Harry Potter Imaginas

RemusxSiriusIII

¡HALLO SOBRINAS! ¡SI! ¡Este es el saludo que anuncia cosas rikolinas! Por ende es un aviso, si no te gusta el smut mal hecho de alguien que no suele escribirlo, solo no continúes leyendo, please.

Ha pasado un año más o menos desde que llevas esta relación extraña con Remus y Sirius.

Ya te habías acostumbrado a ambos y a las situaciones junto a ellos, sin mencionar que obviamente ya habías intimado con ambos pero eso era algo que en parte se salía de tu control; porque ¿cómo resistirte a la cara de cachorro de Sirius cuando quiere algo y a lo insistente que se ponía hasta conseguirlo? ¿O a ese lado salvaje, exótico y cariñoso de Remus que te encantaba cada vez que estaban solos? Imposible, solo era imposible resistirse a ambos hombres que por su parte sabían lo que ocurría el uno con el otro mas no lo comentaban entre ellos y seguían su gran amistad compartiendo a la mujer que amaban.

Sirius era realmente un vago muy inteligente, nada que no se solucionara con lo bien llamado "premios" que le ofrecías para ayudarlo a estudiar y concentrarse en las asignaturas y gracias a ti, sus notas eran buenas.

-¡Bien hecho Sirius! Es una amortentia en toda la regla -le felicitaste oliendo la poción de la cual emanaba el shampoo de Remus y el perfume de Sirius.

Procediste a guardar la poción en botellitas para entregárselas luego al profesor Slughorn y al terminar miraste a Sirius, que se encontraba sentado mirándote con una sonrisa.

-¿Ya puedo obtener mi premio? -preguntó como un niño pequeño.

-¿Ahora? ¿Aquí?

-Si -murmuró sentándote en sus piernas frente a él y acariciando las tuyas- ¿Sabes qué olí en la amortentia? -susurró contra tu cuello y te estremeciste un poco- A ti -terminó a la vez que daba una pequeña lamida a tu cuello.

Hizo un pequeño camino de besos hasta tu clavícula y de regreso subió hasta tus labios, mordiendo el inferior, pidiendo acceso a tu boca, el cual permitiste.

Se enfrascaron en una batalla de lenguas. Un beso profundo y encendido que iba aumentando de nivel, y por si aún no se hacían la idea, estos eran los muy efectivos premios que le dabas a Sirius para subir sus notas de desastroso hasta supera las expectativas o un extraordinario.

-Sirius -gemiste levemente al sentir como desabotonaba tu camisa.

Un poco más encendido por tu involuntario gemido, terminó de quitar tu camisa y beso la piel que sobre salía de tu sujetador mientras hacía suaves figuras en tu espalda con sus dedos y desabrochaba la prenda que le impedía la magnífica vista a tus pechos.

-Eres hermosa -murmuró con voz ronca a la vez que se dedicaba a chupar y pellizcar tus desnudos pechos.

-Sirius -murmuraste.

No podías negar que la especialidad de Sirius siempre ha sido su lengua, tanto para besar como para utilizarla en otras cosas.

El oji-gris siguió enfrascado en el dulce sabor de tus pechos y bajó su mano libre a una de tus piernas, poco a poco, podías sentir una leve erección levantarse en los pantalones de tu novio, cosa que inconscientemente te hizo moverte un poco sacándole un dulce gemido.

-Nena -jadeó y tomo tu cadera invitándote a moverte más.

Podías sentir sus partes íntimas haciendo fricción sobre la ropa. Dado que solo estabas con la falda del uniforme, se sentía más y más la erección de Sirius logrando hacerte humedecer un poco.

Continuaste con el suave vaivén de tus caderas mientras sus lenguas seguían en una guerra sin cuartel. Quitaste su camisa, besaba y lamias su cuello mientras él mantenía sus manos en tu cadera controlando el ritmo de los movimientos. En un punto que Sirius ya no lo soportaba más, te tomo de los muslos y enredaste tus piernas en sus caderas, te colocó suavemente sobre la mesa. Bajando la mano hasta tu mojado sexo y haciendo la braga a un lado introdujo un dedo en ti.