El secuestro

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El tiempo pasó dejando llegar al mes de abril, el clima se volvía cada vez más agradable.

El vientre de Lily estaba visiblemente más grande y Severus, Eileen y Harry cada vez más orgullosos. De vez en cuando recibían noticias o la visita de sus queridos amigos, constatando así que el vientre de Bellatrix también estaba visiblemente más crecido aunque ella sólo tenía un mes de gestación menos que Lily.

Jean Baptiste también había visitado el colegio en varias ocasiones en las que Eileen trató de ignorarlo olímpicamente aunque de vez en cuando se vio comprometida a conversar con él. No podía evitar sentirse halagada y bendecida con la presencia del rubio francés, pero éste finalmente tuvo que viajar a su país a atender la sucursal de "Sortilegios Weasmalf internacional" pero prometió volver pronto.

Era viernes y ese día todo Hogwarts estaba congregado en el estadio de Quidditch ya que se llevaría a cabo un partido entre Ravenclaw y Gryffindor. Ésta vez, por razones obvias Luna estaba en las gradas pertenecientes a su casa y Draco, Pansy, Crabbe y Goyle prefirieron mantenerse al margen aunque parecían de vez en cuando parcializarse con las águilas.

Todo iba de maravilla, aunque a los jugadores se les dificultaba un poco la visión debido a la intensa lluvia que comenzaba a caer sobre el castillo y sus alrededores, (ese día el buen clima los había abandonado) pero al final eso no impidió que el hábil buscador de Gryffindor se hiciera con la preciada y escurridiza esfera dorada.

- ¡Y Harry Potter atrapa la snitch! – Dijo Dean Thomas con marcado entusiasmo y luego agregó encogiéndose de hombros – Lo siento Cho, pero así son las cosas aunque tú también estuviste increíble.

La buscadora de Ravenclaw descendió del aire, desmontó su escoba y le dio a Harry un apretón de manos y un abrazo en señal de felicitación. Más tarde, Harry se reunía con sus amigos y con su madre.

- Estuviste magnifico como siempre, mi cielo – Lo felicitó Lily.

- Gracias, mamá – Respondió Harry y luego le dio un beso al vientre de su madre que ya estaba más pronunciado – ¡Vaya! mi hermanito está cada vez más grande.

- Así es – Confirmó Severus orgulloso.

- ¡Hey Harry! – Gritó Luna que venía corriendo desde el campo de Quidditch – Felicidades, fue un gran partido.

- ¿No estás enfadada? – Preguntó Ron.

- ¿Y por qué habría de estarlo? – Inquirió ella ofendida por la pregunta del pelirrojo – Ha ganado la casa de mis amigos y estoy feliz de que hayan clasificado para las finales aunque Ravenclaw haya quedado fuera.

Harry sonrió y le dio un abrazo a Luna, le conmovía su nobleza; Neville no pudo evitar besar a su novia.

Todos entraron de vuelta al castillo, tendrían el resto del día libre, los chicos se dirigieron a sus salas comunes aunque Hermione prefirió optar por ir a la biblioteca para terminar algunos deberes que tenía pendientes, los profesores se fueron a la sala de profesores a tomar el té y a conversar un poco, Eileen por su parte prefirió quedarse afuera ya que aunque el cielo continuaba estando muy nublado la lluvia había cesado y ella necesitaba recoger algunas hierbas para elaborar pociones curativas que utilizaría en la enfermería con la señora Pomfrey. Lily quiso quedarse con ella para ayudarla, pero Eileen insistió en que su nuera debía regresar al castillo.

- Quiero ayudarte Eileen – Dijo Lily.

- Pero hija, ¿No ves que podrías caerte o lastimarte? ¡Ni lo mande Dios! – Refutó su suegra con los brazos puestos en jarras sobre las caderas.

El regreso de Eileen Prince SnapeWhere stories live. Discover now