Cap 16

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Entramos en la oficina, mi abuela se sentó en el escritorio de papá, mi madre, Jared y yo nos sentamos en las sillas frente a ella, mientras que mi padre se incorporo junto a la abuela, y ese hombre extraño simplemente se quedo en la puerta, observándonos.

Mi abuela nos observó sin rastro alguno de una buena expresión en su rostro. Sientate Damian.

Así estoy bien. Dijo con una voz seca, y un frío recorrió mi espalda.

Bien, se que todos quieren saber que sucede, y que muchas preguntas dan vueltas en sus cabezas, sobre todo en la de mi pequeña Laureen.

Asenti nerviosa, miles de cosas daban vueltas en mi cabeza, porque un matrimonio forzado con un desconocido, esto me mataba de desesperación.

Así es abuela.

Bien, quiero que comprendan que esto no es algo que decidió tu padre, esto es algo de mas antes.

Pero Esmeralda, porque ?

Shshsh!! Ten paciencia Mónica ya todo llegara a revelarse, no te preocupes les voy a explicar.

Soltó un fuerte suspiro, sus manos temblorosas y su mirada ya cansada.

Cuando el abuelo, mi esposo Albert Anderson era joven de escasos 19 años, pasaba por una mala situación, ya estábamos casados, pero viviamos en casa de sus padres ya que la situación que amenazaba la familia era grande y no podíamos cubrir alquileres y demás gastos, algunas veces no teníamos ni pan para comer, tu abuelo y su padre salían diariamente a la empresa y se mantenían hasta altas horas de la noche para intentar alguna solución, pero sus intentos no daban ninguna respuesta positiva, al pasar al menos seis meses de estar dando patadas de ahogado, llegaron a casa algo cansados y con una mala noticia quedaríamos en la calle en totalidad, ya no había dinero para el pago de la casa, y los pasteles de su madre aunque fueran deliciosos y no tenían buena venta, como saben no todos los que  cumplen años tienen la dicha de poder comprar uno, y algunas veces hasta salia perdiendo con las ventas, el sector en general estaba en escases, esa noche llegaron y con mucha angustia nos dieron la noticia, yo estaba ya embarazada de tu padre, pero lo oculte por miedo a causar mas angustia en ellos, yo era apenas una niña de diecisiete años, nos habíamos casado a temprana edad, yo era huérfana y nos enamoramos en el colegió, tomamos la decisión, porque Albert no quería que me pasara algo en el orfanato, lo siento me desvíe del tema. Aclaro su garganta y bebió un poco de agua que mi padre le sirvió en un vaso.
Por donde iba, a sí ya, oculte por una semana mi embarazo hasta que la madre de Albert descubrió que mi período no había bajado en semanas, no pude negarme no tenia salida, ella insistió en que Albert y tu padre debían saberlo. Mirando a mi padre. Por mas que me negué, me convenció que no tendría sentido al final mi vientre crecería y no habría como negarlo, terminamos contando la noticia, se lo tomaron mejor de lo que esperaba, y Albert comento de una aparente salida a todo esto, al parecer un inversionista del extrangero tendría la salida a la quiebra economía del sector, y el quería intentarlo hasta el final, nos alegramos podría ser la salida a toda maldicion, al parecer era un inversionista con cantidades de dinero incontables, el día de la reunión llego y tu abuelo acudió a la reunión quería ser el primero ya que su empresa era la mayoritaria y no quería perder ese puesto de liderazgo, jamas lo permitiría el debía seguir al mando de la ciudad. Suspiro. Fue ahí donde todo comenzó Albert egresó a casa esa noche muy contento con un contrato en mano la ciudad al fin tendría un respiro, el hombre aquel triplicaria las ganancias de cada negocio, y hasta había obcion de que quintuplicara si el negocio era muy bueno, tu padre nació a los meses y gracias a los negosios no le falto nada, las celebraciones eran seguidas y todo parecía perfecto, hasta que tu Albert discutió con el empresario misterioso y fue ahí donde todo el verdadero infierno  comenzó el quiso deshacer el  contrato pero no pudo, aquel hombre solo le dijo lee las letras pequeñas, Albert corrió a leer el contrato y fue ahí donde descubrió que había condenado nuestra familia a cambio del bienestar de la ciudad, había firmado un documento donde decía que a cambio de la estabilidad económica de la ciudad debia entregar el alma de su única hija, la primera mujer que tuviéramos, y que para poder deshacer el contrato debíamos entregar nuestro varón y la familia sufriría consecuencias negativas,  en ese entonces solo teníamos a Lorenzo así que decidimos no tener mas hijos.

Destinada  +18(TERMINADA) Where stories live. Discover now