15.

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Vegita.

—¡por favor,______!.— siguió rogando.

—no, Bulma. — respondí intentando ser amable.— Gracias por invitarme pero no me gustan esas fiestas. Ve tú.

—no y no ¡tú vienes!. .—se enoja y pone sus manos en sus caderas mientras frunce el ceño

reí. —¿me vas a obligar?

—sí y verás que de todas formas vendrás. —suelta una carcajada.

Gruñí y salí de su laboratorio. 

Ella ha sido muy buena conmigo, pero hay veces en que no la soporto en donde también me arrepiento en haber venido a la Tierra y aceptar su ayuda.

Me dirigí a la cocina a tomar un refresco luego fui a la cámara de gravedad pero cuando voy entrando a la habitación se encontraba completamente vacía.

—¿ y mi cámara?¿¡dónde esta!?

—¿buscas esto?. —me giré y me encontré con Bulma.

Ella me miraba de forma burlesca mientras tenía una cápsula en su mano y la movía de un lado a otro entre sus dedos. 

Gruñí cuando alcancé a leer cámara de gravedad. —¿estás buscando esto?. —dice lentamente.

—¡dámela!. —dije de mala gana y extendiendo mi mano en su dirección.

— no hasta que aceptes acompañarme.

—¡no iré a ninguna parte!¡entiende que estoy muy ocupada, Bulma!

—no tendrás que ir o voy a destruir la camara de gravedad hasta su último pedazo.

—¿qué dices, loca?

—¡sí, la destruiré!. — me quedé mirándola al ver que no estaba hablando en broma.—¿entonces vamos?. —dice entusiasmada cuando comencé a dudar.

—Umh.. no me queda de otra. 

— ¡bien! ¡vamos, te prestaré uno de mis..!

—¡No!.— interrumpí rápidamente.—  acepto ir pero iré con lo que se considera formal en mi cultura.— la señalé con el dedo índice.

—oh, está bien. Si no te dejo entonces estaría interviniendo en tus creencias.— se rascó el mentón.— ¡nos vamos en media hora!—Y sin más se va hacia su habitación.

Suspiré.— al final voy a tener que ir al casamiento de Kakarotto de todas formas. Raditz me pedirá que le hable de esto.

Fui hasta donde estaba la habitación que ocupaba con mis cosas. Afortunadamente mi armadura se encontraba intacta, esta vez opté por poner mi capa.

Bulma se había encargado de hacer más de estas armaduras para mi entrenamiento, imitando el material a la perfección por lo que no había problema.

Me bañé y me puse mi armadura para luego bajar las escaleras y encontrarme a la susodicha que estaba con  un vestido rojo que debía mencionar, se le veía muy bien.

—¡te dije que vendrías igual!.—me dice mientras me guiña un ojo

Viré los ojos. —Ya vayámonos luego. —respondí de mala gana y caminar hasta el avión. Me senté de copiloto y Bulma comenzó a elevarse.

 ⋯ • ⋯ 


—e-eres.. b-bonita ¡Hip!. — insiste el terrícola que según entendía se llamaba Yamcha. Él se encontraba completamente borracho.

—Umh... no necesito cumplidos de insectos como tú. — lo miré de arriba a abajo.

—P-pero que seria ¡Hip! ni siquiera..

—¿qué pasa?. — interrumpe Vegeta, apenas llegó se veía lo molesto que estaba.

—N-nada ¡Hip!  no ocurre nada ,Vegeta. — dice él, apenas pudiendo pronunciar bien.

—¡Yamcha!. —Grita Bulma mientras se acerca y se pone a un lado de Vegeta con el ceño fruncido. —¡la fiesta está recién comenzando y tú ya estás borracho!

—N-No estoy ¡Hip!

—Ay, mejor cállate y ven. —sin más se lo llevo de aquí

—¿qué te dijo?

Reí por su enojo. —estupideces de borrachos.

—Mnh..—sonríe. —está bien. No importa ¿vamos a comer?. —pone su brazos para que yo lo tome, como un caballero.

Sonreí y lo tomé, fuimos a la mesa  donde Kakarotto devoraba su comida sin parar. Nos sentamos y comenzamos a comer la exquisita comida terrícola.

La hermana de Vegeta | 1Where stories live. Discover now