El heredero de los Lestrange

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La familia ya estaba de vuelta en la calle de la Hilandera, no podían contener la emoción por tener a Rose junto a ellos, la llevaron a su habitación que Lily tornó de color rosa con ayuda de su varita al igual que toda su ropa la cual habían comprado de color blanco, ya que no conocían el sexo del bebé. Aquel día el profesor Dumbledore y su esposa estaban de visita en casa, los habían acompañado desde San Mungo.

- Bueno, no tendrán que preocuparse por volver a Hogwarts tan pronto – Dijo el anciano – Quiero que disfruten de la niña primero.

- Estoy segura que a Flitwick no le importará impartir sus clases solo como antes y bueno, Albus habló con Slughor y con Remus para que te remplazaran en Pociones y Defensa Contra las Artes Oscuras respectivamente, es sólo por unos cuantos días Severus – Añadió MacGonagall.

- No puedo creer que ya no volveré a Hogwarts – Se lamentó el niño que vivió apesadumbrado.

- ¿Y quién dice que ya no puedes volver al castillo? – Respondió el profesor Dumbledore – Tienes luz verde para visitarnos cuando quieras, ya te lo he dicho.

Al chico se le iluminó la mirada.

- Allí estarán Severus, Eileen, tu madre y también tu hermanita, es lógico que quieras verlos a menudo – luego compuso un gesto de suma emoción y agregó - ¡Oh por las barbas de Merlín! Será la única niña que crezca en Hogwarts desde los tiempos en que los fundadores criaron a sus hijos allí.

- Todo aquel que se va de Hogwarts, quiere volver siempre, es por ello que las puertas del castillo están abiertas para sus ex alumnos siempre – Dijo MacGonagall.

Aquella tarde la pasaron grandiosamente, hablando acerca de todo lo que les había tocado vivir últimamente y también se rieron al recordar como Harry había odiado tanto a Severus y ahora lo quería tanto; también se maravillaron mirando a Eileen sumamente emocionada y sonriente sosteniendo a la pequeña Rose.

- ¿Cómo está mi pequeña? – Decía la mujer con voz melosa – A ver, que linda eres bebé, eres tan hermosa como tu mami y tu papi.

- ¡Por Dios! Mamá – Dijo Severus sonriendo – Querrás decir que es tan hermosa como Lily solamente.

- Tú también eres hermoso hijo – Respondió la mujer haciendo reír a todo el mundo.

Ya por la noche, Dumbledore y MacGonagall tuvieron que irse.

- De verdad estoy muy feliz por ti hijo mío – Le dijo Dumbledore a Severus abrazándolo antes de ingresar a la chimenea - ¿Recuerdas que un día te dije que serías muy feliz? Pues ya ves.

- Así es Albus – Respondió él contento.

- Bien, antes de irme déjenme darle un beso a mi nieta y futura ahijada – Dijo el hombre dirigiéndose hacia Eileen que aún sostenía a la pequeña entre sus brazos.

- ¿No se quedan a cenar? – Preguntó Lily.

- No querida – Respondió la esposa del director – Muchas gracias por el ofrecimiento pero ya sabes, debemos asistir al banquete de bienvenida de Hogwarts, en otra oportunidad con mucho gusto.

Al rato, Lily se fue a recostar un momento para descansar, Severus le hacía compañía, mientras Eileen y Harry preparaban la cena aquella noche y Harry aprovechó la ocasión para hacerle una pregunta a la mujer.

- ¡Eileen! – La llamó.

- ¿Si? – Dijo ella mientras removía la salsa dentro de un caldero.

El regreso de Eileen Prince SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora