Las probabilidades del destino [Clexa AU]

Omake 3: Raven... Raverly tiene mucho tiempo libre.

Todos los días, al llegar de la universidad Octavia buscaba a su única compañera de apartamento con la mirada por la pequeña sala de estar, donde usualmente se le podía encontrar con su ordenador abierto y algún proyecto extraño en vías de realización. Cuando no estaba ahí, por lo general, se hallaba en reunión con sus vecinos del apartamento de enfrente compartiendo algunos consejos técnicos o definitivamente estaba en la casa de los Griffin, ustedes ya saben haciendo qué.

Hacía dos semanas desde que ninguna de las dos había recibido grandes noticias de Clarke. Cuando la llamaban rara vez contestaba y si le mandaban mensaje, sus respuestas eran muy breves. Realmente la chica lo estaba pasando de maravilla con la menor de las Woods, tanto como para haberse olvidado de sus leales amigas.

Octavia podía entenderlo. Estaba construyendo una relación prometedora con una gran chica. Seguro si ella tuviera la oportunidad con Lincoln, tendría exactamente la misma actitud o quizá desaparecería mucho más, no obstante, Raven era un caso diferente.

Raven estaba acostumbrada a Clarke. Ambas eran algo así como entes permanentes de la casa, mientras una creaba tecnología probablemente inútil y la otra arte que nadie entendía, siempre estaban juntas. Era su día a día molestarse.

Puede que por ello fue que Raven mandara un correo que disuadiera a la compañía que quería contratar a Clarke tan lejos de ella, pero que también llevo a tan curioso hallazgo en su destino. Cosa que sería un secreto bien guardado hasta algunos años más tarde, cuando lo mencionara de la mejor forma y bajo la seguridad de que Clarke no estaría molesta por ello. De hecho, estaría agradecida.

Pero ese no es el punto. Sino, ¿qué hacía Raven Reyes ahora que Clarke no estaba cerca?

Octavia usualmente soltaba un suspiro, dejaba sus pertenencias en el sofá y se dirigía a la última puerta del pasillo sin dudar ni un poco.

"Tienes demasiado tiempo libre," le comentó a Raven desde el marco de la puerta.

"Al contrario, mis tiempos están maravillosamente organizados y es por ello que gozo de periodos recreativos más largos que tú," contestó Raven sin voltearla a ver ni una sola vez.

"En ese caso podríamos agregar a tu agenda algo como: Hacer de comer o ayudar a Octavia con el aseo del departamento" sugirió la menor.

"Esos deberes no los estipulaba el contrato cuando me mudé," se defendió Raven.

"Clarke al menos sacaba la basura," gruñó Octavia.

"Ella también solía vivir aquí," dijo dramáticamente Raven.

"Si tanto la extrañas, llámale"

"No me contesta," gimoteó Raven, "Si le mando mensaje, me deja en visto y si intento hackear su teléfono, lo apaga"

"Eres peor que un ex acosador," se burló Octavia.

"Soy sólo una amiga preocupada"

"Si tú lo crees, está bien. Pero recuerda que fuiste tú quien le armó la maleta y también quien la llevó al aeropuerto"

"Me preocupaba que dejara ir a un partidazo como Lexa. Quién más querría a Clarke como lo hace esa chica, ¿eh?"

"Entonces déjala ser feliz con ella," resolvió Octavia.

"No puedo. Es decir, Lexa parece una buena chica y su familia es estupenda, pero no la conozco de nada"

Octavia levantó una ceja. Había visto el expediente que la morena había recopilado.