Las probabilidades del destino [Clexa AU]

Dame una razón...

Clarke observaba a Lexa moverse con agilidad en la cocina. Sentía un tonto revoloteo en su estómago mientras pensaba en su suerte y cuanto quería seguir descubriendo a la joven castaña frente a ella. No supo cómo fue que ambas se quedaron profundamente dormidas en el sofá tras esa pequeña pero satisfactoria ronda de besos matutina, fue consciente casi de inmediato que Lexa hacía tiempo que no perdía la noción del tiempo en algo tan vano como descansar. Después de todo prácticamente saltó de sus brazos cuando notó lo tarde que era.

Jamás habría dicho que Lexa fuera la clase de chica hogareña que estaba demostrando ser. No sabía exactamente porqué, pero no dejaba de imaginarla tomando únicamente café para sobrevivir. Fue agradable saber que su chica en realidad pudiera defenderse en el arte culinario, así fuese para sólo calentar comida que había comprado tras su escapada esa mañana.

"¿En qué piensas?" le preguntó al notar la mirada la artista sobre ella.

"En ti," confesó Clarke. Lexa sonrió ante su sinceridad. "¿Qué pasa por tu mente?"

"Mentiría si niego que sólo estás tú en ella," se sonrojó admitiendo tal cosa.

Clarke recargó su mentón en sus manos mientras esperaba por la comida que Lexa estaba sirviendo en los platos. Había algo en su compañía que la hacía olvidar por completo cualquier cosa que no fuera disfrutar de su presencia.

"Espero que estés lista." Le advirtió Lexa, "He utilizado estas horas para formular bastantes preguntas que quiero hacerte."

"Puedes hacer todas las preguntas que quieras," dijo Clarke, "pero me reservó el derecho a darles respuesta." Sentenció.

"Has estado leyendo alguno de mis libros por lo que veo."

"Sólo como lectura casual," confesó Clarke guiñándole el ojo.

"Bien. Quizá esto sea mucho más interesante de lo que mis expectativas dictaban," señaló Lexa, "Primera pregunta, ¿Cómo era tu papá?"

"Paso," dijo sencillamente Clarke, pero se rindió ante el ceño fruncido de la castaña. "Era afable, recuerdo que tenía arrugas en sus ojos que se marcaban demasiado cuando sonreía y una en la frente que sólo se manifestaba cuando estaba molesto. Amaba el aire libre, ya sabes, era ingeniero ambiental, fue el único que me apoyo cuando decidí dedicarme al arte a pesar de que Abby tenía otros planes," relató con simpleza hasta llegar a esa parte, "nos hacía ir a una horrible cafetería cerca de la playa sólo para comer un poco de pasta," dijo con nostalgia, "Mi mamá y yo detestábamos el sitio, pero mi papá siempre que tenía la oportunidad nos llevaba ahí, al menos hasta que enfermó... Tenía esta mirada preocupada casi todo el tiempo, pero jamás lo noté hasta que fue muy tarde. Quizá sea el único secreto que jamás le perdone a mi madre," lo último parecía ser el secreto que guardaba con más recelo en lo profundo de su alma.

Lexa sintió un poco de culpa al recibir tal muestra de confianza de Clarke, pero tampoco podría haberle revelado el máximo dolor que ocultaba aun su corazón. Sin embargo, confiaba en que el momento llegaría.

"¿Cuál es tu recuerdo más feliz a su lado?" continuó Lexa intentando arreglar un poco la nostalgia suscitada por su pregunta, supo que tuvo éxito cuando una sonrisa se dibujó en los labios de la chica.

"Hubo una vez que salimos sólo él y yo de compras, mi mamá estaba de guardia en el hospital. Recuerdo muy bien que habíamos terminado ya con la lista que llevábamos para no olvidar nada, cuando me dejo algunos minutos sola a mitad de la tienda sin siquiera avisarme," resoplo como si le diera pena rememorar su actitud en ese momento, "Creo que entré en pánico, no es algo que tenga muy claro... sólo me viene a la mente el momento en el que vi su torpe sonrisa esculpida en sus labios mientras me mostraba mi primer juego de acuarelas... aquel día él creó la artista que vive en mí." Clarke suspiró dejando que el momento hiciera su efecto, saboreo recorrer esa escena de su vida por algunos segundos, "Después de eso no hay mucho que pueda agregar. Aunque en algo tiene razón mi mamá," señaló con un poco más de alegría en sus ojos, "le habrías encantado."