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Dentro de todo el alcohol que bebió esa noche y sumada la euforia que este mismo le causó, estaba consciente de su alrededor. Miraba a cada uno de los grupos, tratando de adivinar en silencio sus historias mientras ellos consumían sus cigarrillos. Estaba casi seguro de que todos, o la gran mayoría, no tuvieron pasados difíciles y el que estuvieran aquí era el resultado de haber hecho lo que querían durante toda su vida. Que a sus padres no les importaran lo más mínimo donde estuvieran, sólo que regresaran a casa.

Se percató, además, de que las miradas del grupo ya no estaban sobre él. Estaba pasando desapercibido, nadie le hablaba y miraba por mucho tiempo, había desaparecido esa clase de obsesión por su persona. No tenía idea el motivo de ese cambio, pero le aliviaba.

Intercambió más palabras con el tailandés, las horas que estuvieron juntos le hizo ver que era un chico agradable y conocedor de muchas cosas. Podía sacarle temas de conversación, porque a decir verdad no estaba interesado en quien tenía el auto de mejor marca o rollos amorosos entre otros ricos, dígase cotilleos.

Él no pertenecía a ese mundo, nunca formaría parte.

Cuando el frío se volvió más notorio y su cuerpo temblaba de manera más constante contra el de JaeBum, el cual terminó por abrazarlo al verle castañear los dientes, decidieron que era de volver a sus casas. Los cigarrillos se habían terminado al igual que las ganas de conversar.

— ¿Nos veremos de nuevo? —preguntó a BamBam, dándose un apretón de manos como despedida.

— Claro que sí, Junior. Si necesitas hablar conmigo o quieres salir un rato dile a JB, él sabe dónde encontrarme. —respondió el otro y sonrieron, dejando así como promesa que se verían otra vez.

Luego de despedirse todos cada uno partió a su hogar. Ambos jóvenes fueron hacia el auto del castaño, aún apegados para conciliar con el frío de la madrugada. JinYoung se sentó de copiloto, frotando sus manos luego de colocarse el cinturón de seguridad para mantener el calor. El alcohol había subido un poco su temperatura, pero no lograba compararse al frío del exterior. Agradeció cuando JaeBum lo cubrió con su chaqueta, dedicándole una sonrisa.

No hablaron mucho en el trayecto de vuelta hacia la mansión, cada uno iba pendiente de sus pensamientos mientras sonaba la música a través de la radio. No hasta que llegaron a la autopista.

— Estaba pensando... —JinYoung miró al castaño cuando éste terminó el silencio en el vehículo. — Hay una fiesta en un par de días y pensé que tal vez, podrías acompañarme.

— Suena bien. —respondió con emoción en su voz. ¿Otra fiesta? Ahora mismo, por favor.

— ¿Estás seguro? Quiero decir, estarán todos allí, incluidos Hyuk, Jackson y Mark. —JaeBum sonaba preocupado y lo estaba, porque temía que pudiera distraerse y alguno de sus amigos pudiera hacer caso omiso a sus palabras y llevarse al menor.

— No importa. Incluso los noté algo raros, a todo el grupo de hecho. Apenas me miraban. —dijo como si nada, aunque algo curioso por el repentino cambio de actitud.

— Digamos que hablé con ellos.

— Oh, es por eso. —JinYoung soltó una pequeña risa, tratando de imaginar que les habrá dicho para que apenas notaran su presencia. — No tienes que preocuparte entonces, hyung. No creo que sean tan tontos como para desafiarte.

— ¿Tú crees? —le interrogó, sintiéndose más tranquilo con las palabras del pelinegro.

— Claro. No les tomes importancia, en serio.

JaeBum asintió ante aquellas palabras, con una pequeña sonrisa en el rostro. JinYoung tenía razón, no debía preocuparse. Ya había hecho las amenazas correspondientes y resultaron efectivas, ellos no eran tan tontos como para desobedecerle.

Miró por unos momentos al menor y, a pesar de haber logrado pequeños pero significativos avances, quería llegar al momento en que pudiera rodearle con los brazos teniendo la seguridad de que no lo rechazaría, y poder probar sus labios hasta el cansancio, teniendo por seguro que su sabor era dulce.

Se mordió el labio inferior, maldiciendo internamente por ser tan impaciente. Quería estar sobre JinYoung ya mismo, acariciar cada parte de su cuerpo y embriagarse con sus gemidos, pero aquello llevaría tiempo. Lo sabía y se estaba arriesgando a perder los estribos en el proceso. Subió el volumen de la radio para distraer su mente de tales pensamientos, debía ser paciente si quería lograr algo con JinYoung.

¿Por qué diablos tuvo que fijarse en un chico difícil?

El dulce sabor de una victoria luego de gran sacrificio, tal vez.

Cruzaron la autopista y finalmente llegaron a la mansión. JinYoung ni siquiera se movió cuando JaeBum apagó el motor luego de minutos de esperar a que se bajara. No podía hacerlo, no hasta que le dijera.

— Yo... me divertí mucho hoy. —dijo de repente, con algo de vergüenza. El efecto del alcohol había pasado un poco. — Gracias.

— No lo agradezcas. Te di mi palabra que te divertirías esta noche y la cumplí. Espero que tu primera fiesta haya sido como esperabas.

— Lo fue, de hecho, estuvo mucho mejor de lo que llegué a imaginar. —mostró una pequeña sonrisa, aún abochornado por estar agradeciéndole al haber cumplido su palabra, cuando horas antes le tenía profundo odio al castaño. Puede que no sea un idiota después de todo.

— Me alegra que te hayas divertido. —habló con tono suave, realmente contento de haber logrado sacarle una sonrisa.

— Será mejor que entre. —dijo JinYoung luego de minutos de silencio, donde intercambiaron miradas solo una vez. — Gracias de nuevo. Ten, tu chaqueta.

JaeBum la recibió, dejándola sobre sus piernas, sintiendo el agradable calor del pelinegro en esta. Esperó a que JinYoung entrara, quería asegurarse que estaba sano y salvo. Agitó la mano en forma de despedida cuando el menor volteó a verlo de abrir la puerta. Este le devolvió el gesto y entró.

El castaño prendió el motor y condujo de vuelta a la ciudad. Que noche, habían pasado tantas cosas que apenas su mente podía procesarlas de manera adecuada. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, había logrado que JinYoung no lo matara esta noche. De hecho logró tocarle sin ser rechazado, era un acontecimiento importante. Puede que la próxima vez logre algo más.

Ruta De Escape ; BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora