El regreso de Eileen Prince Snape

Un nuevo Snape

Sólo bastaron unos segundos para que Severus, Lily y Eileen salieran a través de la chimenea del hospital San Mungo de enfermedades y heridas mágicas, había muchas personas allí, caminando de un lado a otro, Lily no estaba demasiado adolorida pero aun así llevaban mucha prisa. Ella observaba el lugar con aprensión, no sabía si le traía buenos o malos recuerdos, quizá ambos, porque fue allí donde había pasado muchos años recluida, presa de la catalepsia sin saber que James había muerto y Harry había crecido, pero también había sido allí donde había despertado y contemplado los rostros de Minerva, Dumbledore y Severus.

Eileen llegó corriendo hacia la recepción donde estaba una ventanilla y sobre esta un letrero que decía:

Información

Allí estaba una bruja rubia y de aspecto malhumorado que se suponía debía orientar a quien llegase al hospital.

- ¿Nombre? – preguntó la mujer.

- Lily Snape – Respondió Eileen.

- ¿Enfermedad?

- No está enferma.

- ¿Y entonces qué hace aquí si no está enferma?

- Vino aquí porque está embarazada y está a punto de dar a luz – Contestó Eileen perdiendo la paciencia.

- ¿Cuál es su parentesco?

- Es mi nuera ¡Por el amor de Dios! ¿Eso qué importa? Haga que la atiendan.

La bruja se quedó mirando a Eileen con suspicacia, pensando que le estaba tomando el pelo. ¿Tenía una nuera?

- ¿Qué sucede mamá? – Preguntó Severus.

- En ese caso déjeme llamar a un sanador – Dijo la mujer antes de perderse tras una puerta.

- Es una maleducada – Contestó Eileen - ¿Cómo te sientes mi niña? – Le preguntó a Lily.

- Sólo me duele un poco, no te preocupes demasiado.

En ese momento un sanador llegó y condujo a Lily a una habitación donde la debían preparar para su labor de parto, además debía esperar a que se intensificaran las contracciones y que rompiera fuente.

Por los momentos no dejaban pasar a nadie.

En ese mismo momento y a través de las diversas chimeneas del hospital, salieron todos los amigos de los Snape, es decir, los Malfoy, los Lestrange, los Longbottom, los Lovegood, los Lupin, los Granger, los Dumbledore, los Dursley y los Weasley, acompañados de Sirius Black, Sinistra, Vector, Jean Baptiste, Hagrid y desde luego Harry. Todos querían saber cómo estaba Lily.

- Está bien – Explicaba Severus – Pero debemos esperar a que las contracciones se hagan más fuertes.

- ¡Pobre Lily! – Dijo Tonks con el pequeño Ted en brazos – Recuerdo lo intensas que son esas contracciones.

- Si lo sabré yo – Contestó Remus con una sonrisa – Casi me desbaratas la mano cuando me la apretabas con tanta fuerza.

- Saluda a la cámara – Le dijo William Granger a Severus filmándolo, Severus saludó con la mano, aquello le parecía tonto pero estaba demasiado nervioso para rezongar.

- ¡Ay Dios! Tengo miedo, muy pronto me va a tocar a mí también – Dijo Bellatrix acariciándose el vientre pronunciado - ¿Duele mucho?

- No te preocupes cielo, aquí estaremos todos nosotros para apoyarte – le dijo su esposo.