Capítulo Diez

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"sálvanos, eres él único que puede hacerlo"

Narrador

Vampiros, los dueños de la noche, los demonios negros... o como quieras llamarlos, son la raza más rencorosa y a decir verdad, la que más magia tienen, pero ellos no tienen el poder suficiente para poder controlarla, para poder manejarla de buen modo, cosa que los hombres lobo si tienen.

Ese es la cruda realidad, que más que darles coraje a los Vampiros, les duele, pues saben que aun así, no pueden hacer nada, su destino ya está hecho... ¿o no?

Narra Abel

-¿Qué?... n-no podemos, Orlando está... –estaba muy nervioso, asustado, las palabras no Salían como normalmente lo hacían

-Abel, escúchame por favor –dijo Auguste tomando mi rostro con sus frías y delgadas manos- él me pidió que te cuidara, no podemos hacer más que obedecerlo –dijo Auguste mirándome con nostalgia

-¡no! Yo no puedo dejarlo, Auguste por favor –me alejé un poco de él- no quiero perderlo ahora que sé que lo amo, por favor déjame ayudarlo –dije con seguridad y suplica

Auguste me miró sorprendido por lo que dije, pero luego miró a Cameron buscando una respuesta, Cameron suspiró

-no sabes lo que dices Abel, los vampiros te quieren solo a ti... -dijo Cameron acercándose a mi

-¿por qué? –pregunté mirándolo a los ojos, en cuanto llegó a mi tomó mis manos

-porque tú eres el que puede parar esta estúpida batalla, pero los vampiros no quieren que lo hagas, esa sería una derrota para ellos –dijo acariciando mi mano

-es por eso que tengo que estar con él, déjenme ir por favor –dije suplicándole

-¿Qué piensas hacer? –preguntó Cameron soltando mis manos

-ya que ahora me han contado todo, sé que decir... solo apóyenme en esto, sé que lo puedo hacer –dije mirándolos a los ojos

Auguste le sonrió a Cameron- es el elegido después de todo Cameron –dijo encogiéndose de hombros

Cameron asintió- tienes razón, vamos con Orlando –dijo y yo lo abracé

-Gracias, ahora vámonos –dije con apuración

-espera, no podemos entrar por el frente de sus terrenos –dijo Auguste preocupado

-no tenemos que hacerlo, conozco las tierras más que nadie, podemos irnos por la parte trasera –dijo Cameron confiado

-bien, vamos –dije y salimos de la cabaña, comenzamos a correr detrás de Cameron

Narra Orlando

Maldita sea, estoy demasiado preocupado por Abel, Caleb no para de maldecir y revisar todas las tierras haciendo daños de promedio, no queremos pelear más, no aun... no queremos seguir la guerra, les he dado las ordenes a todos los de la manada que no bajen la guardia, pero que tampoco ataquen.

-¡sé que lo tienes en alguna parte Orlando, DIME DONDE CARAJOS ESTÁ! –dijo Caleb gruñendo, solo se la pasa flotando en el aire mientras revisa todo desde una vista alta

-¿por lo menos sabes cómo es él? –pregunté con indiferencia, Caleb me miró con fastidio, sus colmillos tenían un grosos mayor que hace unos instantes, bajó de golpe y me tomó el cuello

- DAMELO YA –me gritó y me tiró al suelo, me dolió la espalda y me quejé, puso un pie en mi pecho y comenzó a apretar-¿no quieres morir, o si lobo inmundo? –dijo apretando más fuerte, traté de quitarle el pie pero no podía

Embriagante Destino©Where stories live. Discover now