36.

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Vegita.

―¿de verdad?. ―me giré a mirarlos con una ceja alzada.

―sí, tía. ―dijo Trunks y sonrió. ―si entramos ahí más que de seguro que podremos derrotar a Cell y a los androides.― fruncí el ceño. ― B-bueno, solamente a 17 y a 18.

arrugué la nariz al darme cuenta de que tenían razón.―está bien. Solamente con la condición de que iré primero. ―Kakarotto y Vegeta asienten.

Todos nos aferramos a Kakarotto y éste se teletransportó al templo de Kami-Sama. Donde ya nos esperaban Raditz y Nappa. Ellos hablan con un sujeto extraño, pero después todos se giran para vernos.

―¡____!¡ven por favor!. ―gritó Vegeta. Yo solamente me acerqué y ellos comenzaron a caminar siguiendo al extraño sujeto y yo por ende, los seguí. Se detuvieron en una puerta de color café con una manilla amarilla.

―¿quién será el primeros en usarlas?. ―habla el sujeto mientras que toma la perilla

―será _____. ―dice Kakarotto y Vegeta me hace una seña para que camine hasta él y así lo hago, caminando entremedio de todos ellos. 

Ahora me doy cuenta que el único que es de mi porte es Vegeta, aunque él sea un poco más grande.

―bien, Vegita. suerte. ―Dice Vegeta.

Yo asentí y caminé hasta la puerta. El sujeto la abrió y entré, para luego cerrarla detrás de mí. Observé el lugar, todo era blanco. Habían dos camas y dos mesitas de noche al lado de cada una. Dos habitación, supongo que una es el baño y la otra la cocina. Salí de la improvisada casa y observé como en el paisaje todo era blanco. Trunks tenía razón. Es un lugar perfecto para entrenar, sin ningún tipo de distracciones.

Al pasar el año. Mi fuerza incrementó notoriamente. Mis técnicas ahora son más letales y pude recordar las que sabía antes de que el viejo Gero me borrara la memoria. Incluso mi masa muscular se hizo más grande. 

Hoy era el día en el que saldría de aquí. Apreté la manilla en mi mano y la giré, para que la puerta pudiera abrirse. Cuando la luz se dispersó pude ver el templo. Salí y cerré la puerta detrás de mí.

―¡______!. ―Escuché a Bulma. Levanté la mirada y la vi a ella, quien no tenía a Trunks. Miré detrás de ella y vi como Vegeta lo tenía, sonreí de lado para no reírme. ―oye ¿por qué todas tus ropas están rotas? ¡y estás llena de heridas!. ―frunce el ceño

―¿qué crees que hice allá adentro?¿Jugar? claramente después de mi entrenamiento terminaría con la armadura y el cuerpo destrozados, Bulma. ―fruncí el ceño.

La hermana de Vegeta | 1Where stories live. Discover now