Cap 29

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Ya había pasado aproximadamente un mes desde que encontre aquel jardín secreto, lo suponia porque había comenzado a marcar en un cuaderno cada desayuno y así lograba ubicarme en el tiempo real en que estábamos, ese día Damian me informo que su padre quería hablar con migo, y para mi desgracia lo que quería era informarme que seria imposible realizar la boda en casa de mis padres eso me molesto mucho pero en cuanto le dije que no era justo su respuesta fue la misma de siempre, -Nada en la vida es justo, mucho menos en el infierno. Rodé los ojos recordando su ironía, me pasaba las tardes en aquel jardín en el cual me escabullía por el agujero de la puerta metálica, dentro era hermoso a pesar de tener la mayor parte de los rosales y césped seco por falta de cuidados, y su descuidado estado era hermoso, había una escultura de una mujer muy parecida a la del cuadro que hay en interior de la oficina del anciano, seguía intrigada pensando a quien era que se me parecía pero no lograba recordar  a quien, era extraño pero este lugar me hacia perder conciencia casi hasta de quien era yo, con mucho esfuerzo recordaba los rostros de mis padres y amigos, incluso el de Michael me era borroso, cerré mi libro y  me levante de la banca donde me encontraba perdida en mis pensamientos  y camine de regreso, salí por el agujero de la puerta metálica arrastrandome saque mi libro luego y me levante y sacudi mi ropa oscura, camine de vuelta al castillo mire como Damian regresaba en su motocicleta y continúe mi camino el se había vuelto mas amable de un tiempo acá pero sentía de alguna manera una desconfianza a el.

Laureen. Escuche que me llamaba y sus pasos detrás de mi. Mira lo que te traje.

Volvi mi mirada a el y me entrego unos paquetes sonriente. Que es esto?. Desde que estaba aquí me traía regalos siempre que salia.

Son obsequios, espero te gusten. Se encongio de hombros.

No era necesario. Intente devolverlos.

No conservalos, además algunos son necesarios para la boda. Amable.

Que fuera amable y me diera regalos no cambiaban nada,  me agradaba pero había amor en nada de esto. gracias. Sonreí e intente seguir mi camino.

Te esperó a cenar. Con  voz seca.

Si. Segui mi camino hasta mi habitación entre en ella y solté un suspiro que me sucedía perdía fuerzas y me sentía cada vez mas acoplada a sus ordenes, al principio me revelaba por todo sin importar nada ahora cada vez que me decían algo aunque me disgustara decía que si sin mas remedio, me senté en mi cama y comencé a sacar lo que había en las bolsas, había unos jeans negros y una blusa ajusta del mismo color, había otra  de un material transparente junto con una falda al cuerpo y unas panties me emocione al ver que la blusa tenia puntitos blancos así que decidí usarla para cenar, ellos insistían en que cada noche al cenar debía de estar precentable como si fuera una cita, algunas veces el anciano nos acompañaba, y otras también la chica de cabello blanco Dariane a la cual creo no le agrado mucho siempre hace comentarios intentando molestarme pero no es posible ya que lo que dice no es de mi interés en lo mas minimo, cambie mi ropa rápidamente y me mire frente al espejo y sonrei eso era algo nuevo en mi hace muchos días no sonreía que ilusa soy alegrarme con tan poco solo por unos puntos blancos en una blusa, suspire y camine de nuevo a la cama a seguir buscando entre los paquetes, me encontré con mas ropa, toda igual de color negro, observe las gafas y pense, se estará burlando de mi?.

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Destinada  +18(TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora