Harry Potter Imaginas

Severus Snape III

-Si vuelves a quejarte, juro que te haré la vida imposible en pociones.- Mencionaste apretando la mano de Severus.

-No es mi culpa que haya demasiada gente.- Respondió malhumorado.

Habías traído a Severus para una cita "muggle", los dos trataban de salir más seguido y apoyarse en estos tiempos que no eran muy felices, aunque tu novio tampoco estaba tan feliz que se diga. Severus conocía tu condición y estaba de acuerdo con ella, ambos habían tropezado y rebotado como pareja hasta llegar a lo que son hoy, una relación estable en lo que cabe. Lo respetabas y querías mucho, pues claro, el chico prefirió estar del lado mas puro de la guerra que el lado que aniquilaba y torturaba gente como tú.

-Oh, vamos, Sev.- Le sonreíste dulcemente.- Me prometiste que lo intentarías.

El chico suspiró cansado.

-No lo prometí, me empujaste hasta aquí antes de poder decir algo al respecto.

-Pero no volviste a casa, ¿no es cierto? .- Sonreíste victoriosa.- Además te llevaré a probar lo mejor en tu vida.

-Espero que valga la pena .- Murmuró.

-Oh, lo valdrá.

Severus suspiró rendido, y con una mueca entraron en el restaurante que era bastante común. La mayoría de la gente que allí se encontraban eran parejas o grupos de amigos, ya que la zona en la que vivías estaba repleta de colegios y secundarias, el ambiente era anticuado y de fondo se escuchaban los clásicos de los 70's lo cual confundía a Severus quien nunca había entendido la música muggle.

Ambos se sentaron en una mesa para dos, y ordenaste pizza y batidos, tu favorito luego de salir de clases.

-Pizza .- Repitió Severus.- Suena asqueroso.

-¿Asqueroso? Oh, dios perdónalo no sabe lo que dice .- Murmuraste mirando hacia arriba.

-¿A quien le hablas?

-Al dios pizza, para que perdone tus pecados .- Contestaste divertida.

-Con ese animo mejor ni hubieras venido .- Murmuraste en un puchero mientras mirabas hacia otro lado.

-Me arrastraste, debería demandarte por secuestro .- Bromeó para aligerar el ambiente.

-Vamos, se positivo .- Tomaste su mano y le diste un corto beso en los labios.

-No pienses que me compraras solo con eso .- Bufó.

-Ni por un momento se me pasó por la mente .- Sonreíste.

El mesero trajo la orden y Severus miró con desagrado el circulo con muchos condimentos y grasa que se encontraba frente a él mientras que en tu cara solo había una sonrisa emocionada.

-¡Hace bastante no como una! .- Lo miraste-. ¿Qué te parece?

Severus intentó darte una sonrisa.