Capítulo Tres

7.5K 613 61
                                    

"todo lo que sufrirás no se compara a todo lo que lo que amarás, ese hombre es tu dueño y tú su única debilidad, su primer y único amor, tú eres su otra mitad y él es el porqué de tus sueños sin sentido; Deja de esconderte del amor y aférrate a él, es la única salvación que te queda"

Narra Abel

No lo podía creer, me arrebató todo, mi vida planeada, mis sueños, mi familia, todo... No sé qué hacer, esto es una amenaza que tengo que aceptar, no queda de otra, pero aun así duele.

Estaba arrodillado en el piso con las manos tapando mi rostro húmedo por tanto llorar, a mi lado estaba mi padre y mi madre, no aguante estar en la empresa y fui directo a casa, pero mi padre me acompañó porque no quería que me pasara nada, al llegar a casa le conté todo a mi madre y comencé a llorar sin nadie que lo pudieran tan siquiera evitar, mi madre y mi padre me consolaron... Todos sabíamos que no había opción, teníamos que cumplir con la petición del alfa.

No supe ni como llegué a la cama, pero desperté en ella, era de mañana.

-por favor que esto sea un sueño –dije comenzando a llorar y a tomar mi cabello con las dos manos

-me temo que no lo es cariño –dijo la dulce voz de mi madre, entró con una charola con mi desayuno

Miré a mi madre con tristeza y nostalgia – madre –dije con un hilo de voz y solté el llanto, mi madre dejó la charola en el tocador y se acercó a mí para abrazarme, recargué mi cabeza en su pecho desahogándome por completo

-Lo siento mi amor, por favor perdona a tu padre, nunca quisimos esto para ti –dijo con la voz apagada

Suspiré y la miré a los ojos –tengo que cumplir con su petición, no quiero que les pase nada a ustedes –dije limpiando mis lágrimas- son mis padres y los amo –dije

-y nosotros a ti mi amor –dijo tomando mis mejillas y besó mi frente

-me bañaré, la firma del contrato es en dos horas –dije soltando pequeños sollozos, mi madre asintió y dio un beso en mi frente, salió de la habitación dejándome solo, me sentía pésimo, vi que mis maletas estaban arregladas, hoy me iría a vivir con un completo desconocido y eso me asustaba, más de tan solo pensar que es un hombre lobo, y el alfa de una manada a la cual no pertenezco del todo.

Tomé una ropa cómoda, vi el desayuno que me trajo mi madre y deseché por completo la idea de comer, no tenía ganas, solo entré al baño y me desvestí, abrí la llave del agua y dejé que el agua corriera para luego meterme en ella, estaba tibia, acaricié mi cuerpo y comencé a sollozar.

-¿Por qué a mí? –pregunté mientras lloraba, pasé la esponja por mi cuerpo, me hacía a la idea de que mi vida cambiaría por completo, ahora todo sería completamente diferente, pero lo peor es que no se nada del alfa o de la manada

Terminé de bañarme, me cambié y los guardas me ayudaron con las maletas, mi padre me estaba esperando en la sala de estar, suspiré antes de bajar las escaleras, mi mano tomaba el barandal de estas, sentía como me temblaba todo, me sentía mareado, ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Terminé de bañarme, me cambié y los guardas me ayudaron con las maletas, mi padre me estaba esperando en la sala de estar, suspiré antes de bajar las escaleras, mi mano tomaba el barandal de estas, sentía como me temblaba todo, me sentía mareado, al pisar el último escalón sentía que el piso se movía y casi caía, pero mi padre me sostuvo de la cintura y me aferré de su saco.

-cariño, ¿seguro que estas bien? –preguntó con melancolía

-s-si padre, tenemos que irnos, no hay que hacer esperar al alfa –dije con temblor en mi voz, mis manos temblaban y me sentía con ganas de vomitar, me despedí de mi madre dejándola destrozada, mi padre caminó conmigo tomado de su saco y él de mi cintura para que no desmayara o cayera. Subimos al auto, mi padre a lado mío, me recosté en su pecho aun temblando, me perdí en mis pensamientos y no se en cuanto tiempo llegamos pero ya estábamos frente a la empresa, mi nervios comenzaron a crecer y el temor se apoderaba de mí.

Bajamos del auto, aun me sostenía mi padre, los guardas del alfa tomaron mis maletas y la subieron a su lujosa limusina, me tapé la boca para que mis sollozos no se escucharan, entramos a la empresa y algunos del personal me miraron con tristeza, desvié la mirada, no quería dar lastima ni mucho menos importancia.

Subimos por el elevador hasta la oficina de mi padre, fuera de este estaban los guardas, al vernos abrieron la puerta y nos dejaron pasar, me retuve antes de entrar y negué con la cabeza.

-Abel... -susurró mi padre

Suspiré y limpié mis lágrimas – e-estoy bien –tartamudee y mi padre tomó mi rostro

-te amo, jamás lo olvides por favor –dijo con la voz entrecortada y yo lo abracé

Nos separamos del abrazo y entramos, pude ver al Alfa y a su abogado a lado

-¡ya estás aquí pequeño! –Dijo Orlando parándose de su asiento y abrió los brazos, al ver que no me acercaba frunció el ceño –ven –ordenó con superioridad

Miré a mi padre y él solo suspiró, me separé de mi padre y caminé hacia Orlando, cuando estuve lo suficientemente cerca de él me tomó de la cintura y me apegó a él

-así está mejor –dijo cerca de mi oído, miró al abogado- haga rápidamente el trámite, me quiero largar de aquí con esta joya –dijo tomando mi mentón, apreté los labios y solté un sollozo ahogado

El abogado sacó varios papeles de su portafolio – bien, comenzaremos con el contrato –miró a mi padre- Señor José Balboa Linares, dueño de la empresa Balboa, cede a su hijo como pago al señor Orlando Alberasturi por su propia voluntad, usted ya no tendrá derecho de ver a su hijo, no podrá mantener contacto con él de ningún modo, no sin que el dueño, Orlando Alberasturi lo permita –dijo y yo me estremecí

Mi padre asintió, -bien, firme aquí –dijo el abogado entregándole un pluma y firmó tres veces, ahora me miró a mí – ahora con el trámite, Joven Abel Balboa, usted cede a ser propiedad del Señor Orlando Alberasturi dejando atrás todo, sus derechos, su cuerpo, su familia y personas que lo rodean, todo eso le pertenecerá al Señor Orlando, no puede hacer nada que él no lo permita, no puede escapar, no puede resistirse a nada que él le ordene –dijo y yo no pude evitar soltar algunas lágrimas, asentí y tomé la pluma, mi mano temblaba, firmé tres veces al igual que mi padre

-Perfecto, todo ya está hecho señor Alberasturi –dijo el abogado entregándole los papeles y él se quedó con las copias

-entonces no hay nada más que hacer aquí –dijo tomando fuertemente de mi cintura- precioso, vámonos –dijo con voz grave

-¡no por favor! –me resistí, no quería, quería mi vida

-te recuerdo que firmaste, ahora eres mío –dijo tomando mi mano para jalarme

-¡no, NO POR FAVOR DEJEME! –dije tratando de soltarme de su agarre

-¡BASTA! –De su saco sacó una pistola y le apuntó a mi padre- deja de resistirte y camina –dijo molesto, yo me estremecí y mis ojos se abrieron al instante, dejé de resistirme y comencé a caminar a su lado

Mi padre me miró, por primera vez estaba llorando, no pude más y comencé a llorar con fuerza -tranquilo cariño, no todo será malo –dijo acariciando mi espalda- serás el único dueño de un cielo jamás pisado –dijo y besó mi mano.

Continuara....


Embriagante Destino©Where stories live. Discover now