Capítulo 9*

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1 de Septiembre de 1815

—¡Mira! ¡Qué hermoso te quedó, Camille!

—No lo sé... ¿llamará la atención de todos?

—Ay mi niña, mírate.—me paró frente al espejo, la tía Caroline.—¿Ves esos ojos? Combinan perfectamente con este hermoso vestido azul; tu piel, tu cabello. ¡Te ves perfecta! Eres como un angelito, bueno... Así dejémoslo.—ambas reímos.

—Sí, está bonito, me gusta como me queda.—me di la vuelta, para ver el vestido de atrás en el espejo.—Me encanta de atrás, como cae esta parte.—señalé la parte izquierda.

—¡Estás perfecta!

—Un peinado casi recogido, con unos pendientes sencillos.

—Un collar...

—Un collar no muy llamativo.—señalé. Pues siempre me daban los más extravagantes.—Y, listo.

—Pero faltan más cosas Camille, vamos, quítate el vestido para ir por lo demás.

—Sí, ya voy.

Dentro de dos días más iba a ser el baile de los Finch, donde Damien me presentaría ante todos, como su prometida. Estaba nerviosa, pero a la vez entusiasmada, por una extraña razón.

Después de haber hecho todas las compras, fuimos a la casa de Caroline a pasar la tarde.

—¿Les has dicho a tus papás que te presentará como su prometida ya?—preguntó, sabiendo la respuesta. Estábamos sentadas en el salón personal de Caroline, donde comíamos una tarta de frutas.

Solté un suspiro.—No, aún no lo he hecho.

—Tú sabes que debes de hacerlo, Camille.

—Sí, lo sé. Pero con eso de que me ignoran la mayoría del tiempo, no me dan ganas de decirles.—bajé la mirada. 

—Pero debes de hacerlo, en cuanto llegues, quedan un par de días y...

—Mi madre se pondrá como una loca, me reprochará que no tiene vestido.

—Ya me la imagino, suerte con eso.

—Y si le digo a Ian y él...

Me paró.—No señorita, tú debes de hacerlo.—suspiré cansada.—¿Fue a verte tu institutriz de nuevo?—preguntó un rato después.

—Ni hablar, ahora fue pero para ver a Danielle.

Observé el retrato de mis tíos, que estaba en aquella sala, me daba risa, tenía un pequeño error en la nariz, parecía más grande de lo que la tenía mi tía.

—Tía...

—¿Qué pasó?

—¿Por qué tu nariz parece más grande allí de lo que la tienes?

Volteó al retrato.—Agh, he pensado seriamente en quitar el cuadro y poner otro, pero al ser el primer retrato de John y mío juntos, me gusta.

—Pero...

—Porque el pintor era casi un novato y por lo que nos pintó mal.

—¿Mi tío contrató a un novato?—me asombré, siempre le gusta todo perfecto.

—No, contrató a un profesional, pero se enfermó y mandó a su aprendiz.

—Eso es gracioso.—empecé a reír.

—Espero que para tu boda sea un verdadero profesional.—en eso, dejé de reír.—¡Eso sí es gracioso! ¡Jaja!

—Cómo sea.

Defender Mi Honor (D.M.H. 1)Where stories live. Discover now