4.

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Vegita - Meses antes.

―¿ves? Así se hace, Vegita.

―Cállate, yo no haré eso. No me agrada matar a los Saibamans.―dije un poco aterrorizada al ver a Raditz lanzar energías al pequeño cuerpo de las criaturas y que estas terminaban totalmente destrozadas. 

―pero ese es el entre..

«A los saiyajines se les informa que deben presentarse en la cabina, frente a el señor Freezer, ahora.»―Habla al que pude deducir era Zarbon, atraves de los parlantes de la nave.

―¿qué habrá pasado?.―Raditz me mira con el ceño levemente fruncido.― acaban de llegar y ya nos están llamando.

Yo me encojo de hombros y comencé a enrollar la cola en la cintura y justo la puerta metálica se abre dejando ver a Nappa quien parecía enojado.

―Rápido, vamos. Nos llaman a todos.

Yo y Raditz asentimos y caminamos detrás de él.

―¿qué crees que pasa?.―pregunta mi compañero mirando al mayor

―No lo sé.―respondió este mientras lo mira de reojo y niega con la cabeza.

Después de caminar por un rato, llegamos al despacho del tonto de Freezer.

Nappa tocó la puerta dos veces y Zarbon abrió la puerta, dejándonos entrar. Como era costumbre, tenemos que arrodillarnos o hacer un gesto de gratitud hacia él ya que es la máxima autoridad aquí.

―¿qué es lo que ocurre, señor Freezer?.―pregunta Nappa.

Él suspira y me pude dar cuenta de que fue fingidamente.―es que he recibido noticias desde el planeta Vegita.―su tono se oía también falso.

Rápidamente un nudo apareció en mi estomago al oír mi planeta.

―¿qué ocurrió con el planeta Vegita?.―dice Nappa un poco asustado

―Pasa que un gran meteorito se estrelló contra aquel planeta rojizo y quedó hecho polvo galáctico. Lo lamento por ustedes, de verdad. Mis más sinceras condolencias.

Lo primero que hice fue pensar en mis padres y en Vegeta que se suponían debían de estar allí.

― Gra-gracias, su majestad.

―Lo lamentamos, princesa Vegita.― al oír mi nombre levanté la mirada y miré sus labios, pude ver que tenía vino y junto a él había una copa lleno de este. ¿estaban festejando la destrucción de mi planeta?

―Está bien, gracias por informarnos.―dije intentando sonar lo más seria que pude

―no hay problema. 

Sin más nos retiramos del despacho, cuando caminamos por el pasillo ninguno dijo nada.

―Nappa.―llamé y él me miró.―por hoy no quiero seguir entrenando, ¿está bien?

―sí, está bien. Yo iré a avisarles lo que pasó a los demás. Ustedes descansen en el dormitorio.

―sí.―dijimos yo y Raditz al mismo tiempo, comenzando a caminar por el mismo lugar.

Me dirigí a mi habitación. 

Estoy segura que Freezer fue el que destruyó mi planeta, siempre supe que nos odiaba ¿por qué? Eso no lo sé, mi papá decía que era tema de adultos.

Entré y sentí que alguien me seguía.

―¿estás bien ______?

me sorprendí de escuchar mi nombre de nacimiento y me giré.― sabes que aquí me llamo Vegita, Raditz.

― lo sé.― cerró la puerta.― pero puedes ser _____ ahora.

Lo miré y sonreí. La verdad es que Raditz no era muy fuerte pero tenía un buen sentido del humor.

― supongo que sí.

El misterio tras mi nombres se deriva a que al momento de mi nacimiento, Freezer estaba presente y él decidió que mejor debían llamarme Vegita para seguir con la tradición ya que _____ sonaba muy tonto para él. Mi padre le temía así que hizo caso.

La hermana de Vegeta | 1Where stories live. Discover now