El plan perfecto.

970 76 20
                                    


Severus y los demás regresaron frustrados al castillo, con la angustia intacta, se sentían muy tristes y preocupados por Eileen, las horas pasaban y cada vez los atormentaba más la idea de que aquellos mortífagos pudieran hacerle daño a Eileen.

Varios aurores y dementores custodiaban el castillo pero la incertidumbre reinaba en el aire y la tensión podía cortarse con cuchillo ¿Cómo era posible que después de la caída de Voldemort tuviesen que sufrir por causa de sus seguidores?

Alastor, Hagrid y el resto de los aurores que estaban realizando la búsqueda en el bosque, regresaron ya cerca de la media noche.

En su habitación, Lily no dejaba de sentirse culpable, recordaba en todo momento como Eileen había tratado de protegerla todo el tiempo. Para Lily, la madre de Severus no sólo era su suegra sino también su madre, la quería muchísimo y no soportaría que algo malo le sucediese

- No quiero que algo malo le suceda Sev, la amo como si también fuese mi madre, ella siempre ha sido tan dulce y buena conmigo – Se lamentaba la pelirroja con sus hermosos ojos esmeraldas inundados en lágrimas.

- Lo sé mi amor – Contestó Severus tratando de contener sus propias lágrimas – Ella también te ama como si fueses su hija, siempre me lo ha dicho, pero ya no llores, eso le puede hacer daño al bebé.

Lily asintió, secó sus lágrimas.

Cerca de la media noche, Lily exhausta al fin se quedó dormida, Severus la cubrió con la manta y se incorporó de la cama. Él no podía dormir, su madre ocupaba su mente todo el tiempo, esa buena mujer que le dio la vida. No podía esperar a que amaneciera para tener noticias de ella, quería registrar de nuevo cada palmo del bosque y poder encontrar a ese par de mortífagos para darles su merecido.

Las horas de la noche fueron pasando lentamente hasta que al fin la luz del día se apodero del firmamento.

En la sala común de Gryffindor los chicos se habían levantado muy temprano. Harry, Ron, Ginny y Hermione estaban sentados en un sofá frente a la chimenea.

- Esto es terrible – Dijo Harry apesadumbrado – Sé cómo se debe estar sintiendo Severus, yo sentí lo mismo el año pasado.

- No entiendo por qué ese par de mortífagos se empeñan en hacer daño aun cuando saben que su señor está muerto y no tienen ninguna posibilidad de vencer – Terció Hermione.

- Porque son unos desgraciados que como no tienen paz no quieren que nadie más la tenga – Contestó Ron.

- Que bueno que los Malfoy y los Lestrange optaron por ser diferentes – Agregó Ginny – Aún no puedo creer que hoy en la actualidad seamos amigos, prácticamente una gran familia después de habernos odiado a muerte.

- Si, es una bendición – Dijo Hermione con una leve sonrisa en los labios.

Un poco más tarde, bajaron al gran comedor para desayunar, pero casi nadie tocó su plato, la tensión aún reinaba en el aire y en la mesa de los profesores se podía advertir que tanto Severus como Lily tampoco habían querido desayunar.

Alastor Moody entró en ese momento al gran comedor, acompañado de sus mejores aurores, Tonks, Remus, Frank y Alice, todos se dirigieron directamente a Severus; Jean Baptiste al ver al jefe de los aurores en compañía de estos no dudó en acercarse también para escuchar lo que tenía que decir

- ¡Buenos Días! – Saludó Ojoloco – Severus, anoche revisamos una extensión bastante grande del bosque y no obtuvimos resultados, por lo tanto hemos decidido buscar en Hogsmeade, en Godric's Hallow, en Londres y en otros lugares más.

El regreso de Eileen Prince SnapeWhere stories live. Discover now