Harry Potter Imaginas

(S) Neville Longbottom

- ¡Acabalo Neville!- Exclamabas realmente concentrada.

Neville apuntaba dudoso a una figura de cazador que se movía rápidamente entre muchas otras, sólo tenía que darle otra vez y ganarían un peluche gigante, sorprendentemente el chico había salido ingenioso para ese juego. Ambos se encontraban en un parque de atracciones, esos que llegan en verano y permanecen allí un cierto tiempo, habías visto el folleto apenas llegaste a tu hogar en julio y no dudaste en arrastrar a tu novio Neville apenas llegará de visita a tu casa.

El chico aún dudoso, quien no sabía lo que era, aceptó y se dejó llevar hasta el lugar, era fácil decir que se había arrepentido al ver el rostro que hacía cuando vio la inmensa montaña rusa en las puertas del lugar, con veinte años, estudiando para se Auror y próximamente contando cómo profesor Neville aún no controlaba su miedo a algunas cosas, algunas con el nombre de "Adrenalina Hasta Morir" en grande, iluminado y pegado en la punta de la montaña.

- ¡Ganaste muchacho!- Celebrará la mujer, Neville Soltó el arma de juguete y se secó las manos en los jeans.- ¿En serio? Wow.

- ¡Eso es Nev!- Celebraste abrazándolo.

Momentos después se retiraban de allí, tu con el oso gigante en tus brazos, y Neville con una sonrisa de campeón en el rostro.

- !Mira!- Gritaste al ver el puesto de algodón de azúcar.- ¿Quieres probar uno?

Neville se encogió de hombros y tu solo lo arrastraste hacia allí.- Es lo mejor que hay, es dulce y se derrite en tu boca.

Compraste un cono y lo probaste.- DIVINO.- Exclamaste probando otro mordisco, luego lo acercaste a la boca de tu novio y el mordió un poco tímidamente, segundo después aparecía una sonrisa.- ¿Te gustó?

- Pegajoso.- Probó de nuevo.- Pero es muy bueno.

Tomaste un poco con tu mano.- Y mira.- Lo pegaste sobre tu labio como si fuera un bigote.- Soy Santa Claus.

El chico sonrió divertido, su sonrisa fue nublada al ver que te quedabas mirando embobada la caída del carril en la montaña rusa.- T/N..- Titubeó pensando lo que tu imaginabas.

- Es hora.- Le Dijiste sombría.- ¡Vamos a montarnos.- Lo tomaste de nuevo y el chico trataba de seguirte el paso.

- No creo que quiera montarme.- El temblaba haciendo la fila.

- Vamos Neville, cuantas veces vas a poder decir "Oigan yo fui quien ayudo a destruir al señor tenebroso y sobreviví a la montaña rusa".- Murmuraste saltando con emoción.- ¡Imagínate contarle eso a nuestros hijos!

Neville se aterro aún mas.- ¿Hi-ijos?

Reíste logrando tu objetivo de confundirlo hasta llegar a sentarlo en el carril.

-¿Puedo colocar mi oso allí?- Le Preguntaste a la chica de la atracción.

- Si claro.- Mencionó en una sonrisa, ayudándote a colocar el oso a tu lado, tu en el medio y Neville a tu otro lado.

- Te puedes sentarte en el medio si quieres cariño.- Le Dijiste mirando su cara de horror.

- En el medio es mejor, se siente más el vacío.- La chica Murmuró ayudándolos.

Neville trago en seco.- Estoy bien así, gracias.

Tomaste el seguro con emoción y sonreía esperando que empezara.- Creo que vomitare.- Murmuró Neville mirando a la nada.

- Cariño no pasara nada, confía en mi.- Le diste un palmada en el hombro y una sonrisa de apoyo moral.

No debió hacerlo, ya que justo después de bajar se encontraba vomitando en el contenedor de basura más cercano, tú y tu oso de felpa dándole palmadas en la espalda para ayudarlo.