Destinada +18(TERMINADA)

Cap 17

No soportaba estar en esta habitación, ver mi madre y abuela llorando, la desesperación de Jared hacia mi padre, y la mirada ausente de este, me sentía destrozada traicionada y al pensar en Michael mi corazón se hacia un puño, no podía permitir que me vieran quebrada.

Familia debemos salir y atender a los invitados. Dije en un susurro, todos me miraron.

Vamos con llorar y lamentarnos no solucionamos nada.

Tome valor de no se donde y salí de aquella habitación rumbo a la fiesta, debía evitar cualquier circunstancia que pusiera a Michael en peligro ya que al parecer este tipo era su hermano o medio hermano, camine por entre las personas saludando a varias y al final del gentío me encontré con la mirada perdida de Michael observando a Damian, se encontraba con  los chicos, pero no estaba solo la chica extraña del cabello blanco y Damian estaban vijilaban con la mirada desde el bar mientras tomaban un trago, llegue a Michael no sabia como explicarle toda esta situación, si mentirle o decirle la verdad, mi cabeza tenia un completo estruendo, trate de llegar a él, pero ver la escena me detuvo en un instante, no quise ponerlo en peligro, mi vista se comenzó a nublar debido a las lágrimas que comenzaron a inundar mis ojos, no paso un instante cuando el tipo ese volvió su mirada a mi ya las lágrimas se hacían presentes pero esta vez juro que mi mirada reflejaba odio, un odio que nunca había sentido por nadie el me miro inexpresivo, no pude contener mas mi mirada a el, así que me perdí de nuevo entre el gentío, quise volver a casa y mire como mi familia regresaba a la fiesta, no podía permitir que mi madre me viera así en este estado, así que corrí hasta el estacionamiento busque entre los autos el de papá hasta que di con el, para mi suerte estaba abierto, entre en el y busque las llaves que estaban escondidas debajo del asiento, ensendi el auto y récorde las pocas lecciones que había recibido para aprender a conducir, di gas y el auto comenzó a dar saltos hasta que se apago.

Demonios.

Tome una bocanada de aire.

Tu puedes Laureen vamos.

Volví a darle un llavaso al auto, y despacio lo pongo en marcha, salí despacio del estacionamiento y me dirigí hasta la salida de la casa, Marcelo el guarda estaba dormido y el portón para mi ventaja abierto, dudaba poder hacer la salida nuevamente, además de que Marcelo me investigaría toda, salí despacio para que el sonido del auto no lo despertara, cuando al fin estuve en la carretera comencé a conducir sin sentido alguno, mi cuerpo temblaba y no paraba de sudar a tal punto que el volante se resbalaba entre mis manos, la cantidad desporpocionada de lágrimas que me salían de los ojos me impedían ver la carretera y si le sumamos las luces de los otros autos puedo decir que de alguan manera mi ángel de la guarda me protegía de un accidente, conduje hasta llegar a una desviación, me seque las lágrimas y mire la señalización, sabia donde estaba, entre a ese lugar y comencé a subir cuesta arriba cuando llegue al final del camino apague el auto y me baje de él, aquí estaba sola, sola como seguramente terminaría mis días después de estos cinco meses que me quedaban con mi familia y amigos, estaba en el primer lugar donde estuve a solas con Michael, el recuerdo del beso que recibí ese día formo un gran nudo en mi garganta y comencé a sollosar con mas fuerza, no podía creer ni como ni cuando mi vida había tomado este giro tan despiadado, justo cuando comenzaba a sentirme acompañada, completa y feliz, me senté en la tapa del auto de papá, y abrace mis piernas mientras el llanto era incontenible, observe parte de la ciudad, ciudad que me vio nacer, cuidad que debía proteger, una ciudad por la cual mi vida estaba condenada a la soledad, la desdicha, y saber cuantas cosas mas, eleve mi mirada al cielo.

Abuelito porque?, Ayudame, abuelito guiame, que debo hacer?.

Me estoy volviendo loca, como rayos me respondería si estaba muerto soy una idiota que ya no sabe ni que hacer.