Capítulo 2

1.7K 163 58
                                    


¡Hola mis bonitos lectores!

Muchisimas gracias por todo el amor con el que recibieron este extraño fic! No esperaba reacciones tan lindas >///<

¡Espero que les guste el capítulo de hoy! Y bueno, mis aclaraciones como siempre estan al final <3

.....................................

"Ichimatsu" El embriagante y áspero sonido de su voz acaricio mi corazón retozando mi cordura. Tentando los vestigios de mi voluntad "Mantente así un poco más" Sus manos apresaron con fuerza mi rostro recorriendo mis pómulos hasta llegar al puente de mi nariz, cubriendo mi vista del mundo, impidiéndome vislumbrar el lugar al cual me arrastraba "No se vale hacer trampa" Reí con curiosidad al percibir sus dedos jugueteando entre mis pestañas. Él era realmente infantil.

"Recuérdame el motivo por el que te estoy haciendo caso en esto" Por más que me removí entre sus brazos en busca de mi libertad esto fue en vano "No me agradan las sorpresas" Aquella frase salió insegura y tiritona al igual que mis piernas cuando a ciegas tropecé con una bajada de barro y hierbas.

"Porque en el fondo te gusta que te arrastre a mis locuras" Él no lo vio pero rodeé los ojos fastidiado ante su soberbia "Además dicen que un paseo en medio de la noche es lo más romántico que un hombre puede hacer por su pareja" Sus brazos se tensaron con brusquedad ante mi burlona risilla.

"Quizás" Sus dedos se deslizaron al costado de mi cuello haciéndome temblar "Pero no en plena noche" Mi cuerpo por inercia se aferró a Osomatsu en busca de seguridad al no saber donde debía seguir pisando para no caerme en ese endeble terreno "Ni mucho menos a ciegas"

"Supongo que esta es mi versión de romance" Con ese coqueto susurro en mi oreja escogí dejar de pensar y consentir que sus piernas fueran mis guías y sus palabras la oración que alumbrara mi camino en aquella inmensa oscuridad.

No supe cuánto tiempo Osomatsu me arrastro desde el instituto hacia lo que parecía ser una endeble colina guardada en el rincón más recóndito de la ciudad. Lo único que me importo fue que a través del fino espacio entre sus dedos pude bañarme con los tonos rojizos del atardecer, sonreír con el melancólico morado de la bruma y suspirar cuando el mundo se envolvió en una gruesa capa de brea adornada por las lágrimas del sol.

Aunque nosotros nos conociéramos desde hace bastantes años y lleváramos varios meses de noviazgo jamás me podría acostumbrar a esta extraña y empalagosa faceta de su personalidad. Que esa mirada escarlata fuera capaz de derretir las espinas con las que me rodeaba y mover los hilos del chico que pretendía sostener la Luna, es algo que no me dejará de asustar.

"Ya casi estamos acá" Mis mejillas ardieron al sentir como su nariz se acomodaba entre mis cabellos para aspirar sin pudor de estos "Dos pasos más" Con el ceño completamente fruncido lo obedecí, intentando mantener el equilibrio en una especie de subida mal construida.

"¿Ya?" Tan pronto balbucee aquello sus manos se retiraron de mis ojos.

"Ya" El de arrogante sonrisa me presento con orgullo la noche en su máximo esplendor "¿Qué te parece?"

"Si querías ver las estrellas lo pudimos hacer desde tu casa, no era necesario tanto" Me arrepentí al haber matado la ilusión que reflejaban esas cándidas orbes con mi sarcasmo. Siempre acababa apagando lo que me mantenía con vida.

"Pero mi querido Ichimatsu, esto no es solo ver el cielo" Él se acomodo en un rincón de la hierba con las piernas colgando en aquella insegura pendiente "Esto es ser dueños del mismo cielo"

"¿Sabes?" Una sonrisa torcida fue lo que dibuje "Lo cursi no se te da" Aunque dije aquello no pude evitar reír por ese dulce e impropio gesto antes de apoyarme a su lado. Osomatsu tan solo chasqueo la lengua abrazándome de los hombros, ignorando la incómoda y agresiva manera en que me removía.

El rol protagonicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora