Capítulo 14

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Hola ternuritas!

No alcancé a subir nada más esta semana porque esté capítulo me uso todo el espacio de la mente. Ya sabrán porque XD.

Puede que este un poquito intenso. Lo estoy subiendo a las 4 am, así que perdón si hay un horror ortográfico, aunque conste que sí lo revise.

Se narra desde la perspectiva de Ichimatsu.

¡Espero que les guste!

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La cálida y protectora mano de Atsushi sosteniendo los vestigios de mi cordura, las acusadoras miradas de quienes alguna vez profesaron orgullo siguiéndonos por un amplio y mentiroso pasillo a base de acrílico y marfil. Los nervios carcomiendo mi alma. Quemando. Torturándome como una navaja sobre el cuello. Tan frío.

Antes de ingresar hacia la imponente e inalcanzable oficina del director, Karamatsu me arrojo una última ojeada, a una distancia abismal, esbozando una sonrisa tan frágil que temí que él se rompiera al clavarla con esa falsedad. El amor es ciego al estar fundido con la locura. Es una pena que mi mente se encuentre tan ida que ya no logré alabar a la ceguera.

"Yo estaré contigo en cada instante" La voz de mi único amigo no me tranquilizo "No nos iremos de aquí sin pelear" Con un nudo en la garganta asentí, entrando a su lado, dejando mi destino en sus competentes manos.

La habitación era ancha y fría, con un gigantesco escritorio de vidrio reforzado en el centro, frente a un sillón de tonos morados y varios libreros, los títulos del hombre yacían colgados en cada pared, al lado de las fotografías de sus múltiples méritos. Imágenes que significaban nada. Y, aunque me profesara miserable debajo de esa visión de mundo, nada resultaba más aterrador que la mirada de Sakurai, un hombre serio quien apenas aparentaba lo que revelaba su edad.

"Ichimatsu" Mis piernas temblaron ante su despectivo tonó "Tome asiento, por favor" Fue Atsushi quien me tuvo que guiar hacia mi puesto en la habitación para que pudiese reaccionar.

"Escuche que me estaba buscando" Aquella frase escapo neutra y automática, muerta. Una ventaja de mi tosco campo de protección.

"Todo a su tiempo, jovencito" El hombre de traje de cuadros se sentó en la cabecera del cuarto, apoyando una de sus piernas sobre la otra con aires de elegancia "Hijo te puedes retirar" Con una mordida de labio, reprimiendo un quejido se lo rogué "Es un tema personal" Que patético era en la debilidad.

"Como tu futuro sucesor me debo quedar" No existió duda en su tonalidad "Si quieres que algún día me haga responsable de tu escuela" Atsushi era más fuerte de lo que él pensaba "Tendré voz en esta decisión" Que envidia.

"Como quieras" El de tenues arrugas bufó, extendiendo un folio de papeles viejos sobre la mesa de cristal "Ichimatsu, fuiste contratado hace cinco meses, casi un semestre" Él alzo la ceja en busca de una respuesta "¿Me equivoco?"

"No"

"Si mal no recuerdo, dentro de los candidatos que llamé fuiste quien menos me gusto" Apreté mis puños sobre mis pantalones de tela, nervioso "No demostraste el carisma" Profesándome pequeño "Ni la paciencia que se requiere para trabajar con niños o adolescentes" Inútil "Si no hubiese sido por esas buenas notas universitarias, ni siquiera te habría considerado" Incompetente.

"Yo" No me podía defender.

"Sin embargo, me deje cegar por los halagos y flores que te arrojo Osomatsu y te acabe dando el empleo en contra de la opinión de mi hijo" Atsushi agacho la cabeza cual silenciosa disculpa "Si lo hubiese escuchado con lo inservible que serías aquí nos habríamos ahorrado este problema" Sin mirarme a los ojos jamás.

El rol protagonicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora