Harry Potter Imaginas

(S) Draco Malfoy

La tarde caía y estabas charlando animadamente con tu hermana mientras esperabas a que Draco estuviera listo. Hoy era el Matsuri* de tu zona y Draco, quien había estaba pasando esas vacaciones con tu familia en Japón, había aceptado a acompañarte en una cita al festival.

Estabas lista y tu yukata* era blanca con flores de distintos tamaños esparcidas por ella y de colores rosa y negro. Miraste tu reloj y ya habían pasado al menos unos diez minutos y comenzaste a preocuparte.

-Ya regreso -avisaste a tu hermana para luego caminar a la habitación en la que se encontraba Draco con tu madre. Tocaste dos veces-. ¿Todo bien ahí adentro? ¿Draco, sigues vivo?

Solo se escuchó un grito del chico y soltaste una pequeña risita.

-¡Por dios! ¡Estate quieto o volverás a deshacerlo! -reprendió tu madre.

¿Cuántas señoras y minutos se necesitan para ponerle una yukata a Draco? Aparentemente, muchas.

Regresaste a tu lugar y cinco minutos después, tu novio salió junto a tu madre. Él vestía una yukata azul oscura más simple con su respectivo calzado. Estaba sumamente rojo y miraba al piso apenado, no podías evitar reírte de él, sabias que tu madre probablemente se había aprovechado y sobre pasado un poco con él.

-Ya está listo -suspiró tu madre sentándose junto a tu hermana- Vayan a mostrar mi trabajo, no dure quince minutos ahí con el señor quejicas para nada. Fuera.

Salieron del apartamento y tomaste la mano de Draco, quien aún no te veía a la cara.

-Sabes, podías haber ido en ropa normal -comentaste.

Él te miró con los ojos abiertos.

-¿¡Por qué no me lo dijiste antes!?

Reíste.

-No te rías, malvada bruja. Tu madre me dijo que había que asistir con vestimenta... Esa señora...

-Mi madre solo quería toquetearte y sacar tus medidas para un uchikake* -dijiste divertida.

-Las próximas vacaciones tú vas a mi casa -murmuró enfurruñado.

-No seas niña...

-No soy niña... tu madre enserio me asusta.

-Eso te pasa por ser guapo -le besaste la mejilla-. Te ves bien.

-Tú también -dijo con una pequeña sonrisa.

-Vamos, la pasaremos bien -lo jalaste más rápido.

Finalmente llegaron al lugar de la celebración y el cielo estaba oscureciendo. Arrastraste a Draco al primer puesto que viste, el cual fue el de las máscaras. Tomaste una de hyottoko* y la pusiste sobre tu cara para enseñársela.

-Se parece a ti.

Draco tomó una okame* y te imitó.

-Y está a ti.

-Mis mejillas no son tan grandes -murmuraste bajando la máscara y haciendo un puchero.

-Y yo no tengo cara de viejo tomado -dijo serio.

Tomaste una de hannya*.

-Esta se parece a Snape -reíste.

-Como te digo que no, si, si -rió-. No te metas con mi líder de casa, leona -te golpeó suavemente en la cabeza con la máscara.

Al final terminaron comprando una de tanuki* y de okame para seguir andando por el festival.

Intentaron en todos los puestos de juegos, pero en cada uno, Draco fracasó vilmente. En el Kingyo sukui* se le rompieron todas las redes y en su equivalente con redes y globos de agua, yoyo sukui*, igual; mientras que tú ya tenías varios peces para la pecera de tu madre, ofreciste a regalarle uno, pero se negó rotundamente.