Capítulo 15 parte 2*

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8 de septiembre de 1815

—Creo que es hora de retirarnos.—habló Damien después de haber terminado de cenar.

—¿Qué? No cariño. Hay que quedarnos un poco más, apenas hemos terminado.—dijo la señora Williams desde su asiento.

Todos los presentes, voltearon a ver a Damien.—No creo que sea bueno, tía.

—¿Por qué? - Preguntó el señor Williams. - Hay que quedarnos hijo.

—El clima está empeorando. —volvió a decir.—Es lo mejor.

Estaba a su lado, ocultando mi risa detrás de mi copa de jugo, desde lejos se notaba que él quería salir corriendo, y verdaderamente el clima estaba empeorando, pues empezaba a llover más fuerte y los truenos de escuchaban más.

—Bueno, por mí está bien quedarnos.—dijo Wialliam Thorne.

—Hanna se quedó sola.—volvió a insistir, con la mirada de fastidio.

Hizo un gesto con la mano, quitándole importancia al asunto.—Mi Hanna está en buenas manos con la señora Patt.—Volteé a verlo, pero no se veía contento de que se quedaran.

—No creo que sea buena idea, mañana tengo algunos negocios.

—¿Crees que aún hay negocios para mañana con ésta lluvia, hijo?

—Tía...

—Señor Britt.—entró el mayordomo.

—¿Qué ocurre?

—Ya no se puede salir, la lluvia es muy fuerte y se dice que aún mañana seguirá.

Volteé de inmediato a ver a Damien, que apretó los puños.—Excelente.—dijo por lo bajo, apretando la mandíbula.—Nos tendremos que quedar.—todos sonrieron y siguieron conversando.

—No te preocupes, corazón.—miré mi derecha, donde vi la mano de Shannon bajar desde el brazo de Damien, hasta su pierna.—Aquí estoy.

Apreté fuertemente los labios y me levanté, a lo que todos voltearon de inmediato.—Discúlpenme, tengo un poco de dolor de cabeza, buenas noches.—hice una pequeña reverencia y me fui rápidamente.

Subí las escaleras con rapidez, para poder llegar a la habitación, pues el ver así a Shannon, y que Damien no quitara su mano, me hizo enojar. Ridículo.

—Es un tonto.—dije para mí misma, mientras entraba a mi habitación y cerraba la puerta. Caminé a mi cama y me dejé caer en ella. 

Unos minutos después, tocaron la puerta.—¿Señorita Britt?—escuché a Marion desde el otro lado.

—Ve a descansar Marion, yo puedo sola.

—Que pase buena noche.

—Igual.

Me levanté con pereza y caminé al armario, de donde saqué la ropa para dormir.—No la alejó. ¿Qué clase de caballero es?

Me senté frente al espejo y empecé a cepillar mi larga melena roja. Cuando terminé, me encaminé a la cama, donde me acosté y apagué la vela. Di vueltas en mi cama, pensando en Damien, por mi mente pasaban sus ojos fríos. 

***

Pequeñas caricias me despertaron e hicieron moverme incómoda debajo de las sábanas.

La casa se encontraba en silencio, sólo se escuchaba la lluvia caer y golpear contra las ventanas de mi cuarto; el sonido de viento era fuerte, chocaba contra las ventanas y hacia a los árboles y plantas moverse de un lado a otro. 

Defender Mi Honor (D.M.H. 1)Where stories live. Discover now