Dejame pintar...

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Advertencia: Contenido discretamente erótico.

Clarke se sintió extraña.

Ella era la artista, ¿no? Entonces verse a sí misma como el lienzo sobre el que Lexa estaba haciendo arte con sus labios se le antojaba raro, pero no necesariamente malo. Sobre todo, no cuando sus gemidos no dejaban que pensara demasiado en ello.

Lexa untó sobre sus labios algo más del regalo de Raven y dejo pintados algunos besos estratégicamente sobre el cuerpo de la rubia. Primero y de forma inocente planto uno en su mandíbula y cuello, paso a sus clavículas y, a partir de ahí el tono de sus caricias subieron de intensidad, el siguiente fue justo en medio de sus pechos, a un lado de su ombligo y culminó justo encima de la línea que dividía su cuerpo únicamente porque sus pantalones estaban aún en su sitio.

Lo que aconteció después sólo logro alterar más las sensaciones de Clarke pues Lexa empezó a remover lentamente sus llamativas "pinceladas" con la lengua, si alguna vez gozo de autocontrol éste desapareció cuando la castaña llegó al tercer trazo y sus manos se tornaron posesivas con los costados de la rubia, aquella fragilidad y timidez de su primera vez juntas desapareció cuando Clarke llevó a Lexa hasta su rostro y poseyó sus labios en un beso cargado de deseo. Simplemente no podía contenerse ahora que se sentía víctima de un calor nunca antes experimentado.

Succionó su labio inferior, sabía mucho mejor ahora, Lexa respondió con una breve mordida, incrementando el ritmo en sus acciones. La rodilla de la estudiante inconscientemente estaba tocando la entrepierna de Clarke, mientras una de sus manos controlaba un poco el beso que compartían y la otra se aventuraba sobre uno de los senos de la artista.

Clarke comenzó a mover su cadera más cerca de la ojiverde. Odiaba darle la razón a Raven, pero esos días jugando a vivir juntas sólo habían servido para acumular la ansiedad que estaba manifestando justo en ese momento cuando Lexa volvió a jugar sobre su piel, esta vez dirigiéndose peligrosamente a sus pechos, donde sigilosamente su mano libre había liberado el broche de su sostén en la parte posterior de su espalda. No tardó nada en rodear uno de sus pezones con su boca, incluso fue tan lejos como para darle un mordisco juguetón antes de proveer la misma atención a su otro pecho.

Clarke gimió dolorosamente. Necesitaba que esto fuera mucho más allá pronto o no sabía qué pasaría con ella.

- "¿Estás bien?" preguntó preocupada Lexa creyendo que se había excedido un poco. "Lo siento, hace un tiempo que yo no..."

- "Oh, por dios, cállate y continua," exigió Clarke atrayendo nuevamente a su boca a la Comandante.

Lexa sonrió complacida al ser consciente de que Clarke estaba gozando de todo aquello. La miró una vez más para pedirle permiso para poder liberar sus piernas de la prenda que ambas empezaban a ver como un gran estorbo. Clarke hizo un rápido movimiento con el cual quedo expuesta por completo ante la ex militante y el juego reinicio justo donde lo habían dejado, salvo que esta vez Lexa decidió ser un poco más directa para complacer las ordenes de la artista. Acarició sus muslos lo suficiente para hacer vibrar a la joven bajo su cuerpo quien soltó un suspiro cuando su mano paso brevemente sobre sus bragas.

- "Basta."

Clarke la detuvo justo cuando estaba por introducir sus dedos bajo la húmeda prenda. Quería llegar a ese punto, en serio lo deseaba de forma casi inhumana, pero quería compartir sus emociones con Lexa, quería hacerla temblar de la forma en la que ella lo estuvo haciendo, aunque no tan gradual. Quería hacerla gemir su nombre en el menor tiempo posible, así que con tal objetivo en mente despojó a Lexa de su ropa expertamente.

Las probabilidades del destino [Clexa AU]Where stories live. Discover now