El rol protagonico

Capítulo 3

Lo único que tengo que aclarar antes es que es el último día del campamento, y no se olviden que este capítulo es narrado por Osomatsu. 

¡Espero que les guste!

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"Choromatsu" Su lacio cabello negro cual noche jugueteo con sus frágiles y espesas pestañas "Choromatsu" Cada vez que mis labios desprendían aquellas palabras el chico a mi costado temblaba, frunciendo ligeramente el ceño, encogiendo sus hombros sin despegar la mirada de ese aburrido libro "No me pienso detener hasta que me mires" Una torcida sonrisa fue lo que dibuje ante mi inminente victoria.

"¿Qué es lo que te tengo que decir para que te largues de aquí?" Las personas en la biblioteca nos miraron por la brutalidad con la que él estrello el libro contra la mesa.

"Silencio por favor" La irritante voz de la bibliotecaria pinto un sonrojo sobre sus mejillas.

"¡Mira lo que provocas!" Él tomo el cuello de mi sucia polera acercándome hacia su rostro "Si me sigues metiendo en problemas ya no podré venir a la escuela de Karamatsu para verlo jugar"

"Deberías venir a verme a mí, Choro-chan" Mi infantil puchero tenso su ceño.

Él es tan fácil de leer, tan orgulloso. Tan adorable.

"Te debería demandar por acoso sexual a menores" Pude percibir como su agarre se relajó al igual que las nacientes arrugas de su frente "En las estupideces que me meto por mi hermano mayor" Un travieso suspiro escapo de sus tentadores labios mientras trataba de retomar su lectura.

Conocí a Choromatsu en el primer partido importante de basquetbol que tuvimos. Mi doloroso alumno estrella no paraba de hablar y alardear sobre lo emocionado que se sentía al tener a sus dos hermanos entre el público. Aún recuerdo la ilusa sonrisa que esbozo cuando los vio, el punto con el que ganamos y al más pequeño le dedico, incluso sigue tatuada en mi memoria la mueca de decepción que dibujo al no lograr el resultado esperado.

Karamatsu me los presento con orgullo explicándome que el de mirada verde pese a ser su hermano menor se estaba esforzando por ingresar a la universidad en una especie de programa especial, mientras que el más pequeño respiraba y vivía de béisbol.

Aun no sé si fue mera casualidad que mi mirada se perdiera en la intriga de esos jades, quizás fue un impulso animal el que me obligo a perseguirlo hasta transformarlo en obsesión. Lo único que puedo afirmar es que cuando lo conocí mi relación con Ichimatsu grabo las letras en nuestra sepultura.

"Te ves muy frustrado" Me encantaba molestarlo "Tal vez si no te esforzaras tanto en algo que no vas a lograr te iría mejor" También sus expresiones de desafío "Solo ríndete"

"No" Pero tal vez "Si fracaso sin antes haberlo intentado seré un verdadero perdedor, y no le podré probar a nadie de lo que soy realmente capaz" Solo quizás "Aunque realmente me lo quiera probar a mí mismo" Lo amaba a él.

"Esa actitud es realmente egocéntrica" El más bajo rio apoyando su mejilla sobre la palma de su mano.

"Lo dice el rey de los patanes ¿Qué no deberías estar entrenando al equipo de mi hermano en lugar de perder el tiempo conmigo?"

"Me gusta más perder el tiempo contigo" Mis dedos subieron con una insufrible lentitud por sus hombros hasta delinear su clavícula sobre su pulcra camisa "Cuéntame que es lo que tienes que hacer de tarea para tu programa"

"Un poema" Pude leer la melancolía en su mirada, pero fui muy cobarde para preguntar.

"Te estas acomplejando por algo muy sencillo" Me rasque debajo de la nariz con una máscara perfecta de despreocupación "Solo escribe de algo que te apasione"