muy guapo, creo que se llama Damián Dupont — ¿Itachi Uchiha, está aquí? – Se sorprendió al escuchar ese nombre, no cabía duda, algo estaba distrayendo a Sasuke y ese algo tenía cuerpo pero no nombre.... una mujer —Si – la anciana se apresuró en responder – Naruto lo invitó a última hora y trajo con él a ese francés. Hay Sakura, si te hubieras esperado unas semanas, seguramente te habrías casado con él. Es muy guapo —Karoru, esos no son comentarios para una mujer casada como yo – tocó el hombro de la anciana – Además, soy feliz con Sasuke y le debo respeto y fidelidad¿Pero y él a ti? —Sabes, no quiero hablar del tema – prefirió cambiar de tema antes de salir en discusión con la anciana – Iré a ver a mis hermanos Sakura avanzó hacia la sala de estar, ahí se encontraba efectivamente a todos, esbozó una sonrisa al entrar y fue directo a abrazar a sus hermanos, después saludar a sus futuras cuñadas y por último a Itachi y a Damián. — ¡Has venido sola! – dijo Itachi sorprendió al no ver a Sasuke acompañando a Sakura — ¿Dónde está el infeliz de mi hermano? —Dijo que tenía unas cosas que resolver con unos amigos – mintió para salvar a su esposo para evitar que Itachi le llamará la atención —Independientemente Sakura. Él es ahora tu esposo, y debe acompañarte en cualquier momento, tendré que hablar con él mañana mismo —Por favor, no lo hagas – la joven le regó —Pero Sakura...— Insistió el mayor de los Uchiha —Te prometo que yo hablare con él —Está bien, se hará como tú quieras – asintió y volvió la vista a Damián – Te presentó a Damián Dupont El francés tomó delicadamente la mano de Sakura y la besó, después sus profundos ojos azules se posaron en los de ella, sin duda era la mujer más bella que había visto en toda su vida, era una lástima que una flor tan delicada se marchitara en los fríos brazos de Sasuke. —Por supuesto – comentó el joven, con ese romántico acento francés – Tuve el placer de conocer a tan hermosa mujer Ante ese comentario Sakura se sonrojó un poco, Damián era tan diferente a Sasuke, bueno no es que sacara conclusiones, sólo lo había visto dos veces y eso le bastó para llevarse una buena impresión de él, el joven era cortes, atento, y tenía una arrebatadora sonrisa. Sakura tuvo que parpadear durante unos segundos, ya que no podía darse el lujo de hacerlo, estaba casada y amaba a su esposo. Un par de minutos más llego el sacerdote y dio comienzo la ceremonia, Sakura tomó lugar en medio de Itachi y Damián, sus miradas se encontraban por casualidad y el francés siempre terminaba por ofrecerle una sonrisa. La ceremonia terminó y se quedaron un rato celebrando, pero Itachi tenía que irse temprano ya que mañana tenía unos asuntos pendientes, como habían llegado él y Damián juntos, el francés le dijo que se quedaría otros minutos más, esto no le pareció muy bien a Itachi, sabía que a ese hombre le había interesado la mujer de su hermano así que lo más correcto era llevarse a Sakura. —Vamos Sakura. Te llevare a casa – se ofreció el ojinegro —Lo siento Itachi – Sakura se encogió de hombros – Me quedare otros minutos más con mis hermanos. Además, dudo que Sasuke ya esté en casa —Bien, en ese caso – Itachi se inclinó – Buenas noches – y se marchó Los hermanos de Sakura tanto como Hinata y Matsuri se habían retirado y Ten­ten acompaño a la cocina a Karoru así habían dejado solos a Sakura y al francés, la joven salió al jardín acompañada de ese hombre. — ¿Así que su esposo la volvió a dejar sola? – preguntó al verla tan pensativa —No – ella negó tristemente, al recordad sus actitudes de esa mañana – Tuvo un asunto de negocios que atender con sus amigos —Ay chérie, chérie – suspiró el francés – Esas son las típicas escusas que utilizan los hombres — ¿Utilizan? – Sakura arqueó una ceja — ¿Usted las utilizas? El francés esbozó una media sonrisa – No, no soy de esos hombres que juegan con los sentimientos dulces de una mujer – explicó – No le miento que he estado con algunas mujeres, pero ninguna ofrece el sentimiento y el cariño que una esposa puede dar —Habla como si estuvieras casado – comentó la joven —No Chérie, no estoy casado – miró a Sakura de arriba abajo, se aceró un poco a ella y le susurró – Y si lo estuviera, sería para mí un honor de tener una mujer tan bella como tú a mi lado —Señor Dupont, ese tipo de comentarios no son correctos para una mujer casada como yo —Lo siento, Chérie – se disculpó – No puedo evitarlo. Él día en que la vi en esa fiesta, me impresionó tanto que estuve a punto de pedirle matrimonio esa noche, pero me lleve una decepción a saber que era casada. Dígame ¿Su esposo es cariñoso con usted? —Si – respondió segura de sí misma — ¿Le ha dicho lo hermosa que es? – Volvió a preguntar y ella le respondió lo mismo – ¿Le ha dicho que la ama? Ante tal pregunta Sakura bajó agachó la mirada, por un momento estuvo a punto de decirle que sí, que se lo decía mil veces al oído, pero no era cierto, es solo la trataba cariñosamente cuando hacían el amor, no la abrazaba o la besaba por que naciera de él, la besaba, sí, pero cuando había intimidad, la abrazaba, sí, pero cuando hacían el amor. Sakura suspiró y en francés esbozó una sonrisa de triunfo. —Por lo que veo, no ha sido capaz de decirle un "te amo" – comentó el francés — ¿O me equivoco? — ¿Y a usted que le importa? – Preguntó furiosa – Hágame un favor, no se meta en mi vida Giró sobre sus talones, entró a la casa y se despidió de Karoru, y le aviso a Ten­ten para que se fueran, seguramente sus hermanos estaban ya en su noche de bodas y era mejor irse cuanto antes, salieron de la casa y de tras de ellas la seguía Damián. —My Lady aguarde – rogó Damián Pero cuando Sakura estaba a punto de subir el primer escalón del carruaje, Damián la tomó del brazo y la hizo girar. —Le ruego que me disculpe my lady – se disculpó educadamente – Le prometo que esto no volverá a suceder —Eso espero – ella asintió y se subió al carruaje junto a Ten­ten – Que tenga buenas noches —Lo mismo le deseo, ma belle – le hizo una reverencia y el cochero comenzó a mover el carruaje El francés se quedó en medio de la calle, miró su carruaje pero la verdad aun no quería llegar a casa. así que mejor fue en busca de diversión, fue a un club de apuestas, entró y le entregó a un caballero su abrigo, después abrió una puerta y el salón estaba repleto de humo, mujeres sentadas en las piernas de los hombres, sus ojos azules se desviaron en un hombre ya conocido para él, ahí, en una mesa no muy alejado de él, se encontraba Sasuke Uchiha, conversando muy cariñosamente con una mujer, apretó los nudillos de sus manos para controlar su furia ¿Cómo era posible que le estuviera haciendo esto a una mujer tan dulce? Si fuera él, estaría todo el día pegado a ella y mientras estaba al pendiente de su bienestar. Furioso se obligó a dejar el salón de apuestas y mejor regresaría a casa, era mejor que se fuera a descansar y no armara un pleito. Mientras tanto Sasuke y Natsumi conversaban, la plática se había vuelto más candente y Sasuke había descubierto que era verdad, esos ojos, guardaban a una mujer salvaje. —Creo que me retirare – dijo Natsumi —Yo también — ¿Te gustaría acompañarme? – Preguntó Natsumi con una seductora sonrisa – Digo, si es que puedes —Para mí sería un honor acompañarla, señorita Ambos salieron del club y fueron directo hacía la posada en donde se hospedaba Natsumi, subieron por las escaleras y la joven introdujo la llave en el cerrojo de la puerta, pero antes de abrirla, miró a Sasuke. — ¿Guastas pasar? – Preguntó Natsumi —Si paso, me quedaría toda la noche a tu lado Natsumi abrió la puerta y le hizo una señal a Sasuke de que entrara – Yo estaría encantada Sasuke esbozó una sonrisa y entró a la habitación, el cuarto era amplio, se encontraba una cama matrimonial y al fondo estaba el closet y una pequeña ventana. Natsumi entró de tras de él y cerró la puerta con llave, para su fortuna Madara había salido de viaje para reunir a unos amigos de él y así poderse vengar de Sasuke. — ¿Se te ofrece algo? – le susurró la joven en su oído —Si – Sasuke asintió y giró sobre sus talones, tomó a la joven entre sus brazos – A ti – y la besó apasionadamente Esa noche era como la anterior, estaba sentada al borde de la cama mientras observaba el viento que alzaba las cortinas blancas de la ventana, la joven se estremeció del frio y se cubrió con una sábana, suspiró al sentir el otro lado vacío de la cama ¿Dónde estaba? ¿Era verdad que tenía que ver a unos amigos o estaba con otra mujer? No quería pensar en eso, seguramente su reunión se había extendido un poco más, pero las palabras de Damián estaban presentes en su mente "Esas son las típicas escusas que utiliza los hombres" No se resignaba a creer en eso y hasta no verlo por si misma jamás lo crearía que Sasuke estaba con otra mujer. Apagó la vela que estaba en la mesita de noche, se acotó y cerró sus ojos para caer en un sueño profundo. — ¿Tienes idea de cuánto te había deseado? – le susurró al oído mientras llegaba junto con ella al orgasmo – Me vuelves loco Natsumi —Y tú a mi Sasuke Se tumbó a un lado de ella, y está era la oportunidad de dar el siguiente pasó a su plan, el de hacerle creer que era la enmascarada que él tanto había buscado. —Sabes, me recuerdas a alguien – dijo recargándose en su ancho pecho — ¿A quién? – Sasuke le preguntó mientras acariciaba el hombro de la peli rosa —Dirás que estoy loca pero...— roló los ojos y comenzó con su segunda etapa – Hace tiempo fue aun baile de disfraces, pero el ruido y la gente me alteró los nervios y Salí a tomar aire fresco, y en ese momento me encontré con un enmascarado que me robó un beso Sasuke dejó de acariciarle el hombro, ese relato lo conocía muy bien, pues él en la fiesta de los Wells había conocido a una enmascarada robándole un beso, pero ella le dejó como recuerdo de esa noche un medallón. —Dirás que estoy loca... pero me recuerdas a él – alzó la mirada hacía él y por lo que veía en sus ojos supo que había mordido el anzuelo — ¿Qué te pasa? ¿Por qué te pones serio? —Esa fiesta a la que fuiste ¿De casualidad fue la de los Wells? —Por supuesto ¿Ha caso ha habido otra? —Te encontré – él se recargó en la cama junto con Natsumi, la tomó de las mejillas y la miró a los ojos – Después de tanto tiempo por fin te encuentro– acercó sus labios a los de ella y la besó En su interior Natsumi esbozaba una sonrisa amplia ya que había caído en una trampa perfectamente tejida.

Continuara    

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